Vente Venezuela, a países receptores de venezolanos: Migración no se detendrá hasta salir de Maduro
Vente Venezuela hizo un llamado a los países receptores de migrantes venezolanos a colaborar con estos y entender que el flujo migratorio no se detendrá hasta que se logre la salida de Nicolás Maduro del poder.
Esto, motivado por los asesinatos y maltratos contra los connacionales en la frontera sur de EEUU, por lo que en un comunicado hacen un llamado al Gobierno de Joe Biden a relajar las medidas migratorias sobre los venezolanos.
Asimismo, mencionan el caso del bebé venezolano que fue asesinado el domingo por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago.
A continuación el texto íntegro:
Son 6.040.290. Esa es la cifra de venezolanos refugiados y migrantes que registra la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V). Al menos 465.200 de ellos se encuentran en Estados Unidos, lo que convierte a ese país en el receptor del 7,7% de la migración venezolana.
Las cifras no dejan de sorprender, pero siguen siendo números, un conteo frío que no hace mención de las cientos de historias y rostros de quienes huyen y viven la angustia de no saber nada de sus familias durante días y semanas.
Por eso, desde Vente Venezuela queremos expresar nuestra solidaridad con los cientos de venezolanos que están viviendo momentos difíciles mientras abandonan nuestra tierra. Ya no sólo caminan a lo largo de Suramérica, sino que también lo hacen durante días hasta llegar a la frontera sur de los Estados Unidos.
En esa travesía, ponen sus vidas en manos de “coyotes” que, además de cobrarles altas sumas de dinero y exponerlos a un gran peligro, los conducen a atravesar las inclementes corrientes del Río Bravo, cuyas imágenes no dejan de divulgarse y donde recientemente murió ahogada una niña de siete años. No fue la única, nada más en 2021 fueron 557 los migrantes fallecidos en esa frontera, la cifra más alta desde 2005.
Este también es el caso de las decenas de venezolanos que abandonan nuestro país en balsas que salen desde estados como Delta Amacuro y Sucre, rumbo a Trinidad y Tobago, en cuyas costas fue asesinado este domingo 6 de febrero un niño venezolano que se trasladaba junto a su madre a esa isla. Le disparó la Guardia Costera de ese país, en un intento por frenar la migración irregular de venezolanos.
Esa es la magnitud del drama que vivimos y lamentablemente, cada vez son más frecuentes esas noticias. Seguirán ocurriendo estas tragedias mientras no se resuelva el problema de fondo, que es desalojar del poder al responsable de todo: el régimen criminal de Venezuela. No importa cuánto pretendan asumir que esa huida de venezolanos puede contenerse dentro de nuestro territorio, la realidad se encargará de demostrarles que lo único que puede detener ese flujo es la salida del régimen cuanto antes.
Agradecemos a los gobiernos que han tendido su mano para ayudar a nuestros migrantes en su proceso de regularización, como es el caso de Colombia, República Dominicana y Ecuador, pero también llamamos la atención a otros gobiernos que más bien han asumido una posición hostil y de humillación contra nuestros conciudadanos. Nadie merece vivir una tragedia como esta que nos ha tocado y que nos ha obligado a llegar a otras tierras en búsqueda de refugio.
A la actual administración de los Estados Unidos le solicitamos flexibilizar las medidas para los venezolanos que llegan a su país, permitiéndoles trabajar mientras regularizan y legalizan su situación de ingreso.
Levantamos la voz
Levantamos la voz porque seguir dándole tiempo al régimen, además de contribuir con una narrativa normalizadora, agrava la situación, y no solo para Venezuela, sino para el propio Estados Unidos y todos los países receptores de nuestros migrantes.
En nombre de Vente y de nuestro equipo en los Estados Unidos, ratificamos nuestro compromiso con Venezuela y su gente, donde sea que esté. Asimismo, manifestamos nuestra convicción de que el rescate de nuestro país es posible y sabemos que cada día estamos más cerca, pero necesitamos de esa diáspora regada por el mundo, capaz de contribuir en el diseño y la organización de esa nación que queremos.
Por tanto, la invitación a los venezolanos, dentro y fuera de nuestro territorio, es a sumarse a este proyecto que no descansa en la denuncia de la dura realidad que sufren nuestros compatriotas en el exilio; a acompañarnos en la indispensable solidaridad que requieren nuestros migrantes; a respaldar la presión al mundo para que preste atención a la dramática realidad que vivimos.
No es verdad que todo está normal y tranquilo, ni que debemos esperar hasta a 2024. No podemos dejar de trabajar y confiar simplemente en que en dos años habrá una oportunidad de solución a esta situación, mientras todo está cada vez peor.
Hagamos posible el sueño de muchos de volver a casa, a nuestra tierra, donde debe existir un modelo político de libertades, que promueva el desarrollo económico, la propiedad privada y el derecho a vivir en prosperidad. Para nosotros, eso tiene un nombre: “Venezuela Tierra de Gracia”, y hoy sólo es posible si desmontamos este régimen criminal y renovamos el liderazgo opositor para avanzar sin demoras a la libertad.