Fedecámaras Bolívar: Las empresas básicas no volverán a ser lo que fueron, hay que cambiarse ese chip
Todo parece indicar que la estrepitosa caída de la economía venezolana en los últimos años, que le ha hecho perder hasta 80 % de su Producto Interno Bruto, finalmente saldrá del foso este año 2022, según las proyecciones de economistas y representantes del sector privado.
En esa misma tónica se encuentra el presidente de Fedecámaras Bolívar, Austerio González, quien en entrevista exclusiva con ND, se suma a la opinión de especialistas que apuntan a una mejoría económica, aunque con ciertas consideraciones.
“Sí. Indudablemente desde el año pasado para acá, se ha visto un crecimiento (económico), pero hay que entender el fondo de la situación. En los últimos años caímos en más de 80 %, lo que ha pasado es que en el año 2021hubo una recuperación en el sector privado de casi 4 % y en términos generales de un 2,5 %. Es decir, dimos el primer paso. Estamos en un proceso de recuperación, pero no es suficiente, porque a ese ritmo tendríamos que pasar unas cuantas décadas para que eso suceda y no es la idea. Tenemos que ir aumentado el ritmo de recuperación”, explica González.
El optimismo del líder gremial lo lleva a pensar que Venezuela está en la capacidad de poder acelerar el crecimiento económico, pero “tienen que darse ciertas decisiones económicas, es decir, pasar del modelo rentista a un modelo productivo donde el sector privado ocupe un lugar preponderante y eso debe entenderlo el Estado”, menciona.
“El Estado debe entender que el sector productivo de Venezuela tiene que mejorarse, consolidarse, crecer lo hecho en el país para conseguir un crecimiento superior en 10 %, 15 %. A medida que nos vayamos recuperando es que podemos consolidar la economía y siempre pensando en lo hecho en Venezuela”.
Ajuste salarial sin impacto en la inflación
El pasado jueves 3 de marzo el mandatario Nicolás Maduro anunció un ajuste salarial fijado en medio petro, lo que corresponde a unos 30 dólares. Esto, según análisis de Austerio González, tendría un impacto “mínimo” en la inflación del país.
“Va a mejorar indudablemente la economía (…) Este incremento le dará un poco de oxígeno a la economía interna, pero insisto, todavía no es suficiente”.
González mantiene la idea de que el ajuste salarial debe ir en sintonía con la realidad económica del país. Ciertamente, el sector privado maneja unos sueldos mucho más altos, pero la intención, según explica, es poder aumentar regularmente el sueldo de los trabajadores y sus beneficios.
“Y para eso tenemos que aumentar la productividad. Hay que tener políticas adecuadas, crear confianza, permitir la entrada de capital foráneo, sobre todo en Ciudad Guayana, que permita recuperar todo el parque industrial que tenemos (…) Este aumento no tendrá repercusiones inflacionarios en el Estado. Ya en el sector privado el sueldo era mucho mayor y no tiene mucha incidencia en la inflación, pero tenemos todos que remar en la misma dirección, estamos en conversaciones, sí, pero ya tenemos que pasar a los hechos, a decisiones concretas para impulsar la producción de lo hecho en Venezuela”, insistió.
Control de precios
-¿Dónde estamos con respecto al control de precios?
-Eso es algo que hay que desmontar. Tenemos que ir a la oferta y la demanda. Si tenemos más productividad, vamos a ver cómo los precios bajan. Eso lo vemos ahorita, pero es por una competencia entre muchos rubros, entre muchos comercios. Pero hay otro factor determinante: la importación. Están entrando rubros que tienen costos muy bajos y aquí en Venezuela tenemos un factor que está incidiendo, la inflación en bolívares que no corresponde a la inflación en dólares, eso afecta a la producción nacional, porque nos lo hace más costoso con respecto a lo de afuera. Eso está pasando y hay que tomar decisiones económicas donde el Estado busque una nivelación y de alguna manera la industria venezolana puede ser más competitiva.
Da como ejemplo, la reapertura de la frontera entre Brasil y Venezuela.
“Eso apoyará al sector turismo y comercial, pero tenemos que ser prudentes y velar qué rubros entran por allí, que no generen una competencia desleal con lo hecho en Venezuela. Eso es sumamente importante, que tu industria siga creciendo, siga fortaleciéndose y no entre en una competencia desleal”.
Empresas básicas: es hora de pasar el ‘suiche’
Por décadas se ha mantenido la tesis de que Ciudad Guayana es la alternativa no petrolera del país, por lo que, en el pasado, significó la histórica producción de las empresas básicas, sobre todo en materia prima que termina siendo utilizada en el sector construcción, automotriz, metal-mecánico, agroalimentario y un largo etcétera.
No en vano, actualmente hay una mínima producción debido a la nula inversión en la industria, el desmantelamiento de las unidades productivas e incluso la venta de chatarra, lo que ha puesto en jaque a industrias históricas de vital importancia para la economía venezolana.
Sin embargo, el leve crecimiento de la economía en este último año también se percibe en la industria siderúrgica y del aluminio, según explica González, aunque reconoce que las expectativas históricas sobre las empresas de Guayana deben ya dejarse a un lado.
“Hay ciertos indicios de productividad, en el caso de Sidor, del sector aluminio, pero indudablemente tenemos que ser conscientes de que se necesita capital privado y foráneo para aumentar la producción de estas empresas que, automáticamente, beneficiarían al Estado. Hay toda una infraestructura de empresas que dependen de Sidor, de Venalum…Pero eso sí, ya hay que quitarse ese chip, pasarse ese suiche de que las empresas básicas salvarán al país, porque ya no serán lo que un día fueron, que eran las que marcaban las líneas de crecimiento. Tenemos que buscar la manera de hacerlas productivas, pero entendiendo las limitaciones que tienen ahora, eso es parte de quitarnos ese chip y entender la situación”.
El presidente de Fedecámaras Bolívar se aferra a la idea de que el sector privado está en la capacidad de llevar las riendas económicas del país, con la cooperación de capital foráneo que vuelva a encender el motor productivo de hace diez años atrás. Para eso, requiere de políticas económicas que tome el Estado en beneficio de todo un país. Recalca, “entre más sólido sea el sector productivo privado, más fuerte es el Estado y su economía”.