Dictadura del pensamiento único
Las dictaduras suelen aplicar los once principios de la propaganda de Joseph Goebels, ministro del nazismo y hombre de confianza de Adolfo Hitler, cuyo propósito perverso fue alienar la mente de los ciudadanos, al extremo que el culto a la personalidad fue uno de los elementos a los que le sacó provecho el endemoniado Führer.
El papa Francisco, al referirse a las dictaduras, expresó “que la dictadura del pensamiento único, “mata la libertad de los pueblos y de las conciencias”, aún está presente en la sociedad por lo que es necesario “orar y permanecer vigilantes”.
Han transcurrido varios años desde que asumió la máxima autoridad de la iglesia católica, y todavía hoy se da la dictadura del pensamiento único. Una dictadura que mata la libertad de los pueblos, de las personas y de las conciencias. Es necesario expresaría en esa ocasión “orar y permanecer vigilantes”- Durante su homilía, el papa explicó “la cerrazón de los fariseos ante el mensaje de Jesús y criticó a todos aquellos que, del mismo modo, tienen “el corazón y la mente cerrados” y que no son capaces de recibir el “mensaje de novedad” portado por Cristo.
Diría luego que “es un pensamiento cerrado que no está abierto al diálogo, a la posibilidad de que haya algo más (…) No se trata de testarudez. Es algo más. Es idolatría del pensamiento propio”, afirmó Bergoglio. en ese entonces, tras manifestar que “esta incapacidad de abrirse al diálogo es la causante, de muchas de las desgracias que la humanidad ha padecido.
Agregaría que en “el siglo pasado hemos conocido las dictaduras del pensamiento único, que costaron la vida a muchas personas pero que, en el momento en el que los dictadores se sentían los dueños, no se podía pensar de otro modo”, subrayó.
Alertó de que aún hoy existe la idolatría del pensamiento único y alegó que, en muchas ocasiones, si una persona no piensa como el resto, es criticada por no ser moderna ni abierta.
Esta imposición del pensamiento llega, según explicó durante su alocución en la misa, a afectar el ámbito político ya que, en muchas ocasiones, cuando un gobernante pide una ayuda financiera, se le imponen directrices a la hora de legislar. “Vigilad y rezad. No seáis bobos. No compréis cosas que no sirvan, sed siempre humildes y orad para que el Señor siempre nos conceda la libertad del corazón abierto”, señaló.
Pero sus palabras y mensajes se los lleva el viento, por cuanto los dictadores que existen en el globo terráqueo siguen haciendo de la suyas, y Venezuela es uno de los países víctimas de este frenético virus, pues lo aplica el régimen de Maduro a su libre albedrío.
Estos son los 11 principios de la propaganda nazi:
– Simplificación del enemigo único: mediante la adopción de una idea única, un único símbolo e individualizar al adversario en un único enemigo
– Principio del método de contagio: Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
– Principio de la transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
– Principio de la exageración y desfiguración: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
– Principio de la vulgarización: Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
– Principio de orquestación: La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite lo suficiente acaba por convertirse en verdad».
– Principio de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
– Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias.
– Principio del silenciamiento: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
– Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
– Principio de la unanimidad: Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad.
Entonces muchos de nuestros amables lectores comprenderán porque “Chávez vive y la lucha sigue”, como cansona y repetidamente lo escuchamos en los medios radiales y televisivos del régimen, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional..
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)