En las primeras de cambio, Maduro guarda silencio por colaboración de Álex Saab con la DEA
Ya han pasado casi 48 horas desde que se divulgó que Álex Saab, presunto testaferro de Nicolás Maduro, habría colaborado con la DEA, y Nicolás Maduro no ha dicho ni una palabra públicamente, pese a la defensa a ultranza que el chavismo hizo del colombiano desde el día de su detención en Cabo Verde.
Los dos documentos desclasificados por el juez del Distrito Sur de Florida, Robert N. Scola, especifican que Saab fue un colaborador voluntario de la DEA desde junio de 2018 hasta mayo de 2019, tiempo durante el cual entregó a los EEUU unos 12 millones de dólares de ganancias en el negocio de importación de alimentos como parte del acuerdo con el organismo antidrogas.
Saab dejó de ser colaborador voluntario de la DEA el 30 de mayo de 2019, día acordado para entregarse voluntariamente a las autoridades estadounidenses. Días después Saab fue declarado fugitivo de la justicia de EEUU.
El mismo día de la publicación de ambos documentos desclasificados, el miércoles, Maduro ofreció una alocución la tarde-noche donde, en un encuentro con el vicepresidente de Rusia, solo habló de la cooperación con ese país y no mencionó a su «leal diplomático».
Al día siguiente, el jueves, Maduro no dio declaraciones ante los canales estatales.
Solo un alto funcionario del Gobierno chavista ha hablado sobre el caso y ha sido Jorge Rodríguez, a quien se le preguntó sobre ello ayer durante una rueda de prensa correspondiente al caso de ‘El Koki’.
«Si es así ¿por qué lo tienen en condiciones inhumanas? ¿lo someten a terrorismo psicológico? ¿por qué era torturado en Cabo Verde? ¿Raro eso, no? Lo mantuvieron incomunicado. Es raro, porque mire como tratan a sus espías: A Clíver Alcalá, Cristopher Figuera, Rafael Ramírez», zanjó Rodríguez, quien se limitó a profundizar los hechos vinculados a El Koki.
A juicio del doctor en Ciencias Políticas, José Vicente Carrasquero, los documentos desclasificados evidencian que la lealtad de Saab al gobierno de Maduro «no era muy fuerte».
«Los documentos desclasificados ponen en evidencia que la lealtad de Saab con el régimen chavista no era muy fuerte, no era algo con lo que (Maduro) podía contar», comentó.
A ese cóctel se le añade el ingrediente de que el equipo defensor de Saab en Miami rogó al juez que no desclasificara los dos documentos aduciendo que estos ponían en peligro la vida de la esposa e hijos del colombiano en Caracas.
