Foro Penal: 9 mil presos políticos han sido excarcelados desde 2014, pero no son libres
El director del Foro Penal, Alfredo Romero indicó que al menos 9 mil personas que han estado presas durante los últimos nueve años por razones políticas, y han sido excarceladas no son completamente libres porque tienen medidas cautelares.
En entrevista concedida a VPI, Romero destacó que en Venezuela no ha cesado la represión contra adversarios del Gobierno de Nicolás Maduro, que sigue existiendo la puerta giratoria y un esquema de violación de ddhh. En este sentido, refirió a las excarcelaciones de 17 venezolanos y 10 norteamericanos que se reportaron en diciembre.
«En las noticias apareció que fueron liberados y esto es un éxito para las víctimas y sus familiares, pero todas esas personas no son completamente libres. Tenemos el caso del directivo de Súmate, Roberto Abdúl que fue excarcelado, pero pesan sobre él medidas cautelares, debe presentarse cada 15 días, no puede salir del país ni movilizar cuentas bancarias en Venezuela».
«No está en libertad y pudieran encarcelarlo en cualquier momento. En estas mismas circunstancias hay 9 mil personas. Según nuestra base de datos, desde 2014 ha habido 16 mil personas que han estado presas por causas políticas, de estas 9 mil están fuera de la cárcel, pero son obligadas a presentarse ante un tribunal, no pueden salir del país y esto tiene como objetivo no darles total libertad y mantenerlos bajo control», reprochó.
Asimismo, subrayó que hay muchos venezolanos que han tenido que emigrar tras haber sido perseguidos por razones políticas.
Al día de hoy, el Foro Penal contabiliza 257 presos por razones políticas. Romero explicó que ninguno de ellos tiene una situación óptima o regular de salud.
«Siempre hemos denunciado que los presos políticos no reciben atención médica. Está el caso de Javier Tarazona, defensor de ddhh que tiene una situación de salud delicada, así como otros muchos presos en Ramo Verde que han sido torturados y tienen condiciones médicas debido a las secuelas. Requieren atención, pero eso no ocurre», lamentó.
Al menos once presos políticos han muerto en las cárceles venezolanas, apuntó.
«Son al menos once casos de presos políticos que han muerto en custodia, como el general Baduel y el indígena pemón Salvador Franco que murió a causa de tuberculosis y desnutrición por no haber recibido atención médica».
Esto fue lo que le pasó a Edgar Marval: el estadounidense liberado en camilla
La noche del 20 de diciembre, tras ser liberado el ciudadano venezolano-estadounidense Edgar Marval Moreno se mostró ante el mundo en camilla, la condición en la que quedó tras haber sido torturado en diferentes oportunidades.
Así lo reveló la abogada defensora de DDHH Tamara Sujú en un video en TikTok. Marval fue detenido el pasado 19 de agosto de 2023 en el aeropuerto de Barcelona, estado Anzoátegui, cuando regresó a Venezuela para buscar a su familia que se encontraba de vacaciones en el país.
«Ellos son venezolanos y no quieren que su familia pierda el arraigo con nuestro país, fue detenido por funcionarios de migración porque le dijeron que tenía una alerta silenciosa. El Dgcim se presentó para llevárselo y en las primeras doce horas fue objeto de torturas, fue golpeado y le produjeron una fractura en la columna vertebral. Marval ya había sido operado anteriormente y los golpes le provocaron una nueva fractura», afirmó. «Desde entonces, no se pudo levantar ni poner de pie».
Marval fue trasladado a una clínica donde su familia corrió con todos los costos, pero el DAE, apuntó, envió a cuatro funcionarios para vigilarlo las 24 horas.
«Cuando era de noche y el personal ya no estaba entrando y saliendo de la habitación, Marval era torturado por los funcionarios. Lo asfixiaban con una almohada, le aplicaban descargas eléctricas en las costillas, y mientras gritaba lo grababan para enviar las imágenes a Granko Arteaga. Le decían aquí está tu gringo, el funcionario de la CIA, de la DEA; y se reían de lo que le estaban haciendo», condenó.
Al ser dado de alta, fue trasladado en una ambulancia y allí siguió la tortura. Lo mismo pasó cuando llegó a la sede de la Dgcim en Boleíta.
«Fue metido en un bañito, le echaron agua con jabón al piso y lo metieron a ver si era verdad que no podía caminar. Se caía una y otra vez».