Maduro une su suerte a Putin
Una crisis significa también oportunidad. Lo que está pasando con el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia veta el cese de la guerra llama a una urgente rectificación. Es inaceptable que uno de los países que tiene el privilegio del veto, sea el que invada a otro, cometa crímenes de guerra y de lesa humanidad. Y que las Naciones Unidas no puedan actuar para el fin al que han sido creadas, violando Putin impunemente su carta de constitución.
A partir de la Segunda Guerra Mundial aparecen las Naciones Unidas con el objetivo fundamental de mantener la paz del planeta, de evitar otro holocausto y una tercera guerra mundial, que sería además el fin de la vida en la tierra.
Es urgente aprovechar lo que está pasando con Rusia, para reformar el funcionamiento de la ONU. Establecer que la Asamblea General como máximo órgano, cuando obtenga una mayoría calificada de votos que se podría establecer en las tres cuartas partes de los países, súpera el veto y su decisión se impone al Consejo de Seguridad. Se trata de democratizar la ONU y de convertirla en una institución operativa, que cumpla con la finalidad para la cual fue creada. Desde su creación el veto lo pueden ejercer sólo 5 países (EEUU, Rusia, China, Francia e Inglaterra) y otros tan importantes como Alemania, Japón y la India, por sólo nombrar a tres, no lo tienen. Tampoco ningún país africano, ni latinoamericano. Fueron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial los que se reservaron este fuero, privilegio o prerrogativa que hoy impide el actuar de la organización.
Putin saldrá muy mal parado de la invasión. Habrá creado un nuevo “telón de acero”, una “cortina de hierro” y un muro como el de Berlín, pero que ahora empezará en Ucrania. Si llega a tomar Ucrania la resistencia y guerra de guerrillas a largo plazo terminará con la ocupación, tal y como sucedió con la guerra en Afganistán. En las últimas horas han dicho que su objetivo es alcanzar el Donbás, del par de repúblicas independientes, donde una de ellas siguiendo a Crimea ha manifestado su deseo de anexión con referéndum incluido.
Pase lo que pase, Putin quedará más aislado que nunca. Cerca de 50 países han sancionado a Rusia y la ruina económica no tardará en sobrevenir. La cesación de pagos es en estos momentos una posibilidad, ya que los bonos soberanos rusos están siendo clasificados como Basura.
Lamentable que Venezuela por el mal manejo de su industria petrolera y el saqueo a que fue sometida, no puede aprovechar la subida de los precios para hacerse con un capital que tanta falta nos hace. Por vez primera un conflicto bélico no resulta en la captación de ingresos extraordinarios para el país a corto plazo, desde que nos convertimos en una potencia petrolera.
En nuestra patria tenemos que poner la atención en el regreso a la democracia, negociar unas elecciones competitivas, cumplir la Constitución y la ley, y con estas realidades se acabarán las sanciones, y habrá que realizar una nueva apertura petrolera. No hay tiempo que perder, la guerra Rusa hará aún más vertiginosa la sustitución de las energías fósiles por las verdes y es indispensable recuperar el terreno perdido. Maduro al ofrecer apoyo incondicional a Putin, ha unido su suerte a la de la guerra Rusa. Si los objetivos de Putin no se concretan y lo derrocan, la suerte de Maduro estaría echada.
@OscarArnal