Iglesia está abierta para homosexuales y transgéneros, dice papa Francisco
El papa Francisco afirmó en una entrevista reciente que la Iglesia Católica está abierta a «todos», sin excepción, incluidos los homosexuales y las personas transgéneros.
«Todos, todos, todos», fue el llamamiento del máximo pontífice que afirma que está a favor de una Iglesia acogedora en la que tengan cabida «todos, todos, todos», incluidas las personas homosexuales y transexuales.
El papa Francisco lo reiteró y profundizó en su conversación con los jesuitas de Portugal, reseñó Vatican News.
Recordó su encuentro con un grupo de personas transgénero, llevadas la primera vez y varias más después a la audiencia general de los miércoles por la hermana Geneviève, de 80 años, «capellana» del Circo de Roma con otras dos religiosas.
“La primera vez que vinieron, lloraron. Les pregunté por qué. Una de ellas me dijo: ‘¡No creía que el Papa pudiera recibirme! Luego, tras la primera sorpresa, se acostumbraron a venir. Algunas me escriben, y yo les respondo por correo electrónico. ¡Todos están invitados! Me di cuenta de que estas personas se sienten rechazadas, y es muy duro”, lamentó Francisco.
Respecto a la sexualidad, el Papa reiteró la llamada a acoger en la Iglesia a las personas homosexuales. «Es evidente – aclara – que hoy el tema de la homosexualidad es muy fuerte, y la sensibilidad al respecto cambia según las circunstancias históricas. Pero lo que no me gusta nada, en general, es que se mire con lupa el llamado ‘pecado de la carne’, como se hizo durante tanto tiempo con el sexto mandamiento. Si explotabas a los trabajadores, si mentías o engañabas, no importaba, y en cambio eran relevantes los pecados por debajo de la cintura”.
«Todos están invitados en la Iglesia; hay que aplicar a cada uno la actitud pastoral más adecuada. No debemos ser superficiales e ingenuos, obligando a las personas a cosas y comportamientos para los que aún no están maduras, o no son capaces. Acompañar espiritual y pastoralmente a las personas requiere mucha sensibilidad y creatividad. Pero todos, todos, todos, están llamados a vivir en la Iglesia: no lo olviden nunca».