Foro de Diálogo Social en Venezuela: Desafío para la OIT
El Foro de Diálogo Social quedó instalado el lunes 25 de abril en Caracas con la participación de una comisión de alto nivel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dirigentes sindicales, empresarios y autoridades del gobierno de Nicolás Maduro.
El evento, que ocurre tras la queja presentada por delegados empleadores en 2015 ante la OIT ante las reiteradas violaciones a la libertad gremial empresarial, contó posteriormente en 2017 con el apoyo de las centrales sindicales venezolanas por el desconocimiento permanente a los derechos laborales en el país.
El Foro de Dialogo Social se inició el lunes 25, luego continuó el martes 26/04 con la evaluación de la aplicación de los convenios 26 sobre salario mínimo y 144 consulta tripartita, evadidos por el gobierno de Maduro al momento de definir salarios durante sus 9 años de gestión iniciada en 2013.
Posteriormente el miércoles 27 se analizará la situación del convenio 87 sobre libertad sindical, violentado por el régimen al suspender los contratos colectivos, perseguir y apresar a dirigentes sindicales, y bloquear la renovación de las elecciones sindicales por las trabas impuestas por el CNE y el Ministerio del Trabajo.
Se debe destacar la participación por vía digital de Guy Ryder, director mundial de la Organización, quien celebró la realización del Foro exhortando a las partes involucradas a mantener una relación que «se base en la transparencia y consenso, para avanzar en la búsqueda de un futuro mejor, llegar a resultados concretos y tangibles en el corto plazo».
En ese contexto agregó: «Tengo la fe y esperanza de que sabremos aprovechar esta oportunidad única para que el gobierno y los interlocutores puedan establecer una relación de confianza mutua para la reconciliación nacional basada en la transparencia y el consenso de la búsqueda de un futuro mejor», presentado a través de un video presentado en el Foro.
Además, destacó que el evento busca dar cumplimiento a la decisión del Consejo de Administración del OIT, «para tratar las cuestiones pendientes sobre la aplicación de los convenios 26(fijación de los salarios mínimos), 87 (libertad sindical) y 144 (consulta tripartita), tanto en la legislación como en la práctica».
La inefable vicepresidenta Delcy Rodríguez destacó que «en Venezuela es fundamental el derecho a la contratación colectiva, lo que marca una diferencia con otros países», indicando que el derecho a la negociación colectiva y la obligación a celebrarla se estableció en el artículo 96 de la Constitución y se ratificó en el artículo 431 de la Ley Orgánica del Trabajo.
Así también indicó que «Auguramos que este Foro ayude a consolidar la esperanza de nuestros trabajadores para tener un sistema fortalecido que garantice las necesidades de bienes y servicios a la población».
Ante las descaradas declaraciones de la representante gubernamental, podemos afirmar que cada vez que viene la OIT soplan buenos vientos para el sindicalismo venezolano, porque obliga al gobierno a sentarse a hablar con las centrales sindicales y el patrono empresario.
Aunque en la realidad mediante la resolución 2792 de 2018 suspendieron de facto la discusión de los contratos colectivos en el sector público. En este sentido el gobierno deberá dar respuesta concreta a las acciones cometidas como, por ejemplo, la fijación de un salario mínimo de forma unilateral y el desconocimiento de la contratación colectiva.
La OIT debe lograr meter en cintura a un gobierno que, durante 20 años, viene evadiendo los principales convenios internacionales laborales, ya que el foro deberá dar resultados concretos en torno a que el próximo salario mínimo se fije a partir de una reunión con las centrales sindicales, el sector privado y el gobierno.
Además, que el gobierno respete los contratos colectivos, y se concrete la liberación de todos los trabajadores detenidos, víctimas de persecución política, por luchar por sus derechos.
Si Maduro decide desconocer los convenios, de manera contumaz, como usualmente ha hecho, pasará a ser una prueba más para la Corte Penal Internacional (CPI), que pudiera derivar a la separación de Venezuela de la OIT».
El resultado de la violación del gobierno a lo que acuerden las mesas de diálogo social, puede ser una prueba que puede llevarlo a la CPI cosa que el gobierno deberá cuidar porque ahí tiene un terreno minado por las denuncias de torturas y violaciones a los DDHH ante la presencia de la Corte Penal Internacional en el país.
Aun cuando concluya el Foro Social el jueves 28 de abril, las mesas de diálogo social deberán permanecer instaladas con el objetivo de verificar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en las conversaciones, reafirmado con la propuesta de Guy Ryder de instalar un Consejo Nacional Tripartito para hacerle seguimiento a las conclusiones del evento.
Para la OIT es un reto lograr que este gobierno cumpla lo que firma, ya que durante el siglo XXI ha sido reiterada su actitud de desprecio a los convenios laborales de la OIT, al instalar el Foro Social es un precedente para el mundo del trabajo sobre la posición de este organismo tripartito de no ceder terreno hasta restablecer el trabajo digno.
Movimiento Laborista