Nuestra industria petrolera y su responsabilidad social
La responsabilidad social de una empresa incluye su relación y compromiso con el accionista, con sus trabajadores, clientes, proveedores y con el entorno en el que realizan sus actividades. ¿Cuál ha sido la responsabilidad social de nuestra industria petrolera en las etapas de las transnacionales(1920-1975), de la meritocracia (1976-2002) y de la destrucción (2003 al presente)? ¿Fueron siempre las transnacionales unas villanas? ¿Es cierto que la Pdvsa meritocrática no se preocupó por su entorno? ¿Acaso ahora Pdvsa sí es del pueblo? El libro Responsabilidad social de la industria petrolera venezolana: apuntes y testimonios, que acabamos de enviar a la imprenta contiene información sobre estas etapas, con énfasis en las relaciones con el entorno.
El mismo no pretende ser exhaustivo. Tiene los siguientes objetivos :1- Señalar algunas contribuciones realizadas por las transnacionales antes de la estatización. 2- Consignar los logros de Pdvsa en el negocio petrolero y en su aporte al progreso de las comunidades. 3- Reseñar lo realizado por Pdvsa después del año 2003, cuando asumió actividades no relacionadas con los hidrocarburos, con la aclaratoria de que su último informe es del 2016. 4- Ofrecer algunos elementos que permitan conocer y evaluar lo realizado.
El compromiso con el accionista es suficientemente conocido, no así lo realizado en las comunidades. En las dos primeras etapas este tópico se manejó, equivocadamente, con un bajo perfil. La excusa fue que “no se debía divulgar mucho para evitar que llovieran peticiones de apoyo”, tanto de otras comunidades alejadas de las áreas operativas, como del gobierno central, gobernaciones y alcaldías. Posterior al año 2003, el gobierno descargó en Pdvsa actividades que no le competen, divulgando alcances y resultados que ameritan escudriñarse, ya que la empresa administra recursos que antes entregaba al fisco.
Poco se ha escrito respecto a las relaciones y contribuciones de la industria petrolera con su entorno operacional. Por ello, hemos querido hacer un aporte no exhaustivo, para lo cual nos hemos valido del conocimiento personal, pero primordialmente de testimonios y publicaciones técnicas de distinguidos profesionales. Esta labor se facilitó por haber trabajado en algunas organizaciones que desde Petróleos de Venezuela (Pdvsa) o desde afuera de esta empresa, pero con programas financiados por la misma, dedicaron esfuerzos en pro de una relación más armónica entre la actividad petrolera y el medio rural.
Manuel Bermúdez Romero nos suministró información sobre los aportes realizados a la infraestructura, incluyendo vías de comunicación, escuelas, hospitales, dispensarios, así como a la cultura. Dicha información abarca las dos primeras etapas. Luis Marcano González escribió sobre el Servicio Shell Para el Agricultor y su heredera, la Fundación Servicio Para el Agricultor ( Fusagri), con datos sobre el impacto de ambas organizaciones en el sector agrícola. También sobre el Colegio de Agricultura Simón Bolívar, que formó estudiantes de un gran número de países.
La empresa Palmaven, filial de Pdvsa, realizó numerosos programas sociales, ambientales, de asistencia técnica a los agricultores y empresas mixtas con mayoría accionaria del sector privado. Reconocemos la labor de los dos presidentes que me precedieron, Alfredo Gruber, el fundador, y Fernando Sánchez, ambos con sensibilidad social, constituyeron un equipo competente.
El artículo sobre los programas sociales fue elaborado por Oralyn Caldera, en el que enfatiza el trabajo en las cuencas hidrográficos, conjuntamente con la red de actores. La parte ambiental fue responsabilidad de Andrés González, Pedro Marcano y Freddy Marín, entre otros. Los testimonios sobre la asistencia técnica a los agricultores son de Pedro Pereira y Anayansi Perozo, en la descripción de algunas empresas mixtas colaboraron Fernando Morales y José Estrada. Además, se resumen siete trabajos técnicos en el área de ambiente, dos en lo social y dos en asistencia técnica.
Las actividades de la Fundación Zumaque las describe Beatriz Cisneros. Los programas de Intevep con su entorno los reseña Paulina Romero, al igual que lo referente al Centro de Arte La Estancia. Alcira Ascanio, nos ofrece lo realizado en el cortafuego vegetal en el cerro El Ávila y la recuperación de un bosque xerofítico en Falcón. Pedro Castillo nos narra una experiencia de apoyo a la comunidad de Pariaguán y Rafael Juárez nos relata sus vivencias en el área cultural en Falcón. Este libro no hubiese sido posible sin la colaboración de los citados y de otros. También agradecemos las observaciones de Beatriz García y de Rafael Gallegos.
La información recabada permite concluir que, en las dos primeras etapas, las petroleras cumplieron con su accionista, trabajadores, clientes y proveedores. Las transnacionales, después de 1943, hicieron importantes donaciones a las comunidades y a la infraestructura nacional. Durante la etapa de la Pdvsa meritocrática (1976 al 2002), se pasó del concepto de donaciones al de inversión social, con el ingrediente importante de trabajar conjuntamente con los miembros de las comunidades y otros actores. En la etapa posterior resalta la abundancia de Misiones y otros programas sociales, pero con gran discontinuidad e injerencia política; hay corrupción, caída de la producción, escasez de combustibles, innumerables accidentes y trabajadores mal remunerados.
Como (había) en botica: El Movimiento de Ciudadanos Venezolanos en el Mundo, instaló el sábado pasado el capítulo de Estados Unidos. Su objetivo es defender el derecho a votar, en las primarias y en las presidenciales, de quienes integramos el 25 estado de nuestra patria. Con el apoyo de gran parte de la diáspora podemos lograrlo. Este Movimiento no tiene carácter político y, por lo tanto, no apoya a ningún precandidato presidencial. Lamentamos el fallecimiento de Félix Bonillo, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
21/03/23