Asesinos comprobados
Siempre he sostenido la fe en que mas temprano que tarde se hará justicia en Venezuela. Desde luego que tal cometido no será posible lograrlo en las instancias judiciales que al día de hoy manipula la dictadura de Maduro. Eso debemos tenerlo muy claro y por tal razón es que apelamos a las instituciones de alcance mundial para que se activen con el propósito de honrar la memoria de las victimas de las crueldades cometidas en esta terrible era chavodamurista.
Cada vez que emprendía un viaje para ventilar el tremendamente injusto caso de los presos políticos en Venezuela y de mi esposo Antonio Ledezma, no dejaba de llevar conmigo las carpetas con los expedientes de otros presos que como él, no eran beneficiarios de un debido proceso, como debería ser en un país en que existan instituciones concebidas para garantizar los derechos humanos. Pero la verdad es que en Venezuela esas instituciones fueron convertidas en parapetos al servicio de los tiranos que se enquistan en el poder, a costa de la vida y de la paz de millones de ciudadanos que no dejamos de clamar por la elemental solidaridad de todas naciones a las que hemos acudido, con el solo propósito de exponer la tragedia que padecemos los venezolanos.
Ya es del dominio de la opinión pública el contenido del nuevo informe emitido por de la Misión de Determinación de los Hechos presentado ante el Consejo de Derechos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el mes de septiembre de 2022. Este pliego se suma a los que anteriormente se han divulgado para dejar constancia de las múltiples violaciones perpetradas por los sanguinarios esbirros que, tal como ha sido ratificado en este reciente dictamen, actúan bajo las ordenes directas del dictador Maduro para emprender sus feroces fechorías.
Uno de los puntos ventilados es el referente a los crímenes ecológicos que se desarrollan con el mayor desparpajo en uno de los pulmones de la humanidad, en el amazonas venezolano y en las cuencas de nuestros ríos Orinoco y Caroní. El Arco Minero es objeto de una explotación irracional que destroza el ecosistema, poniendo en riesgo la biodiversidad de la zona. En esas minas no solo se conforman con llevarse los minerales que sacan a sus anchas, sino que dejan lesionada la dignidad de mujeres, sobre todo de niñas, que son victimas de explotación sexual, tal como lo describen los investigadores en este ultimo informe de la misión de la ONU. Los testimonios ofrecidos por las victimas son conmovedores y no dejan lugar a dudas de que tales crimines se perpetran en la cara de los funcionarios llamados a proteger a esos seres humanos, pero que mas bien secundan a los perpetradores de semejantes atrocidades, los llamados sindicatos mineros, que no son otra cosa que bandas que se apoyan en una violencia incontrolable para actuar sin ningún tipo de miramientos.
Desde que Antonio Ledezma fue sometido a prisión, aquel inolvidable 19 de febrero de 2015, decidimos salir a exponer esta catástrofe. Conforme a una agenda acudimos a todas esas instancias, en la ONU, en la OEA y en el Parlamento Europeo. Nos esmeramos en poder acceder a los despachos de gobernantes, parlamentarios y oenegés que pudieran ayudar a poner en alto relieve la situación de todos los presos políticos, tanto los de carácter civil como los de rango militar. Hoy sentimos que la tarea no fue en vano. Desde luego aun falta que estas diligencias culminen con las sanciones y castigos que merecen los perpetradores de semejantes crimines de Lesa Humanidad. No hay que bajar la guardia, por el contrario persistir, unidos, hasta lograr la plena libertad de Venezuela!