Hacinamiento en calabozos de Venezuela fue de 334% en 2022: abundan Tuberculosis, sarna y piojos

Nacionales | abril 14, 2023 | 8:05 am | .

Hablar del sistema carcelario de Venezuela es hablar de un sin fin de problemas estructurales que ponen en peligro la vida de miles de privados de libertad. En la Venezuela de la inflación, mientras la población hace maromas para subsistir en medio de la crisis de servicios públicos y la decadencia del sistema de salud, los presos apenas sobreviven. La desnutrición, el hacinamiento y las enfermedades son el pan de cada día. Sida, tuberculosis, covid, diarrea, sarna y hasta piojos.

Este jueves, fue presentado a los medios de comunicación el informe número 18 de Una Ventana a la Libertad, la única Asociación Civil que desde el año 2016 monitorea el estado de salud de los privados y privadas de libertad que se encuentran recluidos en centros de detención preventiva. El abogado Nieto Palma quien dirige UVL, calificó a las enfermedades como el «enemigo público número 1″ de los Centros de Detención Preventiva (CDP), que se han convertido en depósitos humanos a merced de la apatía del Estado.

De acuerdo a datos de la investigación, en la que se monitorearon 284 calabozos, casi la mitad de las personas que están recluidas en estos retenes provisionales padecen de desnutrición. “El hacinamiento se ubicó en 156,54% a finales del primer semestre y en 176,25% durante el segundo semestre del año».

Es decir, que los calabozos alcanzaron un hacinamiento del 334,55%. Para un cupo de 220 en los calabozos, había 726 detenidos.

UVL destacó que la llamada «Revolución Judicial» que impulsó el Gobierno hace más de un año ha tenido resultados modestos, por no decir insuficientes. «La política de acabar con el hacinamiento a través de la Comisión para la Reforma del Poder Judicial, dio resultados importantes en cuanto a la reducción del número de personas detenidas en los CDP; pero, debido a que no fue una verdadera política pública sino una medida gatopardiana e improvisada, a fin de aparentar que se estaba respondiendo a la solicitud de la entonces Comisionada para los DDHH de la ONU, los resultados no lograron impactar profundamente en la problemática interna de los calabozos».

Todo lo relativo a la Reforma del Poder Judicial, quedó esperando una respuesta real y decidida al problema, lo cual significa que en la realidad no se resolvió nada. Para julio del año 2022 había 16.778 detenidos/as en los 335 CDP monitoreados, el año de mayor funcionamiento de la Comisión Especial para la Reforma del Poder Judicial, y para finales del segundo semestre se encontraban detenidas 16.837 personas en los Centros de Detención Preventiva, en los 284 monitoreados en todo el país.

Esto significa un aumento mínimo de 59 personas lo cual nos indica que, si no se continúan las acciones de descongestionamiento por iniciativa de los CDP, veremos nuevamente el hacinamiento que teníamos a principios de 2021.

¿Salud?

Palma precisó que la tuberculosis sigue cobrando vidas humanas en los calabozos monitoreados por la organización. “No cabe dudas de que se trata de una enfermedad infectocontagiosa vinculada a las condiciones sanitarias de los calabozos policiales, lugares donde no hay espacio para clasificar a los detenidos, tanto, que los contagiados comparten el mismo aire con las personas que están aparentemente sanas”.

El ambiente en el que están los privados de libertad es altamente contaminante: las celdas no tienen ventilación, no hay agua potable, el servicio médico es inexistente, no hay vehículos para traslados y las recolecciones de basura no es frecuente.

Lo que ha generado la aparición de sarna y piojos. “Hemos encontrado una nueva variante, 47 detenidos (10,88%) están padeciendo de una afección denominada Pediculosis, comúnmente llamada piojos. La propagación de este padecimiento es constante debido al reducido tamaño y al hacinamiento que hay en las celdas”, sostuvo.

La escabiosis también hace estragos dentro de los calabozos policiales. Destaca que 28 casos (6,48%) de los privados y privadas de libertad presentaron enfermedades en la piel, entre ellas, la comúnmente denominada sarna.

Respecto al Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (VIH-SIDA), encontraron 43 casos, es decir, el 9,95% de la población penitenciaria estudiada durante este período padece de esta enfermedad infectocontagiosa que requiere de tratamiento adecuado y constante.

Por lo general, se quejan de dolores osteomusculares, debido a que duermen en el suelo o sobre colchonetas que no reúnen las condiciones básicas para tener un buen descanso. Las heridas por arma de fuego y traumatismos de vieja data, diabetes e hipertensión arterial también son padecimientos que presentan los privados y privadas de libertad.

Embarazos

Durante el año 2022, Una Ventana a la Libertad registró que 8 detenidas estaban embarazas, dos de ellas presentaron infecciones vaginales y patologías mamarias.

«Por lo general estas mujeres dan a luz dentro de las celdas bajo unas condiciones de higiene muy precarias y son separadas de sus hijos a pocas horas del alumbramiento. En su mayoría, estos embarazos son consecuencia de relaciones forzadas o a veces aceptadas con detenidos o por abuso sexual de algún funcionario. Los expertos explican que la mujer, por miedo a represalias, siempre se niega a identificar quién es el padre».

Estos datos revelan que la realidad que se vive dentro de los Centros de Detención Preventiva es realmente una flagrante violación del derecho a la dignidad, a la salud y, por ende, finalmente a una vida digna.