Personas con antecedentes y que no dan la talla psicológicamente han ingresado a los cuerpos de seguridad
Dos hechos aislados ocurridos este fin de semana en Caracas demuestran el peligro que corren los ciudadanos frente a personas que portan armas de fuego. La comisaria, abogada y experta en seguridad Odalis Cabrera lamentó que desde hace unos años esté fallando el proceso de captación dentro de los cuerpos de seguridad y dijo «personas con antecedentes y que no dan la talla» forman parte de estos».
En entrevista concedida a Román Lozinski esta mañana, Caldera recordó que quienes integran cuerpos de seguridad deben velar por la seguridad, los bienes, pero también la salud psicológica de las personas. «En cada institución hay gente valiosa, pero lamentablemente también hay quienes no tienen como fin trabajar apegados a las normas y reglamentos, sino que ingresan para delinquir y solo esperan tener una cuota de poder que les da un arma de fuego o una jerarquía para actuar».
«La selección del personal ha fallado, desde hace mucho rato porque hay personas con registros policiales, otras que psicológicamente no dan la talla que no pueden ser parte de un órgano policial, esto se ve en el examen psicotécnico, en el cual arrojan tendencias que no son exigidas para ocupar un cargo de funcionario. Y luego vienen las consecuencias cuando vemos a algunos en actos delictivos, cuando son destituidos pasan a bandas delictivas o dañan la imagen de la institución y de sus compañeros al tener conductas desviadas e inapropiadas», condenó.
Según dijo en años anteriores, se le inculcaba al funcionario evitar el consumo de alcohol, sobre todo de quienes estas bebidas le transforman la conducta o se tornan violentos. «Se prohibía ingerir bebidas cerca de las sedes policiales y eso creo que no se está tomando en cuenta y entonces, se dan situaciones como las de este fin de semana que dan pena».
Caldera destacó que quienes incurren en este tipo de infracciones como el detective del Cicpc Daniel Colombo quien protagonizó una pelea en el bar de Altamira Greenwich, deben ser juzgados por la inspectoría de cada cuerpo. «Debería pasar a ser destituido, pero es difícil recoger el agua regada porque las personas no dicen un funcionario, sino todos los funcionarios», lamentó.
Sobre los escoltas
La noche de este domingo se conoció que una mujer sacó un arma en pleno concierto de la banda española Morat que se llevó a cabo este fin de semana en el Ccct. Una usuaria en Twitter colgó un video y denunció que ella y un grupo de amigos fueron atacados de forma violenta por «una escolta». Según @victoooriaP, uno de los cantantes le lanzó a ella una baqueta y otras personas empezaron a pelear por el objeto. En medio de la discusión, la mujer sacó un arma de fuego y le dio un cachazo a su novio: «le apuntó directamente a mi novio en la cabeza y nadie la detuvo. Entre el forcejeo mi novio recibió dos mordiscos, un amigo un cachazo y yo un coñ** en la cara».
Sobre esta denuncia, Cabrera subrayó que existe la normativa vigente de que nadie puede entrar armado a locales públicos, «salvo que esté uniformado o esté en una labor de inteligencia».
«Está prohibido que cualquier funcionario que no esté en servicio entre con arma de fuego, mucho más en un evento musical. Esta es una situación irregular» y agregó «es quien va escoltado quien debe controlar esta situación. El escolta debe ser formado y evitar que se cometan abusos de este tipo. La gente está cansada de que escoltas de personalidades estén en áreas comunes de los edificios las 24 horas y parece que esto está perdiendo el sentido. No son superpoderosos, tienen que cumplir con normas ciudadanas».