Armando.Info: El coronel que siempre se siente como en CASA

Nacionales | octubre 9, 2022 | 11:58 am | .

Armando.Info, Isabel Guerrero/.- Sea en un puesto de mando de la autodenominada Revolución Bolivariana o en un condominio exclusivo de Miami, el oficial del Ejército venezolano, Sergio Caldera García, sabe hacerse su espacio. Tal fue su transición en 2014, luego de haber figurado por años en el estado mayor de la alimentación desde empresas como Corporación CASA, Abastos Bicentenario y Pdval. Junto a su esposa pasó a ser un flamante empresario de Florida, con valiosas propiedades inmobiliarias y una red de sociedades -algunas offshore- a su servicio.

Por seis años, entre 2007 y 2013, el coronel del Ejército Sergio Ramón Caldera García marchó con paso redoblado por las oficinas del alto gobierno chavista como funcionario de confianza en un área estratégica, la de la alimentación. Era la época de las vacas gordas, cuando los altos precios del petróleo y la disposición al gasto público del presidente Hugo Chávez nutrían no solo colosales presupuestos para la importación de alimentos, sino también las tentaciones para enriquecerse de manera ilícita.

A la carrera de Caldera García como funcionario público le paró el trote un agujero de 11,8 millones de dólares en un contrato para vender carne a Venezuela traída desde Paraguay, del cual fue responsable y que la prensa de este país sudamericano hizo público en 2013.

Después de eso, todavía tendría tiempo para ocupar por un año -el primero del gobierno de Nicolás Maduro, hasta marzo de 2014- la dirección del despacho del Ministerio de Transporte Acuático y Aéreo, entonces a cargo del mayor general Hebert García Plaza, el ejecutor del llamado Dakazo y hoy disidente del gobierno. Pero esa pasantía apenas sirvió como un preámbulo para que el coronel García, en la Semana Santa de 2014, liara bártulos y marchara a lo que en principio lucía como un sabático extendido pero desembocó en retiro, una salida sin retorno por la que ni siquiera esperó por el ascenso militar al grado de general de brigada, que se había rezagado por un año y que le correspondía obtener en julio.

Su exilio autoimpuesto y reinvención lo convirtieron en un empresario en Miami, la Babilonia pecaminosa que contrasta con las consignas de la autodenominada Revolución Bolivariana, pero oscuro objeto de deseo para muchos de sus jerarcas.

A finales de abril de 2014, el exfuncionario registró en Florida la sociedad Building & Supplies RD LLC. Para entonces ya contaba con Seranca S.A., constituida en Panamá (2009), y Belfast Resources LTD, registrada en Islas Vírgenes Británicas (2011), de acuerdo con un documento al que tuvo acceso Armando.info. Lo mismo hizo su esposa, Carol María Gallardo Aguilar, quien ha sido su socia en estas compañías y tiene vinculación con otras en Miami.

En algún punto de 2016, Caldera García, quien ya lucía luce traje de civil y tenía múltiples propiedades inmobiliarias, se asoció con el venezolano Rafael Adolfo Boggio Sulbarán en la sociedad de consultoría, reparación y mantenimiento de servicios públicos subterráneos MPR Property Maintenance & Consulting LLC, hasta que un litigio terminó por sacar a Boggio del juego y darle el control total de la empresa al coronel.

En los documentos del caso se menciona que Caldera “intentó utilizar la empresa para su ajuste de estatus migratorio y el de su familia, pero no tuvo éxito”. En el pulso de la demanda aparecieron otros nombres de paisanos, como el de Baudelio Medrano -ex director de la extinta Oficina de Identificación y Extranjería (Onidex), hoy llamada Saime- que se fueron de Venezuela, pero que antes habían sido funcionarios o contratistas del Estado, una huella difícil de borrar.

Armando.Info intentó contactar a Sergio Caldera a través del bufete de abogados que manejó los intereses del militar en la demanda contra Boggio, pero hasta la fecha de cierre del reportaje no hubo respuestas.

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