Alberto Fernández llama a la unidad tras tensiones en el oficialismo
Buenos Aires, 9 jul (EFE).- El presidente argentino, Alberto Fernández, hizo este sábado un fuerte llamamiento en favor de la «unidad» de la coalición oficialista, en un contexto de fuerte incertidumbre por el rumbo político y económico del Ejecutivo tras la renuncia del exministro de Economía Martín Guzmán.
«No hay futuro político si ese primer eslabón, que es la unidad y que a todos nos incluye, no se edifica y se fortalece todos los días», manifestó el mandatario desde San Miguel de Tucumán (norte), con motivo del acto oficial por el Día de la Independencia.
En su primer discurso público tras la dimisión de Guzmán, anunciada por redes sociales el sábado pasado, Fernández redobló su apuesta por un «horizonte común, dialogado y consensuado», poniendo como ejemplo a los congresistas que proclamaron la independencia del país el 9 de julio de 1816.
«En aquellos momentos complejos (principios del siglo XIX), la unidad no surgió mágicamente ni se impuso naturalmente, sólo fue posible porque hubo voluntad de construirla. La unidad siempre es el fruto de la disposición de los involucrados por consolidarla», aseveró el jefe de Estado.
Rumores que siembran «desánimo»
La renuncia de Guzmán, motivada, entre otros factores, por las divisiones en el seno del oficialismo y por las críticas de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, al rumbo económico del Gobierno, provocó una reacción adversa en los mercados internacionales durante toda esta semana.
La prima de riesgo de Argentina saltó un 13 % hasta los 2.648 puntos básicos (su máximo desde junio del 2020), al tiempo que subieron las cotizaciones de todos los dólares multilaterales: el dólar informal (o «dólar blue») subió un 14 %, mientras que los dólares financieros, como el dólar «contado con liquidación» o el dólar «bolsa», treparon un 19,3 y un 16,7 %, respectivamente.
Durante su intervención, Fernández cargó duramente contra quienes «siembran el desánimo» entre la población, poniendo el foco en la oposición política, en los medios de comunicación y en los grupos empresariales, a los que acusó de generar «enfrentamientos» para «separar a los argentinos y las argentinas».
«Venimos soportando en los últimos meses, pero sobre todo de manera pública y feroz en la última semana, una embestida de los grupos concentrados, poderosos, que quieren quedarse con toda la renta, que quieren provocar una devaluación y maximizar sus ganancias con la codicia de siempre», advirtió el presidente.
«La lucha ha sido siempre la misma: cuando un gobierno popular puja con los intereses económicos de adentro y de afuera, para defender la distribución de la riqueza y la alegría del pueblo, se desatan todas las fuerzas políticas, mediáticas y empresariales para torcernos el brazo y desunirnos. No lo van a lograr», agregó.
Mirada hacia el futuro
El jefe de Estado defendió su gestión, poniendo como ejemplo el crecimiento del 10,3 % del PIB en 2021 o la creación de más de un millón de empleos registrados el año pasado, aunque reconoció que persisten «problemas» importantes, como la alta inflación (60,7 % interanual en mayo) o la escasez de reservas internacionales.
En ese sentido, Fernández volvió a ratificar el programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar un préstamo de más de 40.000 millones de dólares, al subrayar la necesidad de «transitar el camino hacia el equilibrio fiscal», uno de los términos del acuerdo más cuestionados por la vicepresidenta, y «estabilizar la moneda» local.
Todo ello con la intención de recuperar el poder adquisitivo de los salarios, «erradicar la pobreza extrema» y construir «un país más igualitario» a través de una «mejor redistribución» de los ingresos.
«Somos una sociedad diversa y plural, pero aun en esa diversidad, y en la conciencia y respeto de nuestras diferencias, no podemos perder de vista el enorme espacio compartido que nos cobija. Para un argentino, no puede haber nada mejor que otro argentino. Nadie sobra en nuestro país», concluyó el mandatario. EFE