Ante ausencia del Estado: escuelas de Petare y Cota 905 enseñan a los más pequeños a protegerse de las balas
Un trabajo especial de la periodista Carmen Victoria Inojosa titulado «Escuelas a prueba de balas», refleja la dura realidad que viven los venezolanos, sin importar su edad, en las barriadas caraqueñas. Debido a la falta de políticas del Estado para abordar la violencia, escuelas de Petare, la Cota 905 y otros estados, se preparan para «no morir en la primera infancia».
En el Día Escolar de la No Violencia y la Paz de este 2023, Cecodap y la Agencia de Periodistas Amigos de la Niñez y Adolescencia, junto con Historias que laten y Dart Center, publicaron este trabajo que describe como la niñez en Venezuela se defiende de las balas. «En sus comunidades y escuelas esta es una de las lecciones más importantes en los primeros años de vida. Ocurre sin protocolos de actuación ni programas de salud mental por parte del Estado que les ayuden a enfrentar la violencia que los ve crecer. Es un vacío oficial que algunos planteles educativos, como pueden, intentan llenar para salvar sus vidas», suscribe nota de prensa de Cecodap.
Durante un año, el equipo liderado por Inojosa visitó escuelas de Petare y Cota 905. Allí se pudo conversar con niños y niñas, entre los 4 y 6 años de edad; así como con docentes, líderes comunitarios y madres o cuidadoras. Las escuelas, sus estudiantes, personal y cuidadores están solos en un conflicto armado que se ha recrudecido en varias zonas de Venezuela. Algunas maestras enseñan a los niños –hasta a los más pequeños que acuden al jardín– a protegerse de las balas. Otras apelan a la intuición. Las instituciones no tienen un protocolo de actuación oficial ni de comportamiento seguro para estos casos.
Durante los meses de investigación se encontró que hay 7 escuelas de Fe y Alegría, la red internacional de educación popular, ubicadas en los estados Apure, Bolívar, Distrito Capital, Miranda y Zulia en las que preparan a sus estudiantes tanto para la vida como para no morir en la primera infancia. Los centros educativos están en comunidades donde la violencia urbana forma parte de la rutina escolar: tiroteos, delincuencia, enfrentamientos entre bandas, intervenciones de cuerpos de seguridad del Estado.
Desde 2017, en estas siete escuelas, las maestras y el personal escolar han recibido instrucciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sobre comportamiento seguro en conflictos armados y situaciones de riesgo. Ante la falta de protocolos de actuación y programas de salud mental del Estado, las docentes están a cargo de enseñar a los estudiantes a buscar un lugar seguro cuando hay tiroteos. Es una clase que ellas asumen como parte del plan de estudio.
Destacan que en septiembre de 2019, la Defensoría del Pueblo presentó un protocolo para prevenir y reducir la violencia en las escuelas, el documento orienta sobre la convivencia escolar, pero no hay un espacio dedicado a la violencia urbana. Además, al revisar las memorias y cuentas del Ministerio de Educación de los años 2013, 2014 y 2015 (son los documentos disponibles) no se encontraron proyectos relacionados con la violencia y seguridad de las escuelas en caso de tiroteo en la comunidad.
“No recibimos orientación del Ministerio de Educación en ese sentido. Lo que sabemos es porque la CICR formó a algunas escuelas en cuanto a la prevención de la violencia urbana. En estos colegios se hacen simulacros para saber qué hacer en un momento de un tiroteo”, dijo Yameli Martínez, coordinadora Pedagógica Nacional de Ciudadanía de Fe y Alegría.