Con la masacre de Ucrania también está en peligro la humanidad
Las escenas que vemos de la guerra desatada por el criminal Putin contra su vecino Ucrania son escalofriantes, devastadoras, encogen el alma. Incluso uno no quisiera verlas ni en films, ante la muerte desatada de civiles, infantes, por la crueldad de un antiguo agente de la KGB cuyo nefasto sueño es restaurar el imperio soviético.
Los bombardeos a Jarkov, Mariupol, Kiev entre otras ciudades por la fuerza aérea rusa nos trasladan a la Guernika bombardeada por la Luftwaffe nazi.
Con la invasión quisiera retornar a los tiempos del Pacto de Varsovia cuando el Kremlin atropellaba a placer cualquier alzamiento popular contra la dictadura del PCUS en Europa del Este. La sublevación en junio de 1953 en la Alemania Oriental, conocida como Aufstand, fue reprimida violentamente por el Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania. Luego la revolución de los consejos obreros en Hungría en octubre de 1956, que amenazó con expulsar el dominio soviético fue repelida salvajemente por el ejército extranjero. Luego en Checoeslovaquia en agosto de 1968 para poner fin a la Primavera de Praga, todas iniciadas en nombre de la libertad, la democracia y de independizarse del yugo de la URSS.
El resurgimiento de esta especie de dinosaurio mixtura de la crueldad de Joséf Stalin y el delirio de Adolfo Hitler, ha impactado a la UE y a la OTAN, quienes ante la valentía demostrada por el pueblo ucraniano y su presidente Volodomir Zelenski, han modificado su actitud aprehensiva y han reaccionado aprobando medidas más radicales, ante un dictador enfermo dispuesto a utilizar su armamento nuclear para disuadir al Occidente.
La comunidad internacional se percata de que están frente a un orate dispuesto a retroceder a la humanidad a la Edad de Piedra, si no aceptan sus caprichos y delirios de grandeza, y ya no dudan en enviarle armamento militar y financiero para enfrentar la cruenta invasión.
Tanto es así que Berlín no desearía ver de nuevo a soldados rusos clavar su bandera en la Puerta de Brandeburgo y en el edificio del Bundestag, como sucediera en mayo de 1945, los países del extinto Pacto de Varsovia verse ultrajados como otrora, y en el caso específico de Polonia a punto de ser invadida en 1981 por la URSS, quien retrocediera por la fuerza del Movimiento Solidaridad de Lech Walesa, quien inició el dominó que echó abajo a la siniestra Cortina de Hierro.
Estoy convencido de que a Putin se le ha enredado el papagayo con la invasión. Ha generado la unidad a nivel nacional de los ucranianos en la incondicional defensa de su patria, y a nivel internacional es repudiado en todo el planeta, incluso hasta la China intenta solapar la vergüenza en los organismos de la ONU salvando el voto ante la condena mundial a la agresión.
Este no es el caso del usurpador Maduro y su camarilla quienes muestran su rostro dictatorial apoyando incondicionalmente la invasión, señalados incluso por ex aliados como perrito faldero y títere de Putin, como en efecto lo es. Quienes soñaban con una recuperación económica para 2022 se quedarán esperando, ante la brutalidad de una dictadura que prefiere una vez más atarse al eje del mal que remediar la tragedia que sufren los venezolanos.
La protesta mundial debe expandirse a los cinco continentes, como lo hemos visto en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades de Rusia cuyo régimen ha apresado a más de 7.000 personas que rechazan la invasión, en Berlín donde se han reunido más de 100.000 personas el pasado fin de semana, en Nueva York, Tokio, Madrid con el mismo objetivo.
Además de la tragedia que sufre hoy Ucrania es el destino de la humanidad el que está en juego, la comunidad internacional ya sabe que tenemos un loco suelto en el escenario mundial, amenazando la paz mundial, ¿quién le pone el cascabel al gato? Es hoy el reto.
Entre tanto el pueblo ucraniano está señalando el camino, como su dice su Presidente ¡Slava Ukrayni, Heroyam Slava”, Gloria a Ucrania, Gloria a sus héroes.
Aun cuando pretenda aplastar a Ucrania, ya Putín perdió esa guerra, su «Blitzgrieg» guerra relámpago nazi no le ha funcionado, será una derrota histórica.
Movimiento Laborista