Guardia Costera de TyT disparó 20 veces contra bote donde murió bebé venezolano, según testigos
La Guardia Costera de Trinidad y Tobago disparó al menos 20 veces contra el bote que llevaba a bordo a 37 venezolanos, entre ellos 20 menores de edad, uno de ellos asesinado por un impacto de bala y cuya edad era de solo un año y 4 meses.
Así lo afirmaron en sus testimonios tres de los 17 tripulantes adultos: Luis Alexis Ramírez Cabral, de 52 años; Katiuska Daniela Gutiérrez, de 22 años; y Lesbia Margarita Saavedra. Pese a esto, el primer ministro de Trinidad y Tobago insiste en que fue un accidente.
En una declaración presentada por el abogado y el equipo defensor de la tripulación, los connacionales relataron que al momento de la salida del navío desde Tucupita, la embarcación contaba con dos motores y uno de ellos tenía graves dificultades y se cortaba continuamente.
«Al acercarse a las inmediaciones de Moruga, Trinidad, en el océano, el motor mencionado volvió a cortarse y tuvieron dificultades para moverse en el agua. Mientras se acercaban lentamente, oyeron una fuerte voz seguida de dos bengalas. Una bengala fue lanzada al aire y la otra bengala fue disparada hacia su barco», narra la declaración recogida por el medio local Trinidad Express.
Poco después de ver las bengalas -comentan- oyeron fuertes ruidos y se dieron cuenta de que la embarcación que se acercaba (La de los oficiales) y que había lanzado las bengalas, estaba disparando a su barco.
«Entonces se dieron cuenta de que era la embarcación del TTCG, ocupada por unos seis oficiales. Todas las personas intentaron ponerse a cubierto en la embarcación después de que se efectuaran unos 20 disparos contra su barco. En ese momento, la embarcación de la Guardia Costera estaba a unos 30 metros de distancia. Se indicó que la Guardia Costera sólo dejó de disparar al oír a una mujer que exclamaba y lloraba que le habían disparado a su hijo».
Seguidamente, la embarcación de guardacostas se acercó lentamente al barco y al darse cuenta de lo que había sucedido, que el bebé había sido disparado, pidieron ayuda a una segunda embarcación mucho más grande.
«En ningún momento tenían ningún arma ni dispararon contra la embarcación de la Guardia. En ningún momento dejaron caer nada de su barco», manifiestan.
Al momento de llegar la embarcación más grande de la Guardia Costera, primero sacaron a la madre del niño fallecido de la lancha, sola, y la colocaron en su embarcación.
«A continuación, los agentes empezaron a sacar a los demás inmigrantes de la embarcación y los colocaron en su barco. Todo ello mientras el bebé fallecido permanecía en la embarcación en la que fue asesinado», continúa.
Cuentan que Saavedra, una de las declarantes, estaba sentada a dos asientos de distancia de la mujer y del bebé fallecido en el momento del incidente y solo recuerda haber intentado proteger a los menores a bordo de la embarcación.
«Cuando los subieron a la embarcación más grande de la Guardia Costera, los pusieron de rodillas en la cubierta de la embarcación durante un tiempo y luego les dijeron que se sentaran antes de llevarlos a tierra. Al llegar a la orilla, los cogieron y los metieron en una furgoneta en la que posteriormente los trasladaron a las instalaciones del helipuerto», precisaron.
Mientras estaban en el barco y en el helipuerto, cuentan los abogados, varios niños se pusieron enfermos y empezaron a vomitar, pero todavía no han sido atendidos por ningún personal sanitario.
«Hasta la fecha, no se ha entrevistado a ninguno de los ocupantes de la embarcación, ni se han emitido órdenes de detención ni de deportación», finaliza la declaración.