Cavecom-E: La mayoría del comercio electrónico está en la informalidad
El presidente de la Cámara de Comercio Electrónico (Cavecom-E), Richard Ujueta, explicó este martes que pese a que en Venezuela lo que existe es un gran «buhonerismo digital», la mayoría de los productos que se comercializan a través de esta vía son alimentos, medicamentos y cuidado personal.
En entrevista concedida a Román Lozinski, Ujueta criticó que en Venezuela no existen políticas públicas del Estado para promover el comercio electrónico.
«Vimos como quienes vendían en las aceras y se fueron a las redes sociales hasta para vender productos usados, pero en la pandemia hubo un crecimiento importante y en 2021 registramos 2.000% de crecimiento, que aunque parece grande estamos muy por debajo de la región».
Aclaró que una cosa es el «buhonerismo digital», que es lo que se práctica mayormente en Venezuela: contactas lo que quieres en redes sociales, y luego te consigues con esa persona en una esquina y le pagas en efectivo o por pago móvil. Eso no es el comercio electrónico, donde tienes el producto en internet y se te genera una factura de forma electrónica.
«Sin embargo, hemos tenido un crecimiento muy violento, un crecimiento importante, el problema es que el proceso para registrar una empresa dura 144 días, cuesta unos 3 mil dólares y una máquina fiscal para reportar el IGTF cuesta 1.000 dólares más. Por eso la mayoría se va a la informalidad. Pero lo que más ha crecido es el consumo de alimentos, medicamentos, de productos de cuidado personal, electrónica, repuestos automotrices».
Ujueta explicó que debido a la falta de tarjetas de créditos en el país, es muy difícil determinar cuánto entra al comercio electrónico, porque se usan monedas extranjeras, aplicaciones como Paypal o Zelle, monederos electrónicos, etc. «Todo eso queda por fuera porque los comercios no tienen las estructuras debidas, al no haber una formalidad pasamos a la anarquía».
Asimismo, Ujueta destacó que la Cámara ha trabajado con el Seniat para crear imprentas digitales que emitan facturas económicas, sin embargo, esto es solo para grandes empresas que no representan el 20% de lo que se factura en el país masivamente.