TalCual: empleados públicos no votaron en referendo Esequibo, pese a presiones
A una semana del referendo sobre la disputa del Esequibo, un reporte de TalCual reveló diversos testimonios de empleados públicos de varios estados que afirman no haber votado en la consulta, pese a haber sido presionados por sus jefes.
Destacó que conocieron de primera mano que, con formatos Excel y hasta formularios Google, las autoridades pidieron que se supervisara que los trabajadores de la administración pública votaran en el referendo. A los empleados se les exigió reportar su voto —con fotografía incluida— a sus supervisores inmediatos una vez que terminaran el proceso y registrarse en los puntos rojos.
Sin embargo, no todos los trabajadores públicos acataron la orden. José Bravo* es un empleado público al que nunca se le ordenó expresamente que debía participar en el referendo, pero sí recibió mensajes con mandatos de acudir a su centro electoral y enviar una fotografía tras haber votado. Bravo cumplió la orden a medias porque se presentó a las afueras del centro, se tomó la fotografía, se registró en el punto rojo; pero no votó.
«Estoy muy descontento porque los beneficios laborales no representan nada, veo lejos un aumento de salario, no puedo vivir con el mínimo, pero igual hay que cumplir con todas las obligaciones de trabajo. Por eso no participe, aunque fingí hacerlo».
Carmen Golindano es maestra en Vargas y no votó porque prefirió irse de viaje con la familia. Sostiene que restó importancia a los mensajes que le enviaban generando presión para que participara «porque antes (en otras elecciones) había hecho lo mismo (no votar) y nunca pasó nada».
En la escuela donde trabaja llegó un reclamo porque no hubo registro de su sufragio y, hasta la fecha, desconoce si la «falta» se traducirá en un despido; pero afirma que no le da mayor importancia porque «sigo como maestra por vocación, no porque con esto pueda cubrir mis gastos».
Rafael Uzcátegui, sociólogo y coordinador general de Provea, explicó que con estas elecciones se llegó a un «nuevo nivel de vulneración», no solo porque se coaccionó a la gente para que votara, «sino porque a las pocas personas que fueron, las obligaron a presentar evidencias de que participaron, especialmente fotografías».
«La ausencia de personas en los centros electorales se interpreta como una abstención castigo. En esta oportunidad fuimos testigos de una no participación que era el mensaje, que demuestra una importante maduración política de la ciudadanía. La gente supo dilucidar que este evento tenía como principal objetivo medir la autoridad de Nicolás Maduro; y los ciudadanos tienen una legítima pretensión de que el territorio Esequibo es venezolano».
Ni los CLAP presionaron
Aunque en la mayoría de las comunidades las bolsas de los Clap llegaron la noche antes del referendo y los chats de WhatsApp no pararon de sonar el 3 de diciembre con llamados para que los beneficiarios de esta comida salieran a votar en la consulta por el Esequibo, muchos hicieron caso omiso.
Un vocera de un consejo comunal de la urbanización Don Samuel, parroquia Alto Barinas, del estado Barinas, detalló que la gran mayoría de los receptores de la bolsa de su calle no participaron en la consulta.
«De un total de 80 adultos inscritos el CNE solo salieron a votar cinco».
Justifica la abstención con desconocimiento sobre para qué sería esta consulta, tanto en «chavistas como opositores, creyendo que con participar apoyaban al Gobierno» .
A juicio de Uzcátegui, la gente está convencida de quién es la responsabilidad sobre la situación actual, pero cree que «los temores se han reducido al mínimo porque la gente casi no tiene qué perder: las bolsas cada vez son más escasas, nunca fueron de óptima calidad y cada vez hay menos calidad».