La exitosa gestión de la meritocracia petrolera (1/2)

Opinión | marzo 17, 2022 | 6:22 am.

Es hora de poner los puntos sobre las íes. La llamada meritocracia realizó una gran labor en Pdvsa, que llegó a ser catalogada como la segunda empresa petrolera del mundo. Sitial cuya sola mención sería una burla para quien pretenda decir lo mismo de la Pdvsa actual.

Los resultados se palpan y son muy reales. Están muy lejos de ser considerados mito, como plantean algunos análisis parcializados, alejados de la realidad, y llenos de medias verdades. Hay que aclarar que sí hubo un sabotaje gerencial: estos veinte años de gestión “revolucionaria” que convirtieron a Pdvsa en un escombro.

Hoy algunos de los incendiarios que, sentados sobre las cenizas que provocaron, critican la gestión de la meritocracia. Incendiarios disfrazados de bomberos. Lo que no pueden ocultar es que son partícipes de la más desastrosa destrucción de una empresa petrolera de que se tenga memoria.

La gestión

Algunos analistas argumentan que la gestión 1975 – 2002, desde la nacionalización del petróleo hasta la expulsión de los 23.000 trabajadores, no fue exitosa porque la producción disminuyó o se mantuvo, a lo largo de los primeros quince años.

Pero resulta que, para los primeros años de la nacionalización la estrategia fue compensar producción en decadencia recibida de las transnacionales.

Previo a la nacionalización, la producción petrolera llegó a un techo de 3.700.000 bd en 1970. A partir de 1971 comenzó a declinar como consecuencia de la Ley de Reversión. Esta expresaba que los bienes, instalaciones y equipos pertenecientes a las concesionarias, debían revertir a la nación sin compensación, en 1984.

Debido a que tendrían que salir del negocio, las transnacionales dejaron de ejecutar los procesos exploratorios. Por otra parte, estaban produciendo algunos yacimientos por encima de su capacidad óptima, lo que disminuía la recuperación final de las reservas.

Cuando Carlos Andrés Pérez (CAP) llegó al gobierno en 1974 fue informado de que se estaban sobreexplotando los yacimientos.

En el libro “Memorias Proscritas”, de los periodistas Ramón Hernández y Roberto Giusti, CAP expresó: “Una de las primeras medidas que tuve que tomar en el gobierno fue obligar a las compañías a guardar la relación gas-petróleo y a disminuir la explotación. De un solo tanganazo obligué a la Creole a bajar 300.000 barriles diarios. Su presidente se presentó indignado a Miraflores, pero le expliqué nuestras razones”.

Los primeros años de la nacionalización, fueron de consolidación, de racionalización de las empresas, y de planificar e iniciar acciones hacia el emporio energético que surgió en los siguientes períodos. Porque hay que recordar que, durante los años de la meritocracia petrolera, Pdvsa se transformó, desde una empresa “saca tubos”, en un emporio energético.

En 1973, un año antes de la llegada de CAP a Miraflores, se había iniciado la Guerra del Yom Kippur, que impulsó entre otras medidas la reducción de oferta de los países árabes en 5% y el embargo petrolero de esos países a Holanda, Estados Unidos, Portugal y Suráfrica. Estas acciones redundaron en la cuadruplicación de los precios petroleros desde tres hasta 12 $ el barril.

Como consecuencia de la elevación de los precios de los hidrocarburos, en Venezuela el primer presupuesto de CAP en 1974 fue de 42.000 millones de bolívares, tres veces superior al de Caldera en 1973 (14.000 millones).

Se generó superabundancia de divisas petroleras. Juan Pablo Pérez Alfonzo (JPPA) pensó que ese exceso de dinero iba a intoxicar al país. Dijo que Venezuela iba a ser como un indigente que se sacara el premio gordo de la lotería y empezara a comer siete veces al día y se descompensara. Que el país tal como el indigente, se iba a descompensar porque la cantidad de recursos por encima de la capacidad de gasto, no podrían ser digeridos. Llamó a este fenómeno Efecto Venezuela.

JPPA propuso rebajar la producción hasta un millón de barriles diarios. Según su parecer, en el subsuelo el petróleo se revaluaría. No hay que olvidar que en ese momento se creía que las reservas de Venezuela no llegaban a 20 años, y que los precios del petróleo seguirían ascendiendo año tras año. ¡Ah! y ni se pensaba en la transición energética.

Esta propuesta estuvo avalada por buena parte de la opinión pública. CAP, no bajó la producción; pero creo el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) con la idea de represar los excedentes.

En 1976, primer año de la gestión de Pdvsa, la producción había disminuido hasta poco más de 2.300.000 bd. Por lo tanto, esa debe ser la base para los análisis. Es decir, la producción, en decadencia, que recibió Pdvsa de las concesionarias.

En los cuadros siguientes, se muestran la producción y los precios de la cesta petrolera venezolana durante los gobiernos en los cuales la meritocracia fue la modalidad gerencial en Pdvsa.

Gráfico número 1

Fuente: “Construcción y destrucción de un país. Presidencias de Venezuela 1900- 2020” Eddie Ramírez y Rafael Gallegos. Año 2021. Disponible en Amazon

En el período de CAP se creó Intevep, centro de investigación petrolera que desarrollaría la Orimulsión, el HDH y muchos productos útiles que dieron solidez a nuestra tecnología petrolera. Se fundó Inapet, centro de adiestramiento petrolero, matriz del CIED, que sería premiada como la mejor universidad corporativa del mundo. Se acometió con éxito la racionalización de las empresas. Se creó la flota petrolera, que llegó a tener más de 25 buques, alargándole los pantalones al mercadeo internacional de hidrocarburos de Venezuela, que anteriormente manejaban las transnacionales. También se inició la recuperación de la petroquímica.

No es poca cosa. La meritocracia hizo un gran trabajo.

Gráfico número 2


Fuente: “Construcción y destrucción de un país. Presidencias de Venezuela 1900- 2020” Eddie Ramírez y Rafael Gallegos. Año 2021. Disponible en Amazon

Más de una vez hemos oído análisis acusando de mala gestión a Humberto Calderón Berti por la disminución de la producción en sus años de ministro y presidente de Pdvsa. Estas observaciones no tienen asidero. Veamos: En 1979 el Imán Jomeini derrocó al Sha de Irán. Su política era antinorteamericana. Entre sus medidas eliminó la exportación de crudos de Irán, lo que significó sacar del mercado mundial 5 millones de barriles diarios. Esto multiplicó los precios desde 12 hasta casi 30 dólares el barril. Poco duró la dicha. Para 1980, había exceso de petróleo en el mercado y algunos países de la OPEP hicieron recortes hasta de 10 o 15% para sostener los precios. Venezuela decidió mantener su producción en alrededor de 2,2 millones de bd. Hubiera sido absurdo subir la producción en un mercado inundado.

En 1982, se establecieron las cuotas de producción de la OPEP. La cuota OPEP fue de 17.500.000 bd. La de Venezuela apenas de 1.750.000 bd. Esas son las razones (y no la mala gestión que algunos arguyen de manera simplista) por las que Venezuela redujo hasta menos de 2 millones de barriles su producción en 1982 y 1983.

La meritocracia en esos años aumentó la exploración de pozos – a objeto de mantener e incrementar el potencial de producción en el futuro. Además, se inició la evaluación de la Faja Petrolífera del Orinoco. Se procedió al Cambio de Patrón de Refinación, que revirtió la concepción de las transnacionales de las refinerías de Venezuela como productoras de residuales. Antes de la nacionalización, en nuestras refinerías, a cada barril de petróleo se le extraía 15 % de gasolina, con el cambio de patrón, a cada barril se llegó a extraer el 45%. Y eso, generó 100.000 barriles adicionales de gasolina sin producir un barril extra. A eso se llama mérito y hay que destacarlo. Igualmente se optimizaron las refinerías de Cardón y Amuay, creando el Centro Refinador de Paraguaná (CRP).

Por cierto, años después de la gestión de la meritocracia, a la Pdvsa roja le explotó Amuay, en unas condiciones y tan extrañas, que ni siquiera cobraron el seguro.

Además, durante el gobierno de LHC, se adelantó la Internacionalización del Petróleo, que consistió en comprar refinerías en Estados Unidos y Europa, a objeto de colocar nuestro difícil crudo directamente en los tanques de gasolina de los centros de consumo del mundo. De la vaca a la boca. La capacidad de refinación de Venezuela subía desde 1,1 millones de barriles hasta 3.1.

No se trató, como arguyen algunos detractores de la meritocracia, de imitar a las fábricas que compran los supermercados para vender sus productos. No hay que olvidar que las grandes petroleras del mundo, o sea Exxon y Shell entre muchas otras, tienen mayor capacidad de refinación que de producción y allí radica su negocio. O sea…

También se inauguró la planta criogénica de gas en el Condominio Jose (otra obra de la meritocracia), que se aunaba a las plantas de extracción, igualmente construidas en ese período, y permitían producir pentano, butano y otros importantes componentes del gas.

O sea, que la meritocracia, sí hizo. No es mito, como fallidamente algunos intentan burlarse.

Gráfico número 3

Fuente: “Construcción y destrucción de un país. Presidencias de Venezuela 1900- 2020” Eddie Ramírez y Rafael Gallegos. Año 2021. Disponible en Amazon

El período 1984-88 se caracterizó por sobreproducción de hidrocarburos en el planeta. Países extra OPEP se incorporaron como productores. El mercado se hizo muy competido e incierto, y los precios inestables. Sería absurdo pensar en esos años, en serios incrementos de producción. Contimenos si se observa el bajón, casi a la mitad, de los precios a partir de 1986.

La estrategia de la meritocracia en esos años, se centró en la búsqueda de crudos medianos y livianos. Se desarrollaron las áreas nuevas de Monagas y Apure. En los crudos extrapesados de la faja, también se observaron importantes avances.

La orimulsión, un descubrimiento de Intevep orientado a sustituir los combustibles de las plantas eléctricas del mundo, dio sus primeros pasos. Por cierto, la “revolución” acabó con esa importante modalidad.

Se completó el condominio Jose. Se inauguró Nurgas, que permitía trasladar gas desde oriente hasta occidente. Se consolidó la petroquímica. Apenas habían pasado 12 años de la nacionalización.

En apenas 12 años: Racionalización. Cambio de patrón de refinación. Internacionalización. CRP. Desarrollo de la Faja. Áreas nuevas de Monagas y Apure. Extracción y fraccionamiento de gas. Nurgas. Condominio Jose. Rescate de la Petroquímica. Orimulsión. Intevep. Cied… Y en un ambiente de respeto, bien remunerado y honesto.

Una gran obra de la meritocracia. No se puede tapar el sol con un dedo. Mucho menos con análisis simplistas. Venezuela tiene que conocer su historia petrolera.

Continuará… El siguiente artículo analizará la gestión petrolera de CAP II, Caldera II, así como el punto de inflexión que significó Chávez, que desembocó en la tragedia petrolera de hoy. Claro que estos análisis no justifican el accionar gerencial de esos gobiernos. Eso es harina de otro costal.