Nuestro cuerpo: extraño acompañante
A menudo damos por sentado que nosotros y nuestro cuerpo somos un solo ente. Sin embargo, no hay nada que nos sea más extraño que ese vehículo, del cual, solo somos unos simples pasajeros. Regularmente, no prestamos atención a cómo funciona nuestro organismo y, por tanto, no sabemos cómo cuidarlo de manera adecuada. Un hecho innegable es que nuestro cuerpo es una verdadera maravilla de la naturaleza y como tal, merece ser comprendido y respetado.
El cuerpo humano es una máquina increíblemente compleja y perfectamente diseñada. Está formado por un conjunto de sistemas interconectados que trabajan juntos para mantenernos vivos y funcionando de manera óptima. El sistema circulatorio transporta la sangre por todo el cuerpo, proporcionando oxígeno y nutrientes a todas las células y eliminando productos de desecho. El sistema respiratorio proporciona el oxígeno necesario para el funcionamiento de las células y elimina el dióxido de carbono. El sistema digestivo procesa los alimentos y los convierte en nutrientes que el cuerpo puede utilizar. El sistema nervioso controla y coordina todas las actividades del cuerpo, incluyendo el movimiento, el pensamiento y las emociones. Estos son solo algunos ejemplos de los muchos sistemas que trabajan juntos en el cuerpo humano.
Uno de los aspectos más sorprendentes del cuerpo de los seres humanos es la capacidad de autocuración. Cuando sufre alguna lesión, él comienza a trabajar inmediatamente para reparar el daño. Las células comienzan a dividirse y a generar nuevo tejido para reemplazar la materia dañada. En simultáneo, el sistema inmunológico entra en acción para alejar las infecciones y otras enfermedades. En su conjunto, es increíble cómo esta inteligente y perfecta máquina es capaz de repararse a sí misma de manera tan eficiente.
El cuerpo humano es adaptable y puede cambiar de diferentes formas para satisfacer sus propias necesidades. Por ejemplo, cuando el cuerpo se ejercita regularmente, los músculos se fortalecen y convierten en órganos resistentes al esfuerzo. El cuerpo también puede ser modificado a través de la alimentación y los hábitos de vida: si se sigue una dieta saludable y se practica cualquier tipo de ejercicio, se puede perder peso y mejorar la salud en general.
Otro aspecto fascinante del cuerpo es la facilidad que tiene para comunicarse con su pasajero a través de síntomas y señales. Aunque a menudo, los alertas son ignorados, la realidad es que, continuamente, el cuerpo se mantiene enviando información sobre su estado y lo que necesita. Por ejemplo, si está cansado, envía señales de fatiga como somnolencia o dificultad de concentración y si se siente enfermo, suele enviar síntomas como fiebre o dolor de cabeza.
Es importante resaltar que, el cuerpo incrementa sus necesidades a medida que envejece. Por ejemplo, el metabolismo puede disminuir y es posible que se requiera hacer cambios en la alimentación o rutina de ejercicios para mantener un peso saludable. También es factible que los requerimientos nutricionales cambien con la edad, por ello, es fundamental que los alimentos contengan los nutrientes adecuados para las diferentes etapas etarias de las personas o en su defecto, esta carencia debe ser compensada a través de la ingesta de suplementos proteicos.
Tampoco debemos olvidar que mente y cuerpo están estrechamente relacionados, la salud mental afecta al cuerpo y la salud física puede afectar a la mente. Por ejemplo, el estrés y la ansiedad pueden afectar a la presión arterial y al ritmo cardíaco, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de salud como enfermedades cardíacas y problemas gastrointestinales. Asimismo, una enfermedad física grave o una discapacidad, pueden afectar la salud mental al provocar estrés, ansiedad y depresión.
Existen muchas formas de mejorar la salud física y mental del cuerpo, aquí solo haré un vuelo rasante por algunas de ellas:
La actividad física ayuda a mejorar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad del cuerpo; reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas; mejora el estado de ánimo y la salud mental.
Consumir alimentos saludables es una forma de fortalecer la salud: las frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables proporcionan nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente. Los nutrientes como las vitaminas, los minerales y los antioxidantes juegan un papel importante en la prevención de enfermedades y en el mantenimiento de la salud general.
Dormir entre 7 y 9 horas diarias, ayuda a mantener la salud física y mental desde varios puntos de vista: regula los niveles de hormonas del hambre y saciedad, lo que puede ayudar a controlar el peso; reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial alta; fortalece el sistema inmunológico y combate enfermedades e infecciones; ayuda a mejorar la memoria y la capacidad de aprendizaje: durante el sueño, el cerebro procesa y almacena la información adquirida durante el día.
En este nuevo año, para cuidar la salud mental de nuestro extraño acompañante, debemos rodearnos de familiares y amigos que nos brinden fortaleza emocional y espiritual y sobre todo; debemos huir despavoridamente de las relaciones tóxicas, sean estas de cualquier índole, porque ellas afectan el equilibrio mental, en forma negativa.
Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE