CEV dijo estar «profundamente consternada» por casos de abuso y asegura que sacerdotes no están ejerciendo
Tras dos semanas de absoluto silencio, la Conferencia Episcopal Venezolana, habló sobre casos de abuso y pederastia que involucra a sacerdotes venezolanos, luego que el Washington Post develara que muchos de estos religiosos no cumplieron su pena en prisión y volvieron a ejercer sus funciones en el ministerio.
El monseñor Mario Moronta, primer vicepresidente de la CEV, fue el resposable de encarar a periodistas y medios de comunicación, pero antes ofreció el comunicado oficial de la institución.
«Los obispos de Venezuela, en plena comunión con el papa Francsico, ratificamos nuestra dedicación evangelizadora a todos los hombres y mujeres de nuestra patria. En este sentido, queremos contribuir en la edificación de la caridad, en la verdad. Reiteramos el compromiso de promover la dignidad de niños…así como de protegerlos y ofrecerles ambientes seguros para su desarrollo integral», expresa parte del comunicado leído por Monseñor.
«Nos sentimos profundamente consternados y dolidos ante las situaciones de abusos que se presentan en diversas instancias de nuestro país (…) Los abusos sexuales, sin excepción, constituyen un delito y grave pecado contra la vida y la dignidad de la persona, particularmente cuando afectan a los más débiles. Lamentablemente, miembros de la iglesia han cometido estos abusos, provocando profundas heridas en la vida de las víctimas, con la consecuencia de confusión y escándalo para ellas y para el pueblo de Dios», agrega el texto.
Monseñor Mario Moronta señala en rueda de prensa que han recibido denuncias en la diocésis y, según, han procurado las investigaciones y los procesos, según la legislación eclesial, a su vez, asegura que han sancionado a sacerdotes y otros miembros de la iglesia, a quienes se les ha comprobado que han cometido delito.
De igual manera, en nombre de la iglesia católica pide perdón y reitera el acompañamiento a la víctima del modo más integral y pastoral.
«Los obispos ni se han opuesto ni se oponen a la actuación de los organismos competentes de la justicia civil en esta materia de abusos, al contrario, respeta sus decisiones y ha prestado colaboración para el esclarecimiento de los hechos, en que se han visto implicados sacerdores y otros miembros de la iglesia, que han sido presentados para ser juzgados de acuerdo al ordenamiento legal civil», expone.
El trabajo realizado por el Washington Post muestra como elemento común, que las víctimas -en este caso niños- involucradas, procedían de entornos pobres y vulnerables. Sobre este punto, Monseñor recordó que existe un protocolo universal de la iglesia católica que invita a crear ambientes de seguridad en ambientes eclesiales. En el caso de la Conferencia Episcopal Venezolana, lo tiene de manera formal desde el año 2014 y recientemente -dice- que ha sido actualizado.
«En 2011 la santa sede pidió que hicieran normas, el segundo país en presentarlas fue Venezuela. En 2014 se presentaron, incluso, en rueda de prensa, y esas líneas guías ahora nos piden que las fortalezcamos y eso se ha hecho en los últimos dos años», explicó Moronta.
Sobre los datos expuestos en el trabajo de investigación, que habla de, al menos 10 casos, en los últimos 20 años, Monseñor indicó que prefiere mantener esa información en «confidencialidad», por respeto a las víctimas, y porque -agrega- están haciendo una investigación «bastante seria al respecto», sostiene.
«Algunas personas han indicado de que hay sacerdotes reincorporados luego de un proceso. Recordemoa que hay dos sentencias: la que declara que es inocente, tanto en Venezuela como el mundo, esa persona tiene derecho (…) la mayoría de los casos, por no decir todos, tenemos verdaderamente seguridad que han sido sancionados con la dimisión del estado clerical, es decir, ya no pueden ejercer el sacerdocio», recalcó.
Reportera del Washington Post presente en rueda de prensa
La periodista que realizó la investigación para el Washington Post, Ana Vanessa Herrero, pudo asistir a la rueda de prensa y preguntar a Monseñor Moronta, las dudas que surgieron a raíz de su trabajo periodístico. Entre ellas, por qué el sacerdote Luis Alberto Mosquera, del estado Lara, continúa en el ministerio si fue condenado en 2006 a más de 7 años de prisión por abuso sexual contra un niño, pero no terminó su sentencia.
«Le puedo asegurar algo que usted no sabe y que no ha salido en ninguna información. El padre desde hace ya algún tiempo ha sido suspendido del ejercicio del ministerio y se le ha retomado su proceso, de acuerdo a las normas de la iglesia, pero no está ejerciendo», respondió Moronta, a lo que la periodista repreguntó si tiene fecha exacta desde cuando no está ejerciendo, pues según información que maneja, en enero de este año el padre Mosquera ofreció misa en la entidad larense.
«A lo largo de este año ha sido suspendido. No puedo decirle la fecha, porque no soy obispo de Barquisimeto, pero ha sido suspendido. En todo caso, a él se le realizó todo el proceso judicial y quedó libre por haber cumplido con todas las normas», respondió.
Herrero consultó otro caso en Falcón donde el sacerdote se declaró culpable de acoso y abuso a una niña de 14 años y sigue en la iglesia.
«Desde hace ya varios meses, sobre ese caso concretamente se le está haciendo un proceso administrativo penal, de acuerdo a la norma de la iglesia. La información concreta no la puedo dar, pero está en el proceso penal administrativo, de acuerdo a las normas de la iglesia», adelantó Monseñor.