El III Congreso de Un Nuevo Tiempo
Como espectadores de las ideas, hemos estado prestos al interesante debate del partido Un Nuevo Tiempo, en su tercer congreso programático. En momentos en la cual la realidad venezolana es una encrucijada de caminos enrevesados, que una organización política redescubra la importancia de tener claro una ruta es trascendental.
El diagnóstico es lo primero que se tiene que tener para comenzar con el tratamiento. ¿Cuál es el tratamiento? Las propuestas que nazcan de las debates, es estupendo que sean viables. Para encontrar soluciones se tiene que avanzar hasta la raíz del problema.
No es solo reconocerse en un determinado parentesco ideológico, es comprender que las definiciones, bien persuadidas, hacen posible el encuentro con los diversos pensamientos. Los debates dignifican los procesos sociales, hacen que los distintos sectores, tengan claro cuál es el propósito que tienen en la búsqueda de una salida democrática.
No es fácil lograr el cometido, pero los proyectos se construyen con discusiones, solo allí nacen las ideas que puedan encontrarse con la realidad. Hemos notado que son actividades abiertas, en donde disímiles enfoques han dado sus aportes en mesas de trabajo, que no se han reducido al solo pensamiento de especialistas, sino que ciudadanos hasta del más humilde origen, son escuchados, como parte de una participación que de ser masiva.
Eso enriquece cualquier idea, adentrarse en los anhelos colectivos, muchas veces logra un cometido tan diferente al academicismo. Es advertir que cada plan que se emprenda tiene que gozar de contenido ciudadano, los tiempos corren en la misma medida que se van acrecentado las serias dificultades.
Queda entonces la urgente necesidad de adecuar los proyectos al tiempo moderno. Es tan vertiginoso el ritmo de nuestra sociedad, que quien se mantenga estático puede convertir su proyecto político en estatua de sal.
Venezuela requiere de un cambio profundo. Las organizaciones partidistas están obligadas a comprender el fenómeno y actuar en consecuencia.
En eso creemos que Un Nuevo Tiempo acierta. Particularmente en el estado Lara los hemos visto desplegados por los nueve Municipios de la entidad federal. Ese gran dirigente social de nombre José Lorenzo Monasterios, con un esforzado equipo, recorren cada rincón, llevando su proyecto, que han colocado en mesas de trabajo en donde participan muchas personas.
Nosotros, desde la distancia, reconocemos que este tipo de acciones deben servir para construir la gran unidad necesaria para salir de esto.