«Tras liberación de Álex Saab, EE .UU. tiene menos cartas de intercambio»
Durante las últimas horas, acontecimientos políticos producto de la negociación entre el Gobierno de Maduro y Estados Unidos, cambiaron todo el panorama. La ida de María Corina Machado al TSJ, la liberación de algunos presos políticos venezolanos y estadounidenses; y la guinda del pastel: Álex Saab en Venezuela, tras ser canjeado.
Para el politólogo Benigno Alarcón no está fácil saber qué pasará ahora porque el escenario es extraordinariamente impredecible.
“La pelea más importante a desarrollar el próximo año es la habilitación de María Corina, pero la realidad es que es muy difícil predecir en base a los resultados de la negociación de ayer”, explicó a Versión Final.
Apuntó que al Gobierno venezolano le interesó más la victoria del regreso de Álex Saab y en su momento estuvo dispuesto a ceder concesiones a EE. UU. con tal de lograrlo, pero, ahora no quedan muchos trofeos que despierten el atractivo de Nicolás Maduro.
“Es muy complicado saltar a la conclusión de que el siguiente paso es que van a habilitar a María Corina Machado, en realidad eso es lo que quisiéramos que pasara, pero es muy difícil decir que sucederá (…) Álex Saab siempre fue una demanda en cada momento de negociación, debe haber razones de mucho peso para que se haya privilegiado su libertad. Lo cierto es que ahora Estados Unidos va quedando con menos cartas de intercambio, veremos si el Gobierno quiere seguir negociando algo que para la oposición es más importante”, advirtió.
Asimismo, refirió al anuncio de una continuidad de las conversaciones y estimó que esto podría ser la pequeña luz que se necesita en el camino y que “pareciera que las partes coinciden en que aún hay provecho que se puede sacar del proceso de negociación”.
“Ni Estados Unidos por un lado, ni Venezuela por el otro, quieren levantarse de la mesa de negociación (…) mientras eso este así, aún hay esperanza”.
Respecto a las posibilidades de poner a María Corina Machado en el tema de conversación dependen de las sanciones petroleras, las cuales, serían la única ficha de cambio que le queda a Joe Biden.
“El juego continúa, no ha terminado. Mientras no haya concluido hay razones para tener mente positiva».