¿Por qué regresó Lula?
El gigante sudamericano fue nuevamente tras la huella del antiguo obrero metalúrgico, nacido en Caetés, en el nordeste, estado de Pernambuco. Luis Ignacio Lula da Silva, logra obtener la victoria en unos apretados comicios en donde venció a Jair Bolsonaro.
Será la tercera vez que estará al frente del gobierno brasileño. Hecho inédito en la historia del país. Su vida es toda una epopeya llena de sacrificios. Su origen humilde lo vinculó resueltamente con las grandes mayorías desfavorecidas.
Una nación con una de las economías emergentes más importantes, paradójicamente, colecciona un sinnúmero de pobres, que apenas tienen para un bocado. Sus gestiones anteriores sacaron de la miseria a cincuenta millones de familias. Hizo de Brasil un protagonista en el mundo, cómo cuando logró que se realizaran en su tierra: el mundial de Futbol en el 2014 y los juegos olímpicos de Rio de Janeiro en el año 2016.
En la exposición de motivos para lograr la gesta olímpica, logra derrotar a la mayoría europea, que apostaba por la ciudad de Madrid, para complacer al antiguo presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) el español Juan Antonio Samaranch, quien, con severos quebrantos de salud, los quería como una suerte de gran despedida.
El mandatario brasileño consigue ganar la votación ante la lánguida mirada de Samaranch. Aquellos dos eventos dimensionaron la preponderancia universal del gran gigante. ¿Por qué regresa Lula? En primera instancia tenemos que decir: que la buena gestión en el área social, de sus gobiernos anteriores, hicieron que el electorado buscara en el presidente electo, los tiempos de esplendor que vivieron gracias a él.
El haber escogido al tecnócrata derechista y de amplio prestigio Geraldo Alckmin, quien compitió con Lula en el 2006, le garantizaba tranquilidad en los mercados nacionales e internacionales. Este giro ideológico trajo la calma en sectores dubitativos. Con esta inteligente decisión Lula, envió un mensaje: en donde indica que esta gestión no la marcará una ideología recalcitrante. Por otra parte, la errática maneja de conducirse en la vida política, terminó por liquidar a inefable Jair Bolsonaro. Su actitud irresponsable en el manejo de la crisis del Covid, en donde murieron seiscientos mil brasileños. Recordemos que al principio le restó importancia a la pandemia universal.
Brasil fue de los últimos países del Hemisferio que utilizó las vacunas. El mensaje confrontacional y de odio que exhibió Jair Bolsonaro, logró que el veneno le emponzoñara el proyecto político. Un aspirante tiene que proponer ideas, que redunden en beneficio del ciudadano, y no solamente acusar a su oponente de casos que ya la justicia brasileña había juzgado. Al agredir a Lula la gente tomó partido por aquel que resolvió parte de sus problemas en el pasado.
La gente buscaba salidas, no solamente la crítica superflua. Jair Bolsonaro fue sumamente torpe para lograr apoyos de otras fuerzas. Simone Tebet y Ciro Gomes, los representantes de la llamada tercera vía, consiguieron el 7% de los sufragios en la primera vuelta de las elecciones de Brasil.
Le aportaron a Lula diez millones de votos, lo cumbre, es que ambos son de pensamiento de derecha. Sin embargo, prefirieron cruzar el puente que entenderse con un espécimen prehistórico. Recuerden que el mandatario ganó por algo más de dos millones.
Otro punto clave de la victoria es sin duda el apoyo de la poderosa Confederación Evangélica de Brasil, en este país se está produciendo un enorme crecimiento de la doctrina protestante. Tal es así que uno de los primeros viajes apostólicos del Papa Francisco, fue ir hasta la nación amazónica, para tratar de contrarrestar el fenómeno. Casi un veinte por ciento de la población profesa esa creencia.
La confederación logró que Lula firmara un documento comprometiéndose a rechazar el aborto, por eso no es extraño que un confeso ateo, hablara de la fe en Jesucristo, en su discurso al ganar la presidencia. Este nuevo periodo nos traerá un mandatario comprometido con la transformación social, pero alejado de una izquierda maquiavélica.
Quienes lo llevan nuevamente al poder son los respaldos de influyentes factores derechistas. El vuelco lo conecta con Estados Unidos y otros centros de poder. Un gobierno de unidad de nacional y de cambios democráticos.
Este proceso será para fortalecer la libertad, poner a Brasil en la ruta de la grandeza. Su idea no es ser una figura estratosférica, engreída y aspirante al liderazgo interplanetario, su trabajo será devolver a su nación al sitio correspondiente.
@alecambero
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