Debacle suramericana
En todas las instalaciones deportivas del país, atletas, entrenadores y dirigentes se hacían las mismas preguntas ¿Cómo pasó esto? ¿No puede ser?, ¿Vamos a seguir estando a la cola de Colombia?, ¿Cómo explicar que Brasil nos cuadruplica en medallas de oro (133 a 31) ?, ¿Quiénes son los responsables de este fracaso? ¿No y que éramos Potencia Deportiva?, ¿Generación de Oro?, ¿Venezuela se arregló?… y lo más grave es que, ninguna autoridad da respuesta sobre la actuación del país en los recién finalizados XII Juegos Deportivos Suramericanos celebrados en Asunción, Paraguay.
– Un entrenador, que caminaba de un lado a otro, expresó: No puede ser, no puede ser. No logro entender como fuimos desplazados por Chile y Argentina, países que en los últimos veinte años siempre estaban por debajo de nosotros y ahora nos desplazan a la quinta posición en la tabla final de los juegos
-Certifico lo señalado por mi colega, dijo otro entrenador. Para ser más exactos me permito señalarles que en los VII Juegos Suramericanos 2002 logramos alcanzar el 2ª Lugar con 97 medallas de Oro. Pero ojo, este resultado, gústele o no al gobierno, fue producto de los ciclos de preparación desarrollados en los gobiernos anteriores, mal llamados por este régimen como la IV República. Y disfrazaron este logro deportivo con una demagógica consigna, conocida por todos como “Generación de Oro”. Pero la historia, que no perdona, se encargó de desmentirlos, de dejarlos desnudos, ya que a partir de ese momento la debacle suramericana comenzó a hacerse realidad:
… En el 2006 pasamos al 4º Lugar de la tabla. En el 2010 solo alcanzamos 89 medallas de Oro. En el 2014, la caída fue mayor, solo logramos 47 medallas y en el ciclo de Potencia Deportiva del Siglo XXI, en los Juegos del 2018, solo logramos alcanzar 43 medallas de Oro. El progresivo deterioro de los resultados deportivos en este proceso “revolucionario” de falsas y vacías consignas no se ha detenido, por el contrario, sigue su lamentable camino y ahora vemos, con una mezcla de tristeza y rabia como en los Juegos Suramericanos 2022, la debacle se evidencia con mayor fuerza, en una de las peores actuaciones, al solo obtener 31 medallas de Oro y ocupar un 5º lugar, solo representativo de las incapacidades e incompetencias de las autoridades deportivas. Este régimen de gobierno, en veinte años (2002-2022) ha provocado un estrepitoso retroceso de más del 70% en el logro de medallas doradas
-Un dirigente deportivo intervino para señalar, con mucha emotividad que, más allá, del análisis estadístico, es importante determinar las causas que han generado este retroceso en el nivel competitivo de nuestro deporte. Factores sociales, económicos, políticos, éticos, morales y laborales han sido señalados, como los causantes principales de la crisis del deporte venezolano. Entre otros y a manera de síntesis, pudiera decirse que, las políticas y programas impuestas por este régimen durante más de dos décadas, se han caracterizado por los siguientes elementos:
* una constante violación de la autonomía de las Federaciones Deportivas y del Comité Olímpico,
suspensión arbitraria del Registro de las organizaciones deportivas dejando en situación de ilegalidad a todo el sector deportivo federado,
* una burocrática lucha por el poder se transformó en el objetivo principal de los representantes ministeriales y olímpicos. Quedando atrapado el deporte en una maraña de maniobras y agresiones para doblegar o conseguir apoyos de las federaciones deportivas o en su defecto que los altos funcionarios pasen a ocupar cargos en las directivas o comités ejecutivos de las federaciones,
* tres años sin reunir al Directorio del IND,
* el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con todo lo relacionado al transporte, alimentación y viáticos de las delegaciones que representan al país en eventos internacionales,
* el leonino convenio para traer 10,000 «entrenadores cubanos»,
* la no transparencia en el manejo de los cuantiosos recursos económicos del Fondo Nacional del Deporte,
* la estafa continuada con la solicitud de divisas a Cadivi,
* el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con la construcción de las instalaciones deportivas para los Juegos Nacionales o para eventos internacionales como lo fue el caso del Estadio Iberoamericano de Atletismo en Maracay,
* el grave y progresivo deterioro y abandono en que se encuentra más del 80% de nuestras instalaciones deportivas,
* la carencia de recursos económicos para los Programas Operativos Anuales de las Federaciones Deportivas,
* la seguridad social de los trabajadores del sector deportivo obreros, empleados y entrenadores activos y jubilados ha empeorado progresivamente, los contratos colectivos están congelados desde el año 2000, los salarios son de hambre, no se les reconoce la homologación de las pensiones y jubilaciones, se mantiene cerrada la Escuela de Entrenadores, los seguros HCM que, por sus pírricas coberturas, prácticamente los mantienen en condiciones de “condenados a muerte»,
* la suspensión de los Juegos Deportivos Nacionales desde el año 2013 dejo a nuestra juventud sin la posibilidad de competir en el evento de mayor trascendencia para la conformación de nuestro potencial competitivo para los ciclos olímpicos.
-Entrenadores y dirigentes deportivos de todo el país coinciden en señalar, el destacado desempeño de nuestros atletas que, con mucha entereza logran entrenar a pesar de todas las dificultades a las que permanentemente están sometidos, como son la falta de recursos, instalaciones deficientes, incumplimiento de programas, suspensiones de eventos, becas de hambre, inadecuada e insuficiente protección social. A pesar de todo esto, representan al país y dan todo su esfuerzo por salir airosos en sus diferentes eventos competitivos.
El cuadro final de medallas reflejó una demoledora realidad del estado actual del deporte en el país. Colombia, a quien hasta el año 2013 habíamos aventajado en todos los eventos del ciclo olímpico (Juegos Bolivarianos, Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos) nos superó por 124 medallas (255 contra 131) logrando el 2º lugar en la tabla final de posiciones. Otros países a los que también superábamos en competencias internacionales quedaron por encima en la clasificación final de estos juegos: Chile con 38 medallas de oro y Argentina con 58 alcanzaron los puestos 3º y 4º, quedando Venezuela relegada al quinto lugar.
Si bien es cierto que el balance de medallas en los juegos suramericanos no fue el mejor, no menos cierto, es el hecho de la incapacidad e incompetencia de las autoridades deportivas gubernamentales que, en su afán de lucro, de control totalitario y el uso demagógico del deporte han generado la grave y profunda crisis de este en el país. Superar esta crítica situación, y avanzar en lograr “Un Deporte Mejor en Una Sociedad Mejor” solo será posible con la sustitución de este régimen.