Primera semana del IGTF fue un caos, afirma la Cámara de Comercio de Caracas
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Servicios de Caracas, Leonardo Palacios, calificó de «caos» lo que han vivido comerciantes y empresarios estos últimos días con la implementación del IGTF y destacó que esto se debe a que no hubo discusión pública de la reforma que hizo la AN/2020 de mayoría chavista.
«La aplicación del IGTF fue un caos total producto de la improvisación, la ausencia de discusión pública y esa obligación de consulta obligatoria que sirve no solo para garantizar el derecho a la participación ciudadana, sino para explicar la forma cómo un impuesto puede afectar al sector productivo, conocer la naturaleza y aplicación del impuesto y también, conocer cómo el impuesto puede ser viable. En esta discusión deben participar empresarios, académicos y especialistas en administración tributaria, pero no se dio», declaró en entrevista en Unión Radio este lunes.
«Vemos un impuesto que no se discutió públicamente, lo que profundiza el desconocimiento, es una ley contradictoria, poco transparente y esto genera una resistencia importante a la recaudación de impuestos». Al tiempo que aclaró que la Cámara de Comercio de Caracas siempre busca el cumplimiento voluntario del pago de impuestos y evitar la evasión fiscal porque esto afecta al país.
Palacios señaló que pese a que hubo una reunión convocada por la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, y el Ministerio de Finanzas, donde participaros empresarios y se intentó «clarificar» temas en torno al IGTF, lo que reina es la «incertidumbre y la improvisación».
En este sentido, descartó que el instructivo que ofrece el Seniat en su página web sirva al contribuyente a despejar dudas. «Es una forma muy poco adecuada porque el instructivo no aclara mucho y además, cuando se consulta a empleados del órgano sobre la aplicación, en sus respuestas se evidencia el desconocimiento del impuesto, la nomenclatura tributaria por parte del mismo Seniat».
En palabras del comerciante, las máquinas fiscales no son la solución y lamentó que en Venezuela no se pueda aplicar la factura digital como han hecho otros países.
«Desde hace 2 o 3 años venimos denunciando que las máquinas fiscales no son el remedio o la solución al tema fiscal. Cuando comenzó a cobrarse el IVA en 1993 fue un desastre muy parecido al que vemos hoy con el IGTF», aseveró . «En ese entonces, se generó una gran evasión y se comenzó a pensar en la máquina fiscal como un mecanismo para recabar impuesto. Han pasado 30 años del IVA y la solución no es la máquina fiscal sino el gran aporte a la tributación, la factura digital, entre otros. Pero Venezuela no está preparada para una factura digital porque no hay conexión a internet suficiente, no hay luz permanente y hace 2 años aprobaron 20 tipos de máquinas fiscales y solo un porcentaje reducido está adecuado para establecer un mecanismo de correspondencia».
«Por eso, hemos pedido formalmente una prórroga en la exigencia de las máquinas fiscales».
Máquinas fiscales que hay que cambiar para aplicar el IGTF cuestan unos $1.000 a los comerciantes
La presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel dijo que algunos comerciantes no han podido adecuarse para pagar el IGTF que establece que lo que sea cancelado en dólares en efectivo, criptomonedas, Paypal o Zelle, será pechado con 3%, debido a que algunas máquinas fiscales no admiten la modificación necesaria y una nueva cuesta unos 1.000 dólares.
La aplicación del IGTF, que tenía previsto que se implementara a partir de este 28 de marzo, se ha convertido en un inconveniente para los comerciantes, Polesel consideró que su aplicación ha sido «apresurada» porque al comercio no le ha dado tiempo de entender cómo tiene que aplicarlo y además, el comerciante está teniendo complicaciones técnicas. «Esto ha significado un problema y solicitamos la prórroga de esta aplicación porque no hemos tenido tiempo, ni recursos para poder implementarlo», expresó en entrevista en Primera Página de Globovisión.
«Tenemos muchísimas dudas, el Ministerio de Finanzas hizo una reunión y un taller, pero quedaron dudas y muchas interrogantes: ¿Cómo aplicaremos el impuesto? ¿Qué pasa cuando la factura tiene diferentes formas de pago? ¿Qué pasa cuando una factura es a crédito? Y lo más grave son las máquinas fiscales, no todos han podido adaptar el software y hay otras máquinas fiscales que no admiten esa modificación y deben cambiar la máquina, deben pagarla de contado y cuentan unos 1.000 dólares».