Ataque israelí mata a 76 miembros de una familia de Gaza
Un ataque aéreo israelí mató a 76 miembros de una familia, según dijeron el sábado rescatistas, al día siguiente de que el jefe de Naciones Unidas advirtiera que no había ningún lugar seguro en Gaza y que la ofensiva israelí creaba “obstáculos enormes” para la distribución de la ayuda humanitaria.
El impacto del viernes contra un edificio en Ciudad de Gaza estaba entre los más letales de la guerra entre Israel y Hamás, que ahora está en su 12ma semana, dijo Mahmoud Bassal, vocero del departamento de Defensa Civil de Gaza. Ofreció una lista parcial de los fallecidos —16 cabezas de familia de la familia Al-Mughrabi— y dijo que entre los muertos había mujeres y niños.
Entre ellos estaba Issam al-Mughrabi, un empleado veterano del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, así como su esposa y sus cinco hijos, reportó AP News.
“La pérdida de Issam y su familia nos ha afectado profundamente a todos. Naciones Unidas y los civiles en Gaza no son un objetivo”, dijo Achim Steiner, director de la agencia. “Esta guerra debe terminar”.
Israel declaró la guerra después de que milicianos de Hamás hicieran una incursión el 7 de octubre y mataran a unas 1.200 personas, además de tomar unos 240 rehenes. Israel ha prometido seguir peleando hasta que Hamás haya sido destruida y expulsada del poder en Gaza, y todos los rehenes hayan sido liberados.
Israel culpa a Hamás de la alta cifra de víctimas civiles debido a que el grupo utiliza zonas residenciales populosas con fines militares y tiene túneles bajo áreas urbanas. Ha realizado miles de ataques aéreos desde el 7 de octubre, y en general ha evitado hacer comentarios sobre bombardeos concretos, lo que incluye detallar el objetivo de cada ataque.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó el viernes una resolución suavizada que pide acelerar de inmediato las entregas de ayuda para los civiles desesperados en Gaza.
Estados Unidos consiguió eliminar una reclamación más firme de “suspensión urgente de las hostilidades” entre Israel y Hamás. Washington se abstuvo en la votación, al igual que Rusia, que quería los términos más enérgicos. Era la primera resolución sobre la guerra que salía adelante en el consejo, después de que Estados Unidos vetara dos iniciativas anteriores que pedían pausas humanitarias y un cese el fuego completo.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, renovó su vieja petición de un cese el fuego humanitario. Expresó su esperanza de que la resolución del viernes contribuyera a lograrlo, aunque dijo que “hace falta mucho más de manera inmediata” para poner fin a la “pesadilla” en la que vive la gente de Gaza.
En una conferencia de prensa, indicó que era un error medir la eficacia de la operación humanitaria en Gaza por el número de camiones que entraban en el territorio.
“El problema real es que la forma en la que Israel ejecuta esta ofensiva está creando obstáculos enormes a la distribución de ayuda humanitaria dentro de Gaza”, dijo. Añadió que no existen los requisitos para una operación efectiva de ayuda: seguridad, personal que pueda trabajar con seguridad, capacidad logística y en especial camiones, y la reanudación de la actividad comercial.
La ofensiva terrestre y aérea israelí ha sido una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente. Ha desplazado a casi el 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y arrasado amplias zonas del pequeño enclave costero. Más de medio millón de gazatíes —un cuarto de la población— sufre hambruna, según un reporte publicado esta semana por Naciones Unidas y otras agencias.
Amparado por el gobierno de Biden, Israel se ha resistido por ahora a la presión internacional para que reduzca la campaña. El contralmirante Daniel Hagari, vocero militar, dijo el viernes que las fuerzas estaban ampliando la ofensiva terrestre “a zonas adicionales de la franja, con énfasis en el sur”.
Las operaciones también continuaban en la mitad norte, señaló, también en Ciudad de Gaza, que fue el objetivo inicial de la operación de tierra. El ejército dijo que había hecho ataques aéreos contra combatientes de Hamás en varios puntos de Ciudad de Gaza.
El ejército también dijo el sábado que había trasladado a más de 700 supuestos milicianos desde Gaza a Israel para más interrogatorios, 200 de ellos en la última semana. Era un inusual atisbo de una controversial estrategia israelí que incluye detenciones masivas de hombres palestinos.
Los palestinos han informado de esas detenciones en zonas del norte de Gaza, que está bajo control de tropas terrestres, y dicen que suelen incluir a todos los chicos adolescentes y hombres que se encuentren en un lugar que registren los soldados. Algunos de los detenidos liberados han dicho que les dejaron solo con la ropa interior, les golpearon y retuvieron durante días sin apenas agua. El ejército ha negado las acusaciones de maltrato y dice que las personas sin lazos con los milicianos fueron liberadas con rapidez.
Israel dice que ha matado a miles de milicianos de Hamás, incluidos unos 2.000 en las últimas tres semanas, pero no ha presentado ninguna prueba para respaldar esa afirmación. Señala que 139 de sus soldados han muerto en la ofensiva terrestre.
Una vez aprobada la resolución de la ONU, no estaba claro cómo ni cuándo se acelerarían las entregas de ayuda. En este momento, los camiones entran por dos cruces: Rafah, en la frontera con Egipto, y Kerem Shalom, en la frontera con Israel.
Como parte de la resolución, Estados Unidos negoció que se eliminaran frases que habrían dado a Naciones Unidas la autoridad de inspeccionar la ayuda que entra en Gaza, algo que Israel afirma que debe seguir haciendo para garantizar que Hamás no recibe material.
El embajador israelí ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, dio las gracias a Estados Unidos por su apoyo y criticó duramente a Naciones Unidas por no condenar los ataques de Hamás del 7 de octubre. Estados Unidos vetó una resolución en octubre que habría incluido una condena porque no subrayaba el derecho israelí a la autodefensa.
Hamás indicó en un comunicado que la resolución de Naciones Unidas habría exigido una detención inmediata de la ofensiva israelí y culpó a Estados Unidos por presionar “para vaciar la resolución de su esencia” antes de la votación del viernes en el Consejo de Seguridad.