Al maestro con cariño: Luis Beltrán Prieto Figueroa
«Honor a quien honor merece». A 29 años de su desaparición física, rendimos tributo al maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, educador, abogado, político, poeta y crítico literario.
A lo largo de nuestro ejercicio profesional periodístico son numerosas las personas del mundo político a las que entrevistamos, y una de ellas fue el eminente y polémico Luis Beltrán Prieto Figueroa, un margariteño nacido en La Asunción, capital del estado Nueva Esparta, un 14 de marzo de 1902 y fallecido en Caracas el 23 de abril de 1993.
De adusto rostro que inspiraba recelo y respeto, pero con un carácter jocoso que exhibía cuando consideraba oportuno, el maestro como así lo llamaban sus compañeros de partido en AD, del cual fue fundador con Rómulo Betancourt, siempre mantuvo extraordinarias relaciones con los periodistas a quienes distinguía con sus propios nombres.
Polémico a más no decir, ocupó a menudo espacios en los medios de comunicación social, y siempre se mostró atento y dispuesto a atender a los periodistas cuando requerían entrevistarlo. Solía deslizar su jocosidad, como cuando en cierta ocasión al acudir a su domicilio en Prados del Este, para una entrevista que nos concedió y tras el saludo de rigor, le preguntamos por curiosidad la razón por la cual le había puesto el nombre de «Ancha y Ajena» a la casa en la que habitaba con su esposa e hijos, y su respuesta en medio de una sonrisa fue: «Ancha porque es bastante amplia, y Ajena porque aún la estoy pagando»
Conocí muchas anécdotas del maestro, por boca de su sobrino Toñito Espinoza Prieto, con quién cultive una generosa amistad por muchos años. Pero el lado humano, político, social, gremial y humanista del hijo preclaro de Margarita, pretendemos esbozarlo en este artículo.
El Maestro Prieto, supo entender que la materialización de una sociedad y un gobierno democrático, debía necesariamente pasar por la creación de un sistema educativo sin exclusiones, capaz de brindar igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos.
Doctor en Ciencias Políticas y Sociales, desarrolló una intensa y amplia labor en pro de la mejora de la educación venezolana en el siglo XX, motivo por el cual se le considerara como el «Maestro de Maestros». Inició una intensa actividad política que lo llevó a ser cofundador de diversas organizaciones partidistas: Organización Venezolana (Orve, 1936), Partido Democrático Nacional ( PDN, 1936), Acción Democrática (AD, 1941), del que fue secretario general (1958-1959) y presidente desde 1963 hasta 1967 cuando se separó del mismo y se convierte en presidente-fundador del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), hasta su muerte.
Prieto Figueroa fue senador por el estado Nueva Esparta (1936-1941; 1959-1969), presidente del Consejo Permanente de Cultura del Senado (1974-1979). Entre 1962 y 1967, presidente del Congreso de la República. Antes había sido secretario general de la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) y ministro de Educación (1947-1948).
Como consecuencia del Golpe de Estado del 24 de noviembre de 1948 fue enviado al exilio. Hasta el momento de su regreso al país, a raíz del restablecimiento de la democracia el 23 de enero de 1958, se dedicó a la labor educativa en el exterior, como jefe de misión al servicio de la UNESCO, primero en Costa Rica (1951-1955) y luego en Honduras (1955-1958). Durante este tiempo, fue también profesor de la Universidad de La Habana (1950-1951).
En su labor como jurisconsulto integró la Comisión Redactora del Proyecto de Constitución Nacional (1936) y de la Carta Magna de 1961. Asimismo, fue coautor del primer proyecto de Ley de Educación (1948) y de la Ley de Educación vigente, promulgada el 9 de julio de 1980. En 1986 formó parte de la Comisión Presidencial del Proyecto Educativo Nacional coordinada por el doctor Arturo Uslar Pietri.
Uno de los principales aportes teóricos de Prieto sobre la educación, fue la tesis del Estado docente, la cual elaboró a partir del concepto Estado social de Hermann Heller, de la escuela política alemana.
Esta tesis la expuso Prieto Figueroa en una conferencia dictada en la escuela normal Miguel Antonio Caro (agosto 1946), en los siguientes términos: «Todo Estado responsable y con autoridad real asume como función suya la orientación general de la educación. Esa orientación expresa su doctrina política y en consecuencia, conforma la conciencia de los ciudadanos». De acuerdo a este concepto, la educación debía responder al interés de la mayoría, y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria, combinando la igualdad de oportunidades y la selección sobre la base de las capacidades del individuo.
Prieto Figueroa tuvo también una destacada labor como pionero del gremialismo. En tal sentido, en 1932 fundó la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria y en 1936 la Federación Venezolana de Maestros (FVM). En 1937 y hasta 1942 mantuvo en el diario Ahora, de Caracas, su página «La escuela, el niño y el maestro». Además de este diario, por muchos años publicó sus colaboraciones en diversos órganos tanto de la capital como del interior del país. Selecciones de sus artículos fueron recogidas en los libros: Las ideas no se degüellan (1980), Pido la palabra (1982) y Mi hermana María Secundina y otras artículos (1984). Además de los aspectos anteriores, Prieto tuvo otras iniciativas de carácter institucional: Consejo Nacional de Universidades; Patronato de Roperos Escolares y Comedores Escolares; la primera escuela de Teatro de Venezuela (1947); el Taller Libre de Arte (1948); el Instituto de Profesionalización del Magisterio (1947), actual Instituto de Mejoramiento Profesional; adscribió la Radio Nacional, fundada en 1946, al Ministerio de Educación (1947), modernizando sus instalaciones. En este último año, incrementó la subvención por parte del Estado a la Orquesta Sinfónica de Venezuela, subvención existente desde 1936, e impulsó la creación del Servicio de Investigaciones Folklóricas Nacionales y el órgano divulgativo del mismo, la Revista Venezolana de Folklore, cuyo primer número corresponde al lapso enero-junio de 1947.
El 8 de abril de 1947 firmó el decreto para la edición de las Obras Completas del Libertador, compiladas por Vicente Lecuna que circularon el mismo año, y creó la Comisión Organizadora de las Obras Completas de Andrés Bello. Mediante una resolución del 10 de julio del mismo año, transformó la vieja Escuela de Artes y Oficios para Hombres en Escuela Técnica Industrial. En 1959 creó el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE).
Sus libros reúnen las preocupaciones políticas, pedagógicas y sociales que cultivó. En 1984 fue incorporado como individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua. En 1986 comenzaron a publicarse sus Obras Completas, de las cuales llegaron a circular sólo 2 volúmenes.
Méritos que le hizo merecedor del respeto de un país que reconoce en su persona, al venezolano íntegro y excepcional en todo el sentido de la palabra, razones por las cuales dudamos mucho que hubiese apoyado las políticas (¿) de estado del llamado socialismo del siglo XXI, y por el contrario hubiese sido un acérrimo y contumaz adversario de la revolución socialista y mal llamada bolivariana.
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
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