Sutherland dice que en Venezuela opera una economía mafiosa: 40% de la riqueza generada es de fuentes ilegales
El economista Manuel Sutherland explicó que en Venezuela opera una economía mafiosa o «lumpen capitalismo despótico», pese a que todavía hay muchos empresarios honestos y precisó que diversas estimaciones señalan que 40 % de la riqueza del país proviene de fuentes ilegales.
En una entrevista de Sandra Weiss, para el medio alemán Tagesspiegel, Sutherland aseguró que en Venezuela nunca ha habido una revolución socialista. «Políticamente, este es un gobierno militar con un rostro civil en la parte más elevada. Los estudios muestran que se ha ido desarrollando una élite militar/policial que gana una cantidad increíble de dinero y proporciona un espíritu empresarial en el país muy diferente a lo tradicional. Pero eso no se aplica a los rangos inferiores, que no ven nada de eso. Sin embargo, el gobierno permite que estos escalones inferiores ganen dinero requisando mercancías o extorsionando en alcabalas donde se chantajea a transeúntes, productores y comercializadores. El gobierno permite el desarrollo libre de esta actividad, a pesar de infinidad de denuncias y vídeos probatorios».
¿Cómo caracterizaría económicamente al régimen?
– En mi opinión esto podría catalogarse como un lumpen capitalismo despótico, una economía mafiosa que se ha descompuesto en muchos subsistemas. Todavía hay empresarios honestos y aún sobreviven algunas empresas de larga tradición, como el fabricante de alimentos Polar. Pero muchas actividades importantes tienen lugar en la economía subterránea, es decir: el contrabando, el lavado de dinero, la extorsión, el peculado y la malversación de ingresos estatales etc. Tomemos la extracción de oro: el 95 por ciento del oro extraído se extrae ilegalmente y elude las autoridades fiscales y aduaneras, según estudios independientes. Diversas estimaciones, hablan que es probable que un 40 % de la riqueza generada en Venezuela, proviene de fuentes ilegales.
Sobre si el país está económicamente «muerto», Sutherland dijo que no, pero sí está muy mal administrado.
«La política económica destruye el aparato productivo nacional y favorece a las importaciones, a través de un tipo de cambio enormemente sobrevaluado y la exención de derechos de importación, mientras la economía nacional se ve abrumada por los impuestos legales, ilegales (extorsión) y municipales. Esto sirve para asegurar que la élite involucrada en las importaciones pueda enriquecerse más rápidamente a través de la privatización de los dólares baratos que el gobierno asigna en mesas de cambio.
Además, al gobierno apenas le quedan personal técnico formado, por los bajísimos salarios que ofrece. Las sanciones también tienen impacto muy negativo, tanto en privados como públicos, porque el país está prácticamente aislado de todo préstamo internacional y de la capacidad de vender su petróleo libremente. Aun así, Venezuela todavía tiene infinitos recursos para recuperarse rápidamente si hubiera un cambio político, o incluso, si hubiera un cambio económico seguido de una apertura política drástica”.