Adolescentes trabajan para medio completar canasta familiar: «colaboro con la comida y lo que haga falta»
Debido a la crisis económica que no se ha acentuado ni se termina, los adolescentes venezolanos trabajan para ayudar a su grupo familiar a medio comprar los alimentos e insumos que hagan falta, un reportaje de VOA contó las historias de dos caraqueños de 16 años que trabajan diario hasta 8 horas.
Jhonkleyver Chirinos tiene 16 años, actualmente está de vacaciones en el liceo y trabaja 8 horas diarias en una ferretería familiar. «Trabajo para mi familia, para ayudarla, y no solo para ellos, sino para mí, para mis usos personales, ya que a ellos el salario no les alcanza y yo tengo que buscar mi manera de trabajar para mí», contó a VOA.
Por ahora no tiene planes de ir a la universidad, pasó a 5° año. «Ya sería cuando salga, ver si sigo trabajando aquí o si busco un trabajo mejor. Yo con mis 16 años ya siento que soy una persona mayor de edad, aunque no lo soy».
Kleiber Peña, también de 16 años, se dedica a la barberia. «Yo trabajo desde los 13 años y lo hago porque me gusta afeitar. Me gusta ganarme mi propio dinero».
Sus papás trabajan, pero él por cada corte se gana 3 dólares, y en un par de días puede reunir más que el salario mínimo que equivale a $17. «Hay veces que colaboro en la casa para la comida y cualquier cosa que haga falta».
Kleiber tampoco está seguro de querer ir a la universidad al terminar la escuela secundaria.
La legislación venezolana permite el trabajo de adolescentes, a partir de los 14 años, mientras haya un equilibrio entre recreación y educación, además de contar con supervisión de los padres.