Wayúu, eñepá y kariñas viven en la Cota 905 desde hace décadas
Un reporte especial de VOA reveló este miércoles que unas tres poblaciones indígenas wayúu, eñepá y kariñas, tratan de mantener presentes sus costumbres en la cima de una montaña de uno de los barrios más peligoros de la capital, la Cota 905. Llegaron huyendo hace décadas del crimen en sus pueblos originarios.
Nicsa González contó al medio web la «bienvenida» que le dieron cuando llegó hace más de 20 años. “Me sacaron todas las cosas los malandros”, pero “después se hicieron amigos de nosotros porque no nos metemos con ellos (…) y pidieron disculpas”.
Nicsa es wayúu, el pueblo indígena más numeroso de Venezuela. Fue una de las primeras en asentarse en el territorio marcado por la criminalidad. «Un familiar migró primero, luego llegó ella, después se sumó su hermana, las paisanas… y así comenzaron a poblar la montaña. Sus casas están en una zona casi rural, con caminerías de tierra. Los techos y paredes de las casas son láminas de zinc, muchas ya desgastadas, que se sostienen con pedazos de palos de madera sujetados con alambre».
“Yo no quiero estar allá, no se puede vivir”, exclama Nicsa, que tiene casa en el estado Zulia que le “regaló el presidente” fallecido Hugo Chávez, a quien recuerda con devoción. “Allá donde me dieron mi casa hay sicarios (…) entonces, si nos ponemos a vender hielo o helados o chucherías frente a la casa llegan motorizados (que dicen) ‘ustedes señora tienen que pagar (…) vengo mañana’” a pedir dinero, y eso la atemoriza.
Se estima que unos 160 guajiros viven en esta montaña, adonde se trasladaron desde la Península de La Guajira, que comparten Colombia y Venezuela.