Jorge Roig: Es la primera vez que veo una disposición del Gobierno al diálogo tripartito y con la OIT
El gobierno de Nicolás Maduro accedió al diálogo tripartito con empresarios y sindicatos porque las circunstancias han cambiado y necesita un «mejor sector empresarial».
Así lo considera el expresidente de Fedecámaras y miembro del Consejo de Administración de la OIT, Jorge Roig, quien explica que el Estado ya no ve a la patronal como enemigo o autor «de la guerra económica».
En conversación con ND, Roig reconoce que, por primera vez, ve una disposición del gobierno nacional a un diálogo serio y una muy buena señal de ello es permitir el acompañamiento de la Organización Internacional de Trabajadores.
Roig ha visto además voluntad del gobierno en incrementar el salario mínimo, pero que sus finanzas no le permiten realizar un ajuste importante.
Para comenzar, ¿qué pasó el martes con la discusión del salario mínimo y la instalación del diálogo tripartito?
– El martes ciertamente discutimos el salario mínimo y estamos acordando perfeccionar el método en cuanto el sistema de discusión sea tripartito, de manera que recibamos, de acuerdo a la OIT, la información con tiempo suficiente, con la capacidad de influir en la decisión y sobre todo un círculo virtuoso donde nuestras propuestas sean escuchadas y evaluadas, de manera que uno sienta que la discusión no es solo una mera formalidad.
– Creo que se avanzó mucho en ese punto. Es uno de los aspectos donde Fedecámaras tiene más posibilidad de avanzar y ya el año pasado mejoró bastante la consulta. Ahora lo que hay es que formalizarla mucho más. Creo que hay una intención del Ejecutivo Nacional de que ese punto se resuelva satisfactoriamente.
En el tema del salario mínimo, el gobierno tiene un problema por ser, a su vez, el encargado de aplicar las leyes y el máximo empleador del país. Es decir, cualquier aumento de salarios afecta directamente sus finanzas. ¿Cómo lo ve usted?
– Ciertamente, el gobierno tiene un problema al ser un empleador importante. El sector privado ya paga los salarios muchísimos más altos que el salario mínimo; sin embargo, el gobierno tiene toda la intención de mejorar el salario mínimo. Lo que tiene es que mejorar sus finanzas, porque no tiene lo suficiente en estos momentos para hacer un aumento salarial importante.
– Creo que vamos a trabajar en alguna regulación donde se permita que algunos bonos de comida o trabajo sean dados a los trabajadores, de manera que mejore un poco el salario sin que eso tenga un impacto en las prestaciones sociales y eso de alguna manera, si se hace legalmente de acuerdo a la Ley del Trabajo, donde tú estableces que estás pagando los bonos por esa modalidad, podríamos tener un mejor salario para los trabajadores; pero evidentemente eso es un freno para el Gobierno que es un empleador importante y sus finanzas no dan en estos momentos para dar el salario justo y digno.
– Vamos a estar claros: el sector privado tampoco podría pagar una canasta básica que son 473 dólares, entonces todos tenemos que ir mejorando poco a poco.
¿Por qué el gobierno aceptó realizar este diálogo tripartito en este momento, después de estar suspendido por años? ¿Qué hay detrás?
– El gobierno aceptó el diálogo tripartito porque la circunstancias han cambiado, no hay nada por detrás. Simplemente empieza a ver a Fedecámaras no como un enemigo ni el autor de la guerra económica.
– La situación geopolítica cambia muchísimo. El gobierno necesita un sector empresarial mejor. Necesita que haya una apertura en el punto de búsqueda de un desarrollo económico-productivo que lo ayude más, y al mismo tiempo que la presión de la OIT, una presión de una casa bastante importante, la casa de los trabajadores, que ha hecho que tengamos que sentarnos a negociar nuestras diferencias en una queja que ya tiene muchísimos años.
¿Usted ve disposición por parte del Estado en llegar a acuerdos y cumplirlos?
– Es la primera vez que veo una disposición del gobierno nacional, primero de encarar un diálogo serio. El hecho que hayan aceptado que esté la OIT acompañándonos ya es una muy buena señal.
– El ministro José Ramón Rivero es una persona que ha demostrado mucha más amplitud que los ministros de Trabajo anteriores y además sentimos un apoyo del alto gobierno, como fue la presencia de Delcy Rodríguez en el acto inaugural, así que hay un apoyo por parte de todas las instancias del gobierno para cumplir acuerdos. Algunos serán más sencillos, otros serán más complicados, lo importante es tener una agenda de reuniones y resolver esto a través del diálogo social que establece la OIT.
Eudis Girot fue liberado el mismo día que llegó la OIT al país ¿responde a ello la excarcelación? ¿Vendrán más liberaciones de sindicalistas y se respetarán sus protestas?
– Eudis Girot efectivamente fue excarcelado. Creo que parte del proceso de sanación que debemos tener entre las partes es devolvernos la confianza. Gran parte de las discusiones están centradas en la libertad de algunos sindicalistas. Gran parte de esos sindicalistas que fueron detenidos están en la calle con algunos regímenes de presentación debido a casos que se le imputan.
– En eso hemos ido mejorando. Creo que hoy en día hay un ambiente en ese sentido de la liberación y eliminación de algunas medidas cautelares que tenían tanto dirigentes sindicales como empleadores.
¿Qué va a pasar con los jubilados y pensionados públicos? ¿Se va a tocar dentro de la reunión con la OIT?
– El tema de los jubilados y pensionados es complicado porque fundamentalmente depende del mismo salario mínimo, entonces la discusión de un sistema de seguridad social no está contemplado en esta primera agenda.
– Es un tema mucho más complejo, con la problemática de tantos jóvenes que han abandonado el país y con el salario mínimo que tenemos y la inflación, no parece el momento oportuno para discutir un sistema de seguridad social con toda la seriedad que el caso amerita.
– Lo que sí creo es que recuperando un poco el salario mínimo y al dar algunas alternativas para tener más ingresos mensuales. Eso parte del proceso que estamos estudiando y servirá para los jubilados y pensionados.
Usted ha presenciado de cerca el desfalco y desmantelamiento de las empresas básicas de Guayana. ¿Cómo hablar de recuperación salarial cuando la principal fuente de ingresos para el sector laboral del Estado está en esas condiciones?
– Las empresas de Guayana sí han sufrido una muy mala gerencia. Una mezcla de malísima gerencia con abandono. El tema eléctrico ha sido fundamental para que las empresas básicas no puedan funcionar.
– Soy bastante pesimista con el relanzamiento de las empresas de Guayana. Lo digo sin ningún problema. Me considero un conocedor de la situación de esas empresas, y me parece un error en estos momentos de país estar insistiendo en la recuperación de esas empresas.
– Creo que tenemos problemas financieros, eléctricos y de infraestructuras muy graves en el país que van a impedir que esas empresas en el corto plazo se conviertan, como lo eran, en una alternativa para un país petrolero.
– En ese punto, te diría que la recuperación salarial está más pensada en el petróleo, en la eventual eliminación de algunas sanciones que permitan que el sector petrolero vuelva a tener una productividad mayor en estos momentos de auge de precios, y eso pueda darle más ingresos al venezolano y también crear las condiciones básicas para que el sector privado invierta más en el país.
¿Usted cree que estamos en un punto en Venezuela en el que cada sector debe velar por sus agremiados e intereses, sin entrar en la política?
– El tema de la política es una discusión permanente porque yo entiendo que los gremios empresariales y sindicales están para hacer política, pero política con P mayúscula. Una política que sea preocuparse por los asuntos del público, influir en la agenda pública.
– En lo que nunca he estado de acuerdo es en que los sindicatos o gremios se partidicen. No pueden corresponder a líneas partidistas. Lo que sí creo que deben participar en la política, evidentemente porque la elaboración en la influencia de las políticas públicas es fundamental, pero lo que no creo es que los gremios deben partidizarse.
– Es un momento mucho más para preocuparse por velar por los intereses de sus agremiados, por la constitución de un sistema democrático más fuerte, por la apertura de empresas y la creación de empleos dignos, y yo creo que ese es un trabajo por el que los gremios empleadores tienen que estar preocupados.
Imagen cortesía de Tal Cual