Petro reiteró que Venezuela debe estar libre de sanciones, y abogó por elecciones libres
El presidente colombiano, Gustavo Petro, abogó por la «reconstrucción democrática de América Latina» y apostó por el reingreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, durante la inauguración de la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela que se celebra este martes en Bogotá.
«América no puede ser un espacio de sanciones, tiene que ser un espacio de libertades, de democracia», dijo el mandatario, que también se refirió a la petición de elecciones libres y «garantías para que el pueblo venezolano decida libremente y soberanamente qué quiere».
Petro, promotor de esta conferencia para reactivar los diálogos entre el Gobierno y la oposición venezolana en México, indicó que, en su opinión, el primer paso es que Venezuela retorne al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, del que salió en 2013.
Ese sistema, según el mandatario colombiano, es un espacio para «encontrar las formas de una mejor democracia», y entonces el reingreso sería el primer paso para el resto de demandas, tanto de la oposición como del Gobierno venezolano, que no están presentes en la conferencia.
«La sociedad venezolana quiere no ser sancionada porque las sanciones han recaído en la sociedad», recalcó Petro que se refirió a la diáspora venezolana, ya que en las calles colombianas -el primer receptor de su migración- se ve al pueblo venezolano «muerto de hambre» por el efecto de las mismas.
Además, reconoció las peticiones de la oposición venezolana, con la que se reunió el pasado sábado como preparación de esta conferencia, de un «cronograma de elecciones y garantías» democráticas, un criterio al que muchos de los países presentes han priorizado el levantamiento de las sanciones internacionales.
Críticas y polémicas
Petro se refirió también a la suerte de otros países, haciendo referencia explícita a Perú, que no fue invitado a la Conferencia, donde «indígenas van cayendo en las calles muertos y asesinados», en alusión a las protestas contra la presidenta Dina Boluarte, cuya legitimidad Colombia no reconoce.
A esta conferencia asisten 18 países y el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
A Bogotá han acudido los cancilleres de Chile, Alberto Van Klareven y Bolivia, Rogelio Mayta, y se espera la llegada del argentino, Santiago Cafiero, mientras que el resto de países están representados por embajadores u otros diplomáticos.
Se espera que este encuentro sirva para revitalizar los diálogos en México, atascados desde el pasado noviembre, y para que los países que acompañan a Venezuela en su solución a la crisis aúnen posturas y empujen en un mismo sentido.
Las horas previas a la conferencia fueron marcadas por la polémica causada por el fallido intento del líder opositor venezolano Juan Guaidó de reunirse con algunas de las delegaciones participantes, pero tuvo que dejar Colombia la noche del lunes con destino a Estados Unidos porque no se le permitió quedarse en Bogotá por haber entrado ilegalmente al país.
Guaidó denunció esta madrugada que fue sacado de Colombia después de que la «persecución» y las «amenazas» del Gobierno de Nicolás Maduro «se extendieron» al país andino, pero las autoridades colombianas aseguran que el proceso cumplió todas las garantías y que no fue expulsado.
Incluso Petro aseguró hoy que su Gobierno hubiera ofrecido, «con mucho gusto», asilo a Guaidó si lo hubiera pedido para entrar en Colombia, pero lo hizo «ilegalmente» y por eso tuvo que salir para EE.UU. EFE