Acá hay mucho en juego
La accidentada memoria muchas veces se transforma en amnesia alcahuete. Es la vil transfiguración humana cuando la misma es una carátula para ocultar el verdadero rostro cómplice. Nos es necesario adentrarnos por las intricadas cavidades cerebrales, para comprender la naturaleza del crimen, que se comete cuando la verdad venezolana se encubre de manera conveniente.
Vivimos enfrascados en conseguir una ruta que rescate a Venezuela, de la peor experiencia programática y política de los últimos años. Sin embargo, existen sectores opositores que creen que se puede cohabitar, con la peor felonía de todas, basándose en un supuesto encuentro, con aquellos que son los responsables de haber postrado al país, existe un valor insoslayable que trasciende los límites de la razón, es la dignidad de una nación construía por ciudadanos probos, que no pueden ser crucificados.
La atroz realidad nacional tiene unos responsables que son los que gobiernan, acá padecemos de una crisis que disimulan utilizando grandes recursos propagandísticos, para vender la idea de un supuesto crecimiento económico. Que en Venezuela todo se Arregló.
Solo tenemos que ir a cualquier hospital público, para descubrir que allí no existe una dotación adecuada. Observar miles de hectáreas abandonadas, sobre todo, las que fueron expropiadas por el tórrido fraude cautivante.
Somos un cementerio de empresas cerradas, medios de comunicación defenestrados. El hambre, como el precursor, de pecho erguido, en la alevosa piel de las injusticias sociales. Una corrupción galopante que ha enriquecido a una casta de bandidos, muchos de los cuales son doble agente, infiltrados en la oposición para llevar el malévolo mensaje monetario del gobierno.
Estos años de penosa desgracia pública, no pueden ser encubiertos por acuerdos trasnochados. Venezuela está en juego. La suerte nuestra no puede ser jugada en un tablero de socios.
Este gobierno está en el poder por la confabulación de mafias, siguen actuando en combinación perfecta, para que esto prosiga más allá del 2024.
De no levantarse un gran movimiento ciudadano terminaremos enterrando el cadáver de la nación. Acá nos estamos jugando es la libertad, la situación no es juego.
@alexcambero_62