“No expropiaré nada ni a nadie” Chávez y Petro
Cualquier ciudadano colombiano puede tomarse la licencia de ver la entrevista que el periodista Jorge Ramos le realiza al candidato a la presidencia de Venezuela Hugo Chávez en diciembre de 1998. Allí expone sus propuestas.
Al final resultaron grandes mentiras como veremos a continuación.
Ante la pregunta de Ramos: “Tiene usted el interés de nacionalizar medios de comunicación y empresas privadas”, responde:
“No expropiaré. No estamos interesados en expropiar nada ni a nadie. No soy el diablo, trabajaré con todos. Incluso dispuesto a darle apoyo a las industrias extranjeras de Estados Unidos y todos los países de Latinoamérica. apoyaré la inversión privada en todos los campos, en la agricultura, la industria, telecomunicaciones. Trabajaré con los mejores lazos de hermandad con capitales públicos y privados. Respaldaré el crecimiento de empresas privadas nacionales y extranjeras. Respetare los medios de comunicación privados, el Estado tiene una televisora que reforzaré, no necesito expropiar a nadie”.
Durante su gobierno se destruyeron y expropiaron mas del 70% del aparato industrial y 6 millones de hectáreas en producción del sector agrícola. Radio Caracas TV y EL Nacional los más importantes medios de comunicación, con más de medio siglo de funcionamiento fueron cerrados a pesar de ser los pioneros en la industria comunicacional en Venezuela. “Exprópiese” fue su voz de mando.
En sus relaciones con la iglesia, en enero del año 2006, ofreció sus respetos al Vaticano, al Papa y a sus representantes. “Escucho con respeto y admiración las palabras de su santidad Benedicto XVI. Mis respetos al Vaticano y a sus representantes”.
En 2006, el Cardenal venezolano Rosalío Castillo Lara, en la homilía pronunciada durante la misa de cierre de la procesión de la Divina Pastora, el más importante acto religioso del país, ante miles de feligreses reunidos en la catedral de Barquisimeto, denuncia «un gobierno elegido democráticamente hace siete años ha perdido su rumbo democrático y presenta visos de dictadura, donde todos los poderes están prácticamente en manos de una sola persona en una situación de extrema gravedad».
Chávez responde a la homilía del Cardenal Castillo Lara: “Considero que la misa fue ‘un ejemplo de la manipulación de un ser humano con todo su atuendo de jerarca de la Iglesia Católica y utilizando la imagen de la Divina Pastora”. El mandatario describió la conducta de la Iglesia como «indudablemente una provocación» y exigió disculpas por los «insultos» y el «odio». Afirmó que existe una conspiración en Roma y en Venezuela para derrocar su gobierno.
Los dirigentes católicos acusaron al gobierno de Chávez de no enfrentar la pobreza y haber malgastado miles de millones de dólares de los ingresos por la venta de petróleo. Al final el mandatario respondió “Dios no necesita embajadores”
Hoy vemos a Gustavo Petro en compañía de Francia Márquez acudir al sur de Bogotá a la notaría 17 para firmar un documento donde declara: «Con contundencia afirmo que mi propuesta de transformación del país en respeto a las leyes y a nuestra Constitución no contiene ninguna amenaza de expropiar los bienes y riquezas de los colombianos. No expropiaré nada ni a nadie”. Exactamente las mismas palabras de Chávez.
Un documento que carece, según los expertos, de valor legal, lo cual hace muy fácil violar, olvidar o negar como han sido las promesas de Chávez en Venezuela, ambos han repetido las mismas palabras“ no expropiare nada ni a nadie”
“En Venezuela a partir de 2007 el Estado comenzó a tomar el poder en los sectores hasta ese entonces privatizados de las telecomunicaciones, electricidad y grandes industrias.
Nacionalizó la mayor telefónica del país, la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (Cantv) y la filial telefonía celular Movilnet, que estaban controladas por la empresa estadounidense Verizon. Se hizo con el control de Electricidad de Caracas, en manos de la estadounidense AES, en dos de los casos más emblemáticos.
De acuerdo con cifras de gremios empresariales y organizaciones no gubernamentales, el gobierno ha expropiado o intervenido de forma forzosa 1.087 empresas desde 2003. Complejos hoteleros, fábricas de vidrios y fertilizantes, compañías de lubricantes para automóviles, fábricas de envases de aluminio, cartón y ferretería, supermercados, cadenas alimentarias, y una planta de taladros petroleros. En el sector agrícola se nacionalizaron 47 fundos en la zona sur del Lago de Maracaibo, conocida por ser la principal zona de la producción de carne, leche y plátanos.
Venezuela hoy es una economía devastada, la quinta parte de lo que fue. El salario mínimo es inferior a $30 por mes, la canasta básica alimentaria supera los $150, la desnutrición infantil y la emergencia humanitaria compleja hunden a Venezuela. Más de 94% de los hogares son pobres (por ingreso), según la Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela 2021 realizada por la UCAB, 76,6% padecen de pobreza extrema. Es el país más desigual de América Latina, con un índice Gini estimado de 56,7. Las políticas sociales se han reducido básicamente al reparto de bolsas Clap, de distribución inconstante, y míseras transferencias a través del uso de un Carnet de la Patria obligatorio. 24,5% de los hogares padecen de una inseguridad alimentaria extrema, 35,2% una inseguridad moderada y 34,5% de una inseguridad alimentaria leve. Desde 2015 más de 6 millones de venezolanos han emigrado huyendo de esta situación. 1.800.000 de ellos están hoy en suelo colombiano.
La mayor mentira de Chávez fue declarar en 2003 en su programa “Aló Presidente” que no era socialista, para luego contradecirse en 2010: “Chávez asume el marxismo como la «propuesta más avanzada» para interpretar la realidad, y opina que «Cristo fue el primer socialista» de la tierra.
Los colombianos no pueden cerrar los ojos, los demócratas venezolanos estamos luchando para rescatar al país de una dictadura férrea respaldada por cuerpos represivos y unas Fuerzas Armadas apartadas de su deber constitucional que infunden el terror en la población. El régimen de Maduro está hoy enjuiciado ante la corte Penal Internacional por los delitos de lesa humanidad comprobados por informes de las instituciones de vigilancia de los derechos humanos. Confiemos en que la sabiduría del pueblo colombiano impida que se establezca un corredor antihumanitario entre Colombia y Venezuela.