Palestinos se quedan sin lugares a los que ir ante creciente ofensiva israelí
El ejército israelí renovó el lunes sus llamados de evacuaciones masivas en la localidad sureña de Jan Yunis, donde se habían refugiado decenas de miles de palestinos desplazados en las últimas semanas, mientras expandía su ofensiva terrestre y bombardeaba objetivos en toda la Franja de Gaza.
La ofensiva ampliada tras el derrumbe de un cese el fuego que duró una semana pretendía eliminar a Hamás, que gobierna Gaza y cuyo ataque del 7 de octubre a Israel desencadenó la peor violencia en décadas entre israelíes y palestinos. La guerra ya ha matado a miles de palestinos y desplazado a tres cuartas partes de los 2,3 millones de palestinos que viven en el territorio, y que se están quedando sin lugares seguros a los que ir.
Israel, que ya enfrenta una creciente presión de su principal aliado, Estados Unidos, parecía apresurarse para asestar un golpe de muerte a Hamás —si es que eso era posible, dadas las arraigadas raíces del grupo en la sociedad palestina— antes de otro cese el fuego. Pero los costes de los combates, que según autoridades de salud han matado a cientos de civiles desde que terminó la tregua el viernes, incrementaban la presión para que volviera a la mesa de negociaciones, reportó AP News.
La campaña también podría dejar inhabitables aún más zonas del aislado enclave.
La ofensiva terrestre ha convertido buena parte del norte, incluida gran parte de Ciudad de Gaza, en un paraje desolado lleno de escombros. Cientos de miles de personas han buscado cobijo en el sur, que podría sufrir el mismo destino, y tanto Israel como la vecina Egipto se han negado a aceptar refugiados.
Aunque Israel realiza ataques aéreos en todo el territorio desde el inicio de la guerra, está menos claro dónde operan sus fuerzas terrestres. Un periodista de Associated Press en la población central de Deir al Balah oyó disparos y el sonido de tanques cerca, aunque no había confirmación visual en un primer momento. El ejército rara vez hace comentarios sobre el despliegue de tropas.
El contralmirante Daniel Hagari, vocero del ejército israelí, confirmó que el ejército perseguía a Hamás “con fuerza máxima” en el norte y el sur y dijo que intentaba minimizar el daño a los civiles.
Hagari se refirió a un mapa que divide el sur de Gaza en docenas de bloques para dar “instrucciones precisas” a la población sobre dónde evacuar.
Sin embargo, muchos palestinos han ignorado las órdenes previas de evacuación ya que dicen no sentirse más seguros en las zonas donde se les indica que se refugien, que también han sufrido bombardeos reiterados. El ejército, por su parte, ha prohibido regresar a los que huyeron del norte, ni siquiera durante el cese el fuego.