ProBox advierte que IA podría ser usada para imponer propaganda y atacar a la oposición
Caracas, 27 abr (EFE).- Venezuela da los primeros pasos para introducirse en el uso de la Inteligencia Artificial (IA), en los que, de acuerdo con expertos, elementos como la crisis económica, la precariedad en los servicios públicos y las sanciones económicas juegan un papel en contra en su desarrollo.
Recientemente, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, presentó a Sira, una «presentadora estelar» creada con IA que forma parte de su nuevo programa de televisión «Con Maduro +», en el que prometió «muchas sorpresas» con esta disciplina.
Además, la viceministra para el Desarrollo de Tecnologías de la Información y la Comunicación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Gloria Carvalho, afirmó el pasado 20 de abril, que el país se encuentra en la «vanguardia en la investigación y desarrollo de la IA».
«La IA hay que entrenarla, ella sabe más por la información que tiene acumulada que por inteligente. Desde Venezuela estamos haciendo grandes esfuerzos por digitalizar nuestra información», indicó Carvalho.
Asimismo, dijo que el caso de Sira es producto de la recolección de «mucha información», a la que se le añadió una herramienta para saber responder ciertas preguntas, al tener programado un histórico de información de cómo un grupo de personas responde a interrogantes similares.
IA en Venezuela, incipiente
Pese a estos anuncios, el entrenador de seguridad digital de la ONG venezolana Redes Ayuda, David Aragort, explicó a EFE que Venezuela todavía está «muy por detrás» en el desarrollo de la IA, influenciado por la crisis económica y las sanciones económicas.
«Si comenzamos hablando de desarrollo todavía estamos muy por detrás, y en eso influye también un poco el tema de las sanciones. No lo digo como algo malo, sino algo que ha limitado, hasta ahora, el desarrollo de estas tecnologías para las personas que vivimos dentro del país», indicó.
Señaló que el sistema ChatGPT no puede ser usado desde Venezuela y los usuarios no pueden registrarse con un número de teléfono del país, aunque, dijo, son restricciones que se pueden evadir.
Otro elemento a considerar son las fallas en los servicios públicos como la electricidad y el internet, que para Aragort, son más estables en Caracas, pero en otras regiones es más palpable por lo que los medios dominantes son la radio y la televisión, con lo que cree que el impacto de la IA, por ahora, será limitado.
«Si estamos hablando del mundillo que ya tiene acceso a internet, diría que incluso a ese nivel todavía es limitado el impacto que va a tener la IA, por lo menos por ahora, hasta que empiece como un proceso de maduración en el que nos vamos a dar cuenta cuáles son las ventajas que nos brinda utilizar estas herramientas para el trabajo que ya hacemos», apuntó.
Beneficios y riesgos
A su juicio, con el tiempo se verá una adaptación de las herramientas de IA en cada vez más ámbitos, especialmente en el político, para obtener algún tipo de rédito, además de posicionar narrativas en las redes sociales.
Sobre esto, la directora de la ONG venezolana ProBox, Mariví Marín, indicó a EFE que en Venezuela existe una brecha en el acceso a la tecnología que hace pensar que el uso del internet es un privilegio y no un derecho.
«De alguna forma, el acceso al internet se entiende más como un privilegio que como un derecho y, además, cuando tienes un país en emergencia humanitaria (…) cosas como (lo) que pasa en las redes sociales, cómo se manipula o no, parece muy lejano para la mayoría de la población», apostilló.
Marín agregó que la IA tiene muchos beneficios en áreas como la salud y la academia pero, en el contexto venezolano, se puede desviar para la imposición de narrativas, propaganda ideológica y «ataques a líderes opositores».
«En el caso venezolano hemos visto cómo se ha optimizado el software Synthesia para crear supuestos noticieros estadounidenses (…) para promover entonces una versión de una Venezuela que no existe», señaló.
Marín dijo que de ahora en adelante se verá más el uso de la IA por parte del Gobierno con narrativas que apunten a la audiencia interna, de cara a las elecciones, y también la externa en aras de restablecer relaciones, nuevas inversiones y el regreso de la migración y la capacidad productiva del país. EFE