¿Qué es el Batallón Azov y por qué se levantaron las críticas contra Zelenski?
Este jueves, las miradas críticas se posaron sobre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski luego de que durante su intervención ante el Parlamento Griego cediera la palabra a un militar que luego se identificó como miembro del batallón Azov. Pero, ¿qué significa Azov y por qué han surgido críticas a Zelenski en las últimas horas.
Pese a que el combatiente de Azov aseveró que su familia es griega y que su abuelo luchó contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, su presencia causó reacciones negativas. El principal partido de la oposición, SYRIZA, de izquierda, calificó de «inaceptable» que un miembro de ese batallón se haya dirigido al Parlamento griego. Y también el ex primer ministro y miembro del ala más conservadora del partido gobernante, Antonis Samarás, calificó de «grave error» la intervención del combatiente, según reseñó Efe.
¿Qué es Azov?
El día 24 de febrero cuando Vladimir Putin ordenó invadir militarmente a Ucrania, alegó, entre otras razones, que lo hacía para proteger a los rusos víctimas del genocidio perpetrados por neonazis. «Buscaremos desmilitarizar y desnazificar a Ucrania», dijo.
Según un reporte del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, su nombre deriva del mar de la costa de Azov y es una organización de ideología ultranacionalista vinculada con el neo nazismo e integrada por diferentes grupos: un regimiento oficial perteneciente a las Fuerzas Armadas de Ucrania, una rama política y un grupo paramilitar conocido como la Milicia Nacional. Este último ha recibido críticas por ser especialmente violento y por atacar a grupos minoritarios.
«Es un movimiento que cuenta con un reclutamiento activo de combatientes extranjeros, principalmente adeptos a ideologías de extrema derecha y más específicamente al neonazismo y al supremacismo blanco. También, está vinculado a nivel transnacional con otras organizaciones violentas de extrema derecha. Sin embargo, el elemento más destacable de este conjunto es su ideología extremista ultranacionalista con estrechos vínculos con el neonazismo. Un ejemplo claro de ello es que el logotipo del regimiento es una combinación de dos símbolos heráldicos alemanes popularizados por el ejército de la Alemania nazi, siendo los símbolos específicos el de un Wolfsangel en conjunto con un sol negro. Además, un número importante de sus miembros se identifican como neonazis. Sin embargo, a pesar de utilizar elementos nazis y seguir una ideología supremacista, el grupo se desvincula de ser catalogado como neonazi», suscribe el artículo.
Los orígenes de Azov se remontan a 2014 cuando separatistas rusos se levantaron contra el Gobierno en la región del Donbás, al este de Ucrania. Inició como un grupo de voluntarios pertenecientes a la banda extremista Patriotas de Ucrania y al grupo neonazi Asamblea Nacional Socialista, liderado entonces por Andriy Biletsky, un individuo abiertamente neonazi que posteriormente ocuparía un cargo electo en el parlamento ucraniano.
Tras el conflicto, el gobierno ucraniano aceptó e incorporó a estas milicias a sus Fuerzas Armadas y una de sus características es la producción de vídeos como forma de propaganda, los cuales se han hecho virales en las redes sociales: en ellos se puede ver a los miembros de este grupo en marchas con antorchas y escenas de guerra, en las que muestran su equipamiento militar.
Se estima que el grupo cuenta con unos 900 miembros activos, sin contar a los voluntarios internacionales. Sin embargo, como consecuencia de la invasión militar rusa, el volumen de llamadas para unirse al frente de guerra ha aumentado considerablemente y varios grupos extremistas de Europa y EEUU han expresado su voluntad de participar en el conflicto, por lo que se espera que esta cifra aumente sustancialmente.
Acusaciones contra el Batallón Azov
El Batallón de Azov ha operado mayormente en Mariúpol, la ciudad costera destruida en un 90% por los bombardeos rusos. Moscú, por su parte, ha acusado en varias ocasiones al batallón de usar a la población civil como escudo humano, así como de impedir el uso de corredores humanitarios.
El Ministerio de Defensa de Rusia también les culpó de la muerte de al menos 300 civiles en el teatro de Mariúpol – versión que ha sido desmentida por los medios internacionales.
«Los emblemas nazis que luce el Batallón Azov, unido a las polémicas declaraciones de su fundador, Andriy Biletsky, desprestigian profundamente al Ejército ucraniano, así como al propio país», reseñó un análisis del medio español Atalayar. «Azov ha sido acusado de cometer crímenes de guerra y violaciones en zonas de conflicto. Además, en un informe de 2015, Naciones Unidas acusó al grupo de desplegar deliberadamente sus armas en edificios residenciales civiles para ocultarlos de las fuerzas enemigas. Un año después, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos acusó a los grupos armados de ambos bandos del conflicto de Donbás, incluido Azov, de abusos contra los DDHH».
“Ucrania no está controlada por nazis o fascistas, a pesar del crecimiento de grupos ultranacionalistas y fascistas en los últimos años, un problema global que no es exclusivo a Ucrania”, destaca Amy Randall, experta en Rusia, a BBC. Randall, igualmente, hace referencia al pasado familiar de Zelenski, asesinados durante el Holocausto.
En este punto coincide Alexander Ritzman de la ONG Counter Extremism Project, quien recalca a CNN que Ucrania “no es una cloaca para los simpatizantes nazi”. Ritzman recuerda que, en las elecciones de 2019, el ala política de Azov solo obtuvo el 2,15% de los votos, lo que dejó fuera del Parlamento a Biletsky.
Asimismo, sostuvo que también hay destacados actores de ultraderecha en Rusia. “Existe un problema de ultraderecha en ambos bandos del conflicto, pero parece que hay un sesgo en informar solo sobre el problema de la ultraderecha en Ucrania”.
En medio de este escenario, Rusia busca exagerar la influencia que tiene el batallón en Ucrania, apoyándose en la relevancia que tiene la Segunda Guerra Mundial y la lucha contra el nazismo dentro de la sociedad rusa para justificar y defender la guerra en 2022. La lucha contra los supuestos nazis de Kiev alimenta el orgullo nacional, que pareciera que busca revivir la tragedia sin fin de 1940.