Condenan a más de 7 años de cárcel a hija de ex congresista Aída Merlano en Colombia
La influencer colombiana Aída Victoria Merlano deberá cumplir una pena de 7 años y cinco meses de prisión domiciliaria por ser cómplice de la fuga de su madre, la ex congresista colombiana Aida Merlano, hecho ocurrido en octubre de 2019.
El medio colombiano Semana reportó esta tarde que en el fallo se concluyó que la joven fue clave para ingresar al consultorio odontológico los elementos pertinentes para que su progenitora lograra su objetivo: lanzarse de un segundo piso para ser recogida por su cómplice que la esperaba en una motocicleta.
Durante el juicio que duró 2 años y medio se concluyó que la joven, junto a su hermano, llegaron al consultorio odontológico ubicado en el centro médico La Sabana -Bogotá- con el fin de entregarle la cuerda, los guantes y ropa de cambio.
Además, que hizo hasta lo imposible por distraer a los custodios del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) que vigilaban a la excongresista.
El juzgado concluyó que existe prueba más allá de toda duda razonable de que Aida Victoria le dio instrucciones a su hermano, quien para ese momento tenía 17 años de edad, para que le “hiciera la charla” a la dragoneante que se encontraba en el segundo piso del consultorio. Por estos hechos la sentenció por los delitos favorecimiento de fuga y uso de menores para la comisión de delitos agravado.
Hasta el momento de finalizar este reporte, Merlano no había emitido comentarios en su cuenta de Instagram.
Semana: ¿Qué estaban haciendo los hijos de Aída Merlano cuando ella se fugó?
La tarde del 1 de octubre de 2019, la excongresista colombiana Aída Merlano se fugó de una clínica odontológica, 3 meses después fue capturada en Venezuela. Pero, ¿Qué estaban haciendo los hijos de Merlano durante la fuga?
Un reporte especial de Semana, ofreció detalles inéditos sobre lo que ocurrió aquella tarde en la que Merlano saltó del segundo piso del consultorio ubicado en Bogotá.
Según declaraciones de los custodios que cuidaban a Merlano ese día, la joven influencer hizo «hasta lo imposible» junto a su hermano para distraer a los efectivos de seguridad, mientras le hacían un diseño de sonrisa a Merlano.
«En los videos de circuito cerrado se observa cómo Aída Victoria y su hermano, quien para ese momento tenía 17 años de edad, entra y sale en repetidas oportunidades, habla por celular y se acerca muchísimo a la guardiana del Inpec como intentando quitarle visibilidad al interior del consultorio».
La guardia Diana Marcela Montoya Ramos era la encargada de vigilar a Merlano durante la sesión odontológica y declaró que la ex congresista hizo un «escándalo» para que permitieran el ingreso de sus 2 hijos.
En el intercambio de relevo, la guardia se dio cuenta que en efecto la ex congresista se encontraba en el consultorio odontológico, junto a ella se encontraban sus hijos y Javier Cely. Fue el mismo odontólogo quien le prohibió el ingreso al consultorio advirtiéndole que la paciente no tenía dientes y le daba pena que la vieran así.
“Yo acaté la recomendación del médico para no intervenir en el procedimiento que le estaban haciendo, como la puerta era de vidrio yo veía a la interna, a mí no me dejaban entrar, pero los hijos de ella si estaba adentro, yo estuve todo el tiempo allí”. Durante este tiempo la excongresista jamás abandonó el consultorio.
Sin embargo, el hijo de la excongresista salía constantemente y buscaba a la guardia para hablar. “Yo en este momento puedo decir que él me estaba entreteniendo”. En los intentos de charla le comentaba sobre el costo del procedimiento que se estaba realizando su madre, lo quisquillosa que era con ese tipo de tratamientos y lo que estaban viviendo.
El celular de Aída Victoria
Según la custodio, en el consultorio, Aída Merlano hablaba constantemente por celular. «Yo pensé que quien sabe ella de donde había sacado el teléfono, porque Natalia, mi compañera, le había hecho control de requisa. Yo no requisé, yo pensé quitarle el teléfono, yo no quería problemas con Aída y pensé el teléfono lo tenía la hija, no la interna”.
Mientras esperaba, vio que el odontólogo salió, se puso en posición para realizar todo el procedimiento de traslado de Aída.
“El odontólogo y los dos hijos y ellos salieron del consultorio y me hablaban cosas, me decían que se tenían que ir de viaje, que habían podido ver a la mamá, cosas así, el odontólogo no me dijo nada, él salió y se fueron hacía la recepción del lugar. ME pareció raro que el odontólogo me mirara mal y no le respondiera ni el saludo. En eso ingresa la auxiliar y sale de una vez y el odontólogo la mira y le dice chao, chao, y se fue súper rápido, entonces fue cuando yo vi que se despidió de todo el mundo”.