Sanciones no “arrojaron” al chavismo a los brazos de Rusia y China, ya estaban en ellos cuando llegaron
El miércoles pasado, el periodista estadounidense William Neuman afirmó, durante el bautizo de su último libro, que las sanciones impuestas por Estados Unidos (EEUU) a la administración de Nicolás Maduro “arrojaron” al país a los brazos de China y Rusia. Según él, le hicieron un “favor político” al chavismo.
El autor de la obra “Things are never so bad that they can’t get worse (Inside the collapse of Venezuela)”, argumenta que el factor sanciones dejó “sin alternativa” al gobierno, y que Moscú y otras naciones “acudieron en auxilio financiero y militar de Caracas”.
¿Pero, será verdad?
Si bien es cierto que Maduro y su gabinete se ha apoyado en China, Rusia, Irán, Cuba y otras naciones para sortear las sanciones de Estados Unidos, también es verdad que el chavismo mantiene relaciones con estos Estados desde hace mucho antes de que llegaran las imposiciones estadounidenses en 2017.
En el caso preciso de Rusia, país que invadió Ucrania el pasado 20 de febrero y fue expulsado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por esos hechos; las relaciones con el chavismo gobernante datan desde inicios de la década del 2000.
En ese entonces, el fallecido presidente Hugo Chávez mantenía relaciones ya bastantes cercanas con Moscú. Primeramente con equipamiento militar. Fueron miles de millones de dólares gastados en armamento y otros insumos, que solo se han usado para casos puntuales.
Luego se fueron dando otros tipos de negociaciones entre ambos gobiernos, al punto en que, tras morir Chávez, la relación se mantuvo con Maduro al mando. Se trata de una comunicación que, si bien se ha acentuado en los últimos años, en efecto tiene mucho tiempo desarrollándose.
Si se habla de China, en incontables ocasiones Maduro ha calificado como “hermana mayor” al gigante asiático. Ambos países guardan relaciones desde el siglo pasado, aunque se acrecentaron en los últimos años.
En 2008, con Chávez vivo, se llegaron a firmar casi 300 acuerdos trasnacionales en áreas estratégicas con ese país. Es decir, los países contribuirían al desarrollo de la ciencia y tecnología, producción agropecuaria, energía, y demás ámbitos.
Sumado a todo esto, también es conocido que Venezuela adeuda millones de dólares a ambos países. Si bien se han cerrado acuerdos para disminuir los compromisos, la realidad es que el país sigue debiendo enormes cantidades de dinero a sus “únicas alternativas”, como les calificó el periodista Neuman.
Una corporación de autócratas
Contrario a la teoría de que las sanciones “arrojaron” al chavismo a estos países, otra hipótesis sugiere la existencia de una corporación internacional de autócratas, en donde países controlados por regímenes autoritarios se apoyan entre sí para, por ejemplo, esconder recursos y saltarse sanciones, sean de Estados Unidos o de la Unión Europea.
Uno de los defensores de esta posibilidad es el ex alcalde metropolitano Antonio Ledezma. Para él, lo que está en Miraflores no es un gobierno, sino una mafia. También el ex embajador Diego Arria, quien sugiere que el país está tomado por una “corporación criminal militarizada”.
María Corina Machado, coordinadora nacional del partido Vente Venezuela, es otra de las que defiende la existencia de una cúpula de autócratas que se ayudan entre sí. “Debemos calificar esto como una corporación criminal que tiene unas fuerzas geopolíticas, financieras, ideológicas y criminales que los apoyan”, dijo en una entrevista.
“No se puede decir que las sanciones arrojaron a Maduro a los brazos de Rusia y China”
Para ahondar en esta teoría, ND se puso en contacto con Diego Arria. El ex embajador sostiene que, de manera formal, no existe tal corporación de autócratas, como tampoco hay una corporación de mafias o narcotraficantes. No obstante, afirma que sí existe una unión entre estos grupos, estimulados por los negocios que mantienen.
Arria disiente de Neuman. Él no cree que las sanciones hayan arrojado al chavismo a los brazos de Rusia y China pues, como ya dijimos, las relaciones del Estado venezolano con ambas potencias datan desde mucho antes de las decisiones de Washington.
Sin embargo, dice el ex embajador, las sanciones sí estimularon aún más “las relaciones del régimen con grupos que se dedican al narcotráfico”. En todo caso, las imposiciones de EEUU arrojaron al chavismo “a manos de personajes como Alex Saab, que se convirtieron en intermediarios todopoderosos y plenipotenciarios en el sentido de poderes de Maduro”.
“Eso de que los arrojaron al chavismo a los brazos de Rusia y China. No estoy de acuerdo porque la relación de Chávez y Rusia antecede el tema de las sanciones, al igual que China. No se puede decir que las sanciones arrojaron al chavismo a los brazos de los rusos y los chinos”, precisó Arria.
Será muy difícil rescatar el país
Sobre la posibilidad de que Venezuela se recupere económicamente, Arria cree que sí siempre que Nicolás Maduro y su entorno salgan del poder.
“Venezuela se levantaría si se logra desalojar al régimen de Maduro. El país tiene todo para crecer y mejorar, pero no puede con la organización narcomilitarizada que hoy en día gobierna”, señaló.
No obstante, rescatar a Venezuela desde el ámbito social, político y económico será una ardua tarea, a sabiendas que “esa asociación de delincuentes con propósitos comunes” tiene a la cabeza a la cúpula militar y política venezolana.
“Las consecuencias de este comportamiento delictivo no se irán de la noche a la mañana aunque se desalojen a los gobernantes, porque han logrado crear redes, culturas, dentro de las propias fuerzas armadas y del estamento político”, criticó Arria.
De hecho, vaticina que, tras un eventual desalojo del gobierno chavista, “habrá que dedicar mucho tiempo y esfuerzo para limpiar al país, porque la corrupción y todo eso hizo metástasis y está a niveles inimaginables”.
“Ese será uno de los mayores desafíos para recuperar el país. Eso no va a desaparecer de la noche a la mañana”, advirtió el ex gobernador de Caracas. “El país entraría en terapia intensiva y es ingenuo imaginarse que sacando a la cabeza, el cuerpo quedó desvinculado e inmune”, añadió.
“El cuerpo social del país está afectado. ¿Cómo rescatar una República cuando lo más grave que ha pasado ha sido la destrucción de los valores fundamentales para manejar una sociedad más o menos digna? Ese es el dilema”, concluyó Arria.