Cómo Venezuela Regula la Industria de los Casinos en Línea
Situada en la costa norte de Sudamérica, la República Bolivariana de Venezuela tiene una población de 28 millones de habitantes. El territorio del país se compone de una masa continental y múltiples islas a lo largo del Mar Caribe. Venezuela comparte fronteras con Colombia, Brasil, Trinidad y Tobago y Guyana.
En comparación con otros países latinoamericanos, el volumen del mercado de apuestas es bajo, con un total aproximado de $4 millones anuales. Esto no es sorprendente si se tiene en cuenta la profunda crisis económica y humanitaria que azota al país desde hace años. Según datos de 2022, Venezuela tiene la tasa de inflación más alta del mundo, que asciende al 1198,0%. Teniendo en cuenta este nefasto estado económico, echaremos un vistazo más de cerca al panorama de los casinos en línea venezolanos.
Panorama del Juego en Venezuela
Venezuela ha legalizado los juegos de azar, según la Ley nº 36.254 para el Control de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, publicada por primera vez en julio de 1997. Esta ley sigue en vigencia hasta el día de hoy. Todas las formas de juego son legales, incluidos los casinos, los juegos de bingo, las loterías y las carreras de caballos y perros.
Según el reglamento de la ley, la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles está autorizada a conceder licencias y supervisar el sector. El juego en casinos solo se permitía en los recintos de los hoteles de cinco estrellas, situados en destinos turísticos populares. Las licencias tienen una vigencia de 10 años, con opción a ser renovadas.
Tras el brote de la pandemia del Coronavirus, la mayoría de los locales de juego físicos cerraron o quebraron.
Los Juegos de Azar en Línea
En cuanto a las apuestas en línea, se han legalizado desde 2012. Esto es especialmente raro en las naciones pobres, donde el sector suele estar sin regular o ser ilegal. Dos operadores de casinos obtuvieron licencias del gobierno para prestar servicios de juego digital, pero ambos acabaron dejando de operar. Como es fácil sospechar, esto se debió de nuevo a la devastadora pobreza y a la falta de conexión de Internet estable en muchas regiones del país. Asimismo, las tasas de impuestos insosteniblemente altas impuestas a la industria durante el mandato del presidente Hugo Chávez dificultaron aún más la situación.
Los Juegos de Azar Extraterritoriales
Hay muchos operadores de casinos en línea extraterritoriales que dan la bienvenida a jugadores venezolanos. Las leyes locales no sancionan a los ciudadanos por inscribirse en ellos. Algunos de los proveedores de juegos extranjeros con base digital incluso aceptan depósitos realizados en la moneda local, el bolívar venezolano (VES). Los jugadores tienen acceso a una amplia gama de productos de azar sin ninguna interferencia por parte del gobierno.
Regulador del Juego
Como ya se ha mencionado, el regulador del juego en Venezuela es la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, adscrita al Ministerio de Finanzas. La junta directiva está formada por cinco funcionarios:
– El jefe de Estado de la República
– Un funcionario del Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz
– Un funcionario de la Superintendencia Nacional Antidrogas
– Un funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas
– Un funcionario del Ministerio de Turismo
Además de la supervisión y aprobación de las operaciones de los juegos de apuestas, la Comisión también se encarga de la expedición y prórroga de las licencias, la imposición de sanciones, la elaboración de registros y la certificación de los equipos utilizados en las plataformas, entre otras funciones.
Conclusión
El desarrollo del sector del juego en Venezuela se ha visto considerablemente obstaculizado por la dura crisis económica y la hiperinflación que han azotado al país. Por insólito que sea para un país pobre como Venezuela, los juegos de azar en establecimientos físicos y en línea son legales. Sin embargo, el juego no autorizado sigue prevaleciendo en el país, superando en volumen al mercado legal por un amplio margen.
Es de esperar que, a medida que la nación se recupere de su abrumadora crisis económica, la industria del juego en Venezuela viva tiempos mejores.
