Lo que sabemos del incendio en estación de México donde fallecieron 12 venezolanos
La noche de este lunes se registró una situación irregular en una estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, México, donde lamentablemente perdieron la vida 37 personas, entre ellos 12 venezolanos. También se reportaron 29 heridos.
Durante las últimas horas, el siniestro causó conmoción internacional debido a que en principio, se desconocían las causas que generaron el incendio. La Fiscalía General de la República inició una investigación para determinar el origen del mismo y precisó que alrededor de las 9:30 p.m. la Unidad dependiente de la Fiscalía Especializada en materia de DDHH movilizó a sus agentes del Ministerio Público, policías y peritos.
“Inmediatamente después de que ocurrieron los lamentables hechos en la estación migratoria de Ciudad Juárez, ayer a las 21:30 horas, en donde fallecieron 37 personas en las instalaciones y 2 más en un hospital, y se encuentran graves 29 personas más, la Delegación de la Fiscalía General de la República intervino para iniciar las diligencias correspondientes, dándole aviso a la Unidad de Investigación de Delitos para Personas Migrantes”, informó a través de un comunicado.
La FGR explicó que la investigación es por delitos de daños a la propiedad ajena y homicidio.
Medios locales reseñaron que también investigarán la actuación del Instituto Nacional de Migración.
«Las autoridades no descartan la posibilidad de establecer la responsabilidad que pudieran tener los encargados de ese albergue, quienes probablemente tardaron en abrir las puertas del área en donde estaban confinados los migrantes», suscribe reporte de Prensa Libre según fuentes.
Muy temprano este martes, el Instituto Nacional de Migración detalló -en un comunicado- que en ese lugar se encontraban alojados 68 hombres mayores de edad. Al tiempo que precisó la nacionalidad de las víctimas fallecidas: un colombiano, un ecuatoriano, 12 salvadoreños, 28 guatemaltecos, 13 hondureños y 12 venezolanos.
La agencia EFE detalló que antes de que se registrara el incidente, los agentes del IN, llevaron a cabo un operativo para retirar de las calles a migrantes que pedían limosna en las calles de localidades fronterizas.
«Migrantes fueron los culpables»
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador aseguró que la causa del incendio habría sido una protesta de los mismos migrantes. «Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de iban a ser deportados, movilizados, y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia», declaró en rueda de prensa.
“Lo que sabemos hasta ahora es que son migrantes de Centroamérica fundamentalmente y algunos de Venezuela los que estaban en ese albergue. No sabemos todavía exactamente los nombres y la nacionalidad de los que lamentablemente perdieron la vida. Es muy triste que esto pueda suceder”.
Responsabilizan al Gobierno de López Obrador
El Colectivo de Monitoreo Frontera Sur responsabilizó al gobierno mexicano y al INM por la muerte de los migrantes.
«Es responsabilidad del gobierno investigar de manera diligente, procesar y sancionar a los responsables de estos hechos y reparar integralmente a las personas migrantes víctimas y a sus familiares», señaló la ONG en un comunicado.
«Deben deslindarse las responsabilidades de los funcionarios de la estancia por acción u omisión, así como revisar las causas estructurales que provocan este tipo de sucesos como la falta de información y resolución efectiva de los casos de personas detenidas en dichas estancias».
Al tiempo que advirtió que la detención migratoria no debe ser una práctica sistemática que ponga en riesgo la vida de los migrantes.
Crisis migratoria sin precedentes
Durante muchos meses, EEUU se convirtió en el objetivo principal de migrantes venezolanos y otras nacionalidades. Sobre la Administración Biden recayeron cientos de críticas, por la ausencia de medidas contundentes que permitieran frenar la crisis migratoria que derivó en albergues colapsados y múltiples denuncias por falta de un protocolo adecuado para recibir a millones de personas en territorio norteamericano.
Fue el 12 de octubre de 2022, cuando se instauró el Título 42 y miles de migrantes fueron deportados sin aviso a México, tras cruzar la frontera.
Pero el remedio fue peor que la enfermedad. Desde entonces, los migrantes venezolanos quedaron a la deriva, optaron por dormir en el suelo, instalar campamentos y esperar un milagro que les permitiera cumplir el sueño americano. Han pasado 5 meses y la situación no ha cambiado.
Pese a la oferta de 24.000 visas humanitarias, la nueva política estadounidense de expulsar a los venezolanos bajo el Título 42 «ha causado mucha incertidumbre» para los migrantes, indicó Rodd Gerstenhaber, jefe de misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en México y Centroamérica, el 23 de octubre.
«Algunos o casi la mayoría no saben qué hacer, si deberían seguir subiendo la ruta hacia el norte o quedarse donde están o cerca de donde están o, incluso, regresar a Venezuela o Colombia o donde estaban antes de emigrar», expuso Gerstenhaber en una entrevista con EFE.
De acuerdo con el reporte de R4V, se estima que desde la fecha en la que comenzó a funcionar la nueva medida contra los migrantes venezolanos, hasta el día 25 del mismo mes de octubre, se habían deportado y devuelto a México unos 5.343 venezolanos. Unos 381 venezolanos expulsados por día.
R4V acotó que las expulsiones de los migrantes venezolanos se han hecho desde cinco puntos: Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras y Matamoros; y en su mayoría son personas solteras. Sin embargo, también se está registrando la deportación de familias.
EEUU dejó claro que no permitirá solicitar asilo a quien sea reconocido como refugiado en otro país, por tanto, los venezolanos que llegan hasta México prefieren no arroparse como refugiados en el país azteca ya que eso les cerraría las puertas a su sueño de llegar a EEUU.
Este lunes, autoridades mexicanas hallaron a un grupo de 93 migrantes, originarios de India, Guatemala, El Salvador, Honduras y Ecuador, en el municipio de Juárez, Nuevo León, estado fronterizo con EEUU, donde estaban hacinados en la caja de un camión de carga.