Carlos Fernández: Insistimos en diálogo de México y reinstitucionalizar el país porque sin confianza no habrá inversión extranjera
El presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández dijo este martes que han insistido una y otra vez en que se retome el diálogo de México porque esto permitirá la reinstitucionalización del país y, solo así, habrá confianza en los inversores internacionales.
En entrevista concedida a Unión Radio, Fernández destacó que el salario mínimo es establecido por el Estado -en la mayoría de los países- con base en la productividad, pero esto no pasa en Venezuela. «Venezuela tuvo años de caída económica, solo en 2019 y 2020 esta fue de más del 25%, además, el deterioro de los servicios públicos, la crisis del combustible, etc, todo esto ha generado una caída en la productividad sin precedentes. Es necesario recuperar el tamaño y dinamismo de la economía y para eso necesitamos muchas inversiones».
Sin embargo, Fernández recalcó que estas inversiones no serán posibles hasta que no haya confianza y expresó: la confianza no es un decreto, no es una alocución, ni vender las bondades del país. Confianza es solidez, independencia de instituciones públicas de un país, es la estabilidad existente en el marco regulatorio. Por eso, Fedecámaras insiste en el diálogo, el diálogo de México, insistimos en la política, la reinstitucionalización porque sino logramos profundizar en eso, nos vamos a alejar de la confianza y no podrán volver los capitales».
«La economía y la política son dos caras de una misma moneda y hay que cuidarla».
Al ser consultado sobre cómo describiría lo que está pasando en Venezuela y lo que algunos lo denominan «Venezuela se está arreglando», Fernández declaró que estamos frente a un escenario en el que a los agentes económicos «le soltaron las amarras que tenían desde el Estado».
«Cuando se dejó de ver a los actores económicos como los pranes de las empresas, empezaron a soltar los amarres, los agentes empezaron a realizar su trabajo, a tranzar una moneda que mantiene el valor en el tiempo y retomar el crédito, y el efecto multiplicador, la gente entendió que podía tener por su trabajo un valor. Sin embargo, sigue existiendo una marcada y lacerante desigualdad, 5 millones de pensionados que dependen de la seguridad social y no se puede negar, la diáspora que es un elemento de desesperanza que no es poca cosa».