Rafael Narváez: El Estado sepultó los DDHH en el 2022
El defensor por los derechos civiles Rafael Narváez presentó este sábado el balance del año 2022 al que calificó de “triste” en materia de DDHH.
“Uno de los derechos más vulnerados por el Estado es el derecho a un salario digno que le permita al pueblo adquirir los artículos de la canasta básica. Pero un trabajador percibe 7,59 dólares mensuales que no alcanza para adquirir algo de carne y un cartón de huevos. La pensión también es de hambre, que coloca a nuestros abuelos en la dolorosa decisión de comprar medicamentos para la tensión arterial o adquirir unos cambures para llevar algo en el estómago”, dijo.
Narváez agregó que el derecho a la salud solo está garantizado para quienes tienen seguros en dólares, “mientras que los menos pudientes se ven obligados acudir a los hospitales que no prestan un buen servicio y de paso deben llevar todo para que los atiendan”. “El caso de los pacientes crónicos es grave por no poder cumplir su tratamiento colocando en riesgo sus vidas. Tal es el caso de los que sufren de cáncer, enfermos renales, los niños del JM de los Ríos esperando transplantes son solo una prueba de la violación del derecho a la salud”.
El también abogado se refirió al derecho a una justicia imparcial, autónoma e independiente que administre justicia.
“Este es un derecho que sigue siendo vulnerado sistemáticamente por parte del Estado, sistema de justicia politizado. Como ejemplo, están los presos políticos: víctimas de violaciones graves a los DDHH, al debido proceso, garantías procesales y garantías constitucionales. Algunos con boletas de excarcelación y aún siguen privados de libertad. Por estos motivos y muchos más en la Corte Penal Internacional se procesa y se investiga crímenes de lesa humanidad ocurridos en Venezuela año 2017”.
Por último, Narváez se refirió a los derechos a servicios públicos de calidad, libertad de expresión y seguridad personal.
“El caso de los servicios básicos es un derecho y el más afectado es el derecho al consumo del agua potable, la energía eléctrica sigue estando en racionamiento y el gas doméstico por cilindros lo reciben quien esté en la lista de los consejos comunales y los que no aparecen su destino es la leña. Otros de los derechos que en los últimos meses del año el Estado ha arremetido sin piedad es contra la libertad de expresión, limitando el derecho a informar, libre ejercicio del periodismo y al trabajo con el cierre descomunal de emisoras de radio sin derecho a la defensa, el abuso de los cuerpos de seguridad del Estado contra los ciudadanos con intimidación y violencia volando el derecho a la seguridad personal.
“Estamos en presencia de un Estado sin alma, indolente e inhumano que mantiene los derechos humanos en la oscuridad”, finalizó el defensor por los derechos civiles.