Benigno Alarcón: El gobierno patea la mesa de México porque no se siente presionado y puede vivir con las sanciones
El director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB, Benigno Alarcón, sostuvo que el chavismo decidió suspender la negociación en México porque no siente presión ni interna ni externa, y que Álex Saab solo fue la excusa para patear la mesa.
En entrevista telefónica concedida a ND, Alarcón recordó que la negociación de México tiene como propósito lograr «un intercambio de sanciones por condiciones y una fecha para una elección presidencial».
«Obviamente, el gobierno está interesado en el tema sanciones, pero no está dispuesto a pagar el precio de poner en riesgo su estabilidad en el poder para quitarse las sanciones encima. En ese escenario el gobierno prefiere quedarse con el poder y con la sanciones. Está dispuesto a negociar otras cosas pero nada que implique el poder».
Cree además que es poco lo que puede hacer la oposición en este momento. «La única manera de poder llegar a acuerdos es que lo que cada parte pueda hacer fuera de la mesa sea menos atractivo que lo que puede conseguir en esta».
Este lunes, Diosdado Cabello condicionó el volver a las negociación en México a la liberación del barranquillero Álex Saab, señalado por lavado de dinero y corrupción, y cuando EEUU “corrija” los “exabruptos cometidos” .
Sobre este particular, Alarcón afirmó que este tipo de discurso sí representan lo que piensa Maduro, pero que Cabello insiste en mostrarse como el policía malo. «Evidentemente, Diosdado prefiere a Maduro en el poder que a cualquiera de la oposición».
A continuación nuestra entrevista:
Este lunes Diosdado Cabello cerró la puerta a una nueva ronda de negociación en México, algo que ha pedido la oposición y la comunidad internacional. ¿Qué lectura le da a estas declaraciones?
– En relación al cierre de las negociaciones es evidente que el gobierno hoy, al no tener presión, tiene menos prisa e interés en avanzar en este proceso de negociación. Tanto la oposición como la comunidad internacional lucen como la parte débil de este proceso al ser quienes piden una y otra vez que se retome las negociaciones mientras el gobierno luce sin mayor desesperación.
– A todo evento, no creo que esto signifique que el gobierno no se vuelve a sentar, pero está tratando de cobrar por hacerlo. ¿Y qué significa cobrar? Insistir en que se le quiten algunas sanciones por el solo hecho de acceder a sentarse con la oposición.
– La otra condición que el gobierno defenderá es la de modificar el proceso de negociación, lo que incluye tanto la modificación de la agenda como de las partes que intervienen en el proceso para incluir a otras oposiciones.
– Lo que incomoda el gobierno de este proceso de negociación en México es que, al ser un proceso mediado, es mucho más difícil de manipular. En el fondo se trata de un intercambio de sanciones por condiciones y fecha para una elección presidencial. Obviamente, el gobierno está interesado en el tema sanciones, pero no está dispuesto a pagar el precio de poner en riesgo su estabilidad en el poder para quitarse la sanciones encima. En ese escenario el gobierno prefiere quedarse con el poder y con la sanciones. Está dispuesto a negociar otras cosas pero nada que implique el poder.
¿Cree que estas declaraciones representan a Maduro y al alto chavismo? Jorge Rodríguez ha dado declaraciones similares.
– Sí, creo que estas declaraciones representan a Maduro. Lo que pasa es que en estos procesos Maduro y Diosdado ha jugado a los roles del policía bueno y el policía malo.
– Pero independientemente de las diferencias que pueda haber entre ellos, hay algo que los une que es el control del poder. Evidentemente, Diosdado prefiere a Maduro en el poder que a cualquiera de la oposición.
Para la oposición retomar el diálogo era un objetivo estratégico importante, de ahí su insistencia. ¿Qué esperaba obtener la oposición con el diálogo en México?
– La oposición, tanto en México como en otros procesos de negociación, lo que esperaba era encontrar un arreglo político que facilitará una transición, preferiblemente electoral, para salir del gobierno. Ese es el meollo del asunto, y el gobierno así lo entiende.
Si ni siquiera el chavismo da muestras de interés en el diálogo, ¿Cuál debe ser el nuevo foco de la oposición?
– El foco de la oposición siempre debió ser, y debe seguir siendo, tener alternativas a la negociación. En la medida que el gobierno tiene alternativas a la negociación será más fuerte, incluso en la mesa de negociación.
– Esto implica que la oposición debe tener una estrategia que le permita responder a una falta de acuerdo y que comprometa mucho más la posición del gobierno en caso de que no quiera llegar a ningún acuerdo. La única manera de poder llegar a acuerdos es que lo que cada parte pueda ser fuera de la mesa sea menos atractivo que lo que puede conseguir en esta.
Entonces, ¿Cuál sería esa alternativa a la negociación? Suena a todas las opciones están sobre la mesa…
– Pues es tener la capacidad para lograr que para el gobierno sea preferible negociar, porque si no lo hace tendría consecuencias o tendría la expectativa de perder el poder. Esto pasa cuando los gobiernos tienen mucha presión interna, protestas, unas elecciones que no podrán manipular, etc.
Cuando se sentaron en México en 2021, ¿el chavismo quería cambiar a Álex Saab por alguna concesión?
– Álex Saab fue la excusa. Ellos siempre supieron que esto no era negociable. Fue simplemente una excusa para levantarse de la mesa porque el proceso de negociación dejó de interesarles, porque no estaban dispuestos a hacer las concesiones que la oposición pedía.