IGTF es un revés histórico a las medidas económicas que ha aplicado Maduro: Socías López
El analista económico Tomás Socías López rechazó este miércoles la reforma a la Ley de Impuesto Sobre Grandes Transacciones Financieras (IGTF) que aprobó la AN/6D de mayoría chavista la semana pasada y aseveró que este es un revés histórico en las medidas económicas que ha aplicado el gobierno de Maduro para superar la crisis.
La reforma a la Ley de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras, que establece un pago de hasta 20% a las autoridades administrativas por cada transacción en moneda estadounidense, divisas o en criptoactivos impulsada por el parlamento, «constituye un retroceso histórico en materia de leyes en el país, creando la mayor contradicción económica posible en el Ejecutivo», expresó según reseñó nota de prensa.
«El impuesto aprobado en medio de un conflicto entre ideológicos y pragmáticos, constituye un retroceso histórico de las medidas y en la confianza en el país que empuja al desánimo».
Según datos conocidos por Socías que le dieron fuentes internas del Ejecutivo, la medida tiene 5 aspectos negativos: «La medida es contradictoria por venir el día siguiente de una medida positiva y esperada, como la reducción del encaje legal. Crea desconfianza, porque no tuvo consultas públicas, ni opinión de los sectores afectados, que ven en este impuesto una carga más, sorpresivamente, en el inicio de una recuperación» y además, «frena el desarrollo porque es un impuesto más sobre las personas naturales o las empresas, resta crecimiento y es un gasto más en un mercado que no cuenta todavía con una verdadera reactivación».
«Frena, además, el crecimiento iniciado porque el impuesto entorpece la libre compra y venta de divisas en el mercado, rápida y eficaz como hasta ahora, y retrasa un proceso de dolarización que ha simplificado y agilizado las transacciones en Venezuela y hasta las inversiones».
Basado en las investigaciones que nutren el Informe Confidencial Económico y Político de Socías, la medida aprobada también «aleja los inversionistas porque es un impuesto a la divisa. Con la experiencia de Argentina y otros países, de buenas a primera y en forma sorpresiva, crea desconfianza y temor en las inversiones que temen otras normativas que les afecte por lo pronto o a futuro».
En sus palabras, este impuesto retrocede históricamente todas las medidas de apertura tomadas hasta ahora, porque es una nueva carga sobre las personas individuales y las empresas, y un retroceso en la agilidad del cambio, la dolarización y las cifras de recuperación que el país viene reportando este año.