El entonces príncipe de Gales y su visita y propuesta a Venezuela en 1978
En 1978, el Príncipe de Gales, hoy Carlos III, monarca del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, visitó Venezuela y entre otros temas, propuso la creación en nuestro país de un Colegio del Mundo Unido, bajo el concepto de educación para el desarrollo y para la paz, dentro de los lineamientos generales de la Asociación Internacional United World Colleges que, para ese momento él presidía.
Inspirada en las enseñanzas de Simón Rodríguez y con el nombre del libertador Simón Bolívar, la idea evolucionó hacia un Colegio de Agricultura. El Dr. Luis Marcano Coello, experto agrícola venezolano, asumió su liderazgo y, para convertirla en realidad, con fuerte apoyo de Fusagri y otras fundaciones venezolanas, de personas naturales y empresas públicas y privadas, promovió la creación de la Fundación Colegio Experimental de Agricultura del Mundo Unido Simón Bolívar (Fundacea), la cual se inició en 1981, siendo su primera Presidenta la Sra. María Briceño de Burelli.
La Casa Real Británica brindó un aporte importante para el inicio del Proyecto, el cual fue invertido fundamentalmente en infraestructura, maquinaria y equipos. Pdvsa y sus filiales estuvieron también presentes en el desarrollo y consolidación de este importante proyecto, aportando becas para estudiantes provenientes de zonas agrícolas de interés petrolero, fondos para mejoramiento de infraestructura y para programas de apoyo a agricultores y ganaderos del área de influencia directa de este Instituto Universitario de Agricultura Simón Bolívar. Muchas otras empresas y fundaciones venezolanas y extranjeras dieron importantes aportes para becas y proyectos especiales
El Instituto funcionó en su Finca–Escuela ubicada en Pedraza, estado Barinas, donde los estudiantes bajo el método aprender–haciendo, recibían una formación integral para el trabajo agrícola, para el servicio a la comunidad rural y para promover el entendimiento internacional. Los escenarios fundamentales de este aprendizaje eran la finca del Colegio, el bosque didáctico, las comunidades rurales vecinas y el ambiente internacional que le daba vida al propio Colegio. La carrera tenía una duración de 3 años. A las actividades docentes cotidianas se añadían 4 meses de pasantía en fincas productivas, 4 semanas de convivencia con una familia campesina y 5 horas semanales de trabajo voluntario en comunidades cercanas. A través de estas experiencias, los estudiantes aprendían y contribuían a mejorar la producción y la calidad de vida en el entorno, logrando una extraordinaria sensibilización hacia los problemas de la agricultura, del medio ambiente y del desarrollo social.
En el Colegio se cultivaban los valores de la amistad y solidaridad, a través de la integración de profesores, estudiantes y voluntarios procedentes de diferentes regiones del mundo que, viviendo bajo el mismo techo, aprendían el idioma español, compartían actividades docentes y recreativas, reforzando su vocación hacia la producción de alimentos, la defensa del medio ambientey la lucha contra la pobreza rural, fortaleciendo valores de hermandad y solidaridad entre sus pueblos.
Durante los 25 años de su funcionamiento, el Instituto recibió estudiantes de todos los estados de Venezuela y de los siguientes países: Alemania, Antigua y Barbuda, Argentina, Bangla Desh, Barbados, Belice, Bolivia, Botswana, Brasil, Camerún, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Egipto, Filipinas, Ghana, Grenada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Israel, Jamaica, Kenya, México, Montserrat, Nepal, Nicaragua, Nigeria, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, St Kitts y Nevis, Sudan, St Vincent y Las Granadinas, Sta. Lucía, Eslovaquia, Surinam, Swazilandia, Trinidad y Tobago y Uruguay. Entre estudiantes, voluntarios, pasantes y profesores, el Colegio ha albergó representantes de 67 países de 5 continentes. La excelencia de su enseñanza y el crédito internacional del cual disfrutó, le brindaba a Venezuela la oportunidad de estrechar sus relaciones con todos los países del mundo y en especial aquellos en vías de desarrollo.
Fundacea mantuvo este modelo de Educación gratuita entre 1986 y 2011, llegando a graduar 965 Técnicos Superiores Universitarios en Administración de Fincas procedentes de 45 países. En 1983, 3 años antes de su apertura, inició su Programa de Desarrollo Rural, el cual brindaba capacitación no formal en las áreas de salud, nutrición, agricultura sostenible, participación de la mujer y autogestión comunitaria y operaba un Programa de Micro Crédito Rural para muy pequeños productores carentes de perfil bancario. A partir de 2004 desarrolló el Bosque del Mundo Unido, interesante proyecto ambiental con fines educativos y productivos. El Príncipe Carlos, hoy Rey Carlos III, mantuvo siempre una especial estima por este colegio, el cual visitó en 1989, ya en plena operación.
En septiembre de 2011 el gobierno nacional, a través del INTI y el Ministerio del poder popular para la Educación Universitaria, intervino el Instituto Simón Bolívar, despojando a Fundacea de su finca escuela e inhabilitándola para continuar su acción educativa. Con esta decisión perdió Venezuela, perdió Barinas y jóvenes del medio rural venezolano perdieron la oportunidad de formarse en un extraordinario modelo de educación para el trabajo, para el desarrollo rural y para la integración hemisférica