Y entonces ¿qué le dirán a la OIT en septiembre?
Venezuela y la comunidad internacional reconocen que el pasado 28 de abril de 2022 se desarrollaron deliberaciones y compromisos para restablecer las relaciones de trabajo en el país, en el contexto del Foro de Diálogo Social, a partir del diálogo tripartito entre el gobierno nacional, organizaciones sindicales y empleadores privados.
Así también que la interlocución social contó con la asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) representada por una importante representación integrada por nueve funcionarios de alto nivel designada por el organismo internacional, aplicando con este método los resultados de la Comisión de Encuesta visitante del país en 2019.
Por su parte Fedecámaras explicó, en esa ocasión, que entre el 25 y el 28 de abril los interlocutores debatieron sobre los convenios de la OIT referentes al N° 26 sobre fijación del salario mínimo; el N° 87 sobre libertad sindical y protección del derecho de asociación, y el N° 144 sobre consulta tripartita. En este nuevo encuentro presencial de cuatro días, las conclusiones se fueron desarrollando por las partes conforme al camino fijado.
Así también como manifestara el gremio empresarial a los medios de comunicación «Todo con el objetivo de alcanzar acuerdos que permitan su cabal cumplimiento, así como respecto a las metodologías para tal fin, desarrolladas en el evento, reconociendo el compromiso asumido por el gobierno en facilitar y dar continuidad a este espacio de diálogo, para escuchar los planteamientos de los interlocutores sociales. Lo cual facilitará la consecución de soluciones a las más urgentes demandas de la población venezolana”.
Hasta aquí todo fue amor y temblor ya que los participantes en tan publicitado evento, tanto del lado de los empresarios, como de los trabajadores señalaron su optimismo, en el caso de los empresarios un vocero manifestó «El gobierno dejó de ver a los empresarios como enemigos», recalcando que el foro constituyó “el inicio del proceso de cambio que esperan impacte favorablemente en las fuerzas productivas del país”, y del lado de los trabajadores manifestaron las expectativas de restablecer la libertad sindical y los derechos laborales .
Toda la parafernalia concluyó con una nueva cita mediante un próximo encuentro presencial en Caracas acordado para el próximo mes de septiembre, programado con la finalidad de evaluar la marcha de las propuestas intercambiadas en el Foro Social citado.
Pues bien, desde el mes de mayo hasta el presente mes de julio el proceder del ejecutivo nacional ha sido cónsono con su talante dictatorial. No más partió del país la delegación de la OIT a finales del mes de abril, ha evidenciado su verdadero rostro de violador contumaz de los Derechos Humanos y en particular de los convenios de la OIT que originaron la convocatoria al evento tripartito en Venezuela.
Con relación a los trabajadores durante los meses de mayo, junio y julio, los sindicalistas del sector salud, educación y universitarios acusan a la Onapre de estafar mediante las nuevas tablas de remuneración, al “desmejorar arbitrariamente” los beneficios ya contraídos en discusiones anteriores tales como la prima de antigüedad, la prima de profesionalización, el escalafón y otras conquistas que en lugar de ser mejoradas sufrieron una disminución en su porcentaje, incidiendo negativamente en el salario integral.
Es decir, en el pasado aumento salarial de marzo a 130 bs, el gobierno tendió una celada a los trabajadores del sector público disminuyendo sustancialmente las primas convenidas mediante contratos colectivos.
En el caso de los trabajadores del sector salud, el presidente autocalificado obrero ha desatado una feroz persecución contra enfermeras y médicos, mediante una campaña de infamias acusándolos de sustraer insumos médicos de los centros de salud, desatando el odio contra el personal que enfrentó heroicamente la pandemia, siendo detenidos por fuerzas policiales y tratados como delincuentes. Se debe aclarar que los hospitales y ambulatorios se encuentran en ruinas por la escasez de presupuesto estatal.
Ahora bien, en sus arrebatos de tirano ha desatado una feroz persecución deteniendo los sindicalistas, quienes conducen las decenas de movilizaciones dirigidas ante el Ministerio del Trabajo, ante el TSJ, que solicitan la suspensión inmediata de las Tablas del Hambre de la Onapre, levantando falsos expedientes para infundir el temor a la protesta laboral.
Esta ofensiva antilaboral contraviene los convenios 87 de libertad sindical, 144 consulta tripartita y 26 fijación de salario mínimos mediante la consulta, los que precisamente originaron la comisión de encuesta para Venezuela.
Estaremos atentos a los argumentos de un régimen autoritario orientado al desmantelamiento del trabajo decente en el encuentro de septiembre con la presencia de la delegación de la OIT, señalando que en la observancia de los recientes atropellos cometidos por el ejecutivo nacional se reafirman las tropelías cometidas contra el mundo del trabajo durante el presente siglo XXI.
Movimiento Laborista