Al no aumentar, Maduro confirma que «Venezuela nunca se arregló»: Acceso a la Justicia
A juicio de la ONG Acceso a la Justicia, el pasado 1 de mayo, Maduro no solo dejó a los trabajadores sin aumento salarial, sino que confirmó que no hay recursos para superar la crisis económica y que Venezuela «nunca se arregló».
Maduro ignoró abiertamente el mandato del artículo 91 de la constitución, el pasado 1 de mayo, ya que en lugar de incrementar el salario mínimo, el cual es de 130 bolívares (cerca de 5 dólares), optó por aumentar otras bonificaciones que no tienen efectos sobre las prestaciones.
«Maduro confirmó el mal estado de las cuentas públicas y anunció el fin de la supuesta recuperación económica que su administración venía publicitando», suscribe Acceso a la Justicia en nota de prensa.
Los ajustes salariales de Maduro no sobrepasan los 50 dólares, en bolívares y todavía no queda claro, pese a que ya está en Gaceta Oficial si estos montos serán actualizados de acuerdo a la variación del dólar, como anunció el oficialista en cadena.
Hasta abril, para adquirir la canasta básica alimentaria se requerían 510, 88 dólares, de acuerdo con los cálculos realizados por el Cendas-FVM.
A criterio de Acceso a la Justicia lo más grave será la profundización del deterioro del ya derruido Sistema de Seguridad Social. La práctica desaparición del salario arrastrará a los aportes al Seguro Social, al Régimen Prestacional de Empleo y al Fondo Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV).
También afectará la recaudación de entes como el Instituto Nacional de Capacitación y Educación (INCES) y el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (INPSASEL), cuyos aportes se encuentran fijados al salario.
La decisión del Gobierno de no aumentar el salario mínimo no solo representa una violación a los mandatos constitucionales y de las propias directrices del oficialismo, sino que supone un duro golpe a la maltrecha economía de los trabajadores venezolanos.
«No se puede olvidar que el país aún no ha superado la emergencia humanitaria compleja en la que se encuentra sumido y que ha forzado a millones a buscarse la vida en otras latitudes, mientras que ha arrojado a millones a la pobreza. Al final, es el propio salario, en sus estertores, el que nos está diciendo que nunca existió la fábula de Venezuela se arregló».